Capitulo #6: "¿Y tu dueño?"

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¡¿YO?! ¡¿CONEJILLO DE INDIAS?!

¡Por favor! Se que parezco una rata de laboratorio pero...en serio, que mierda.

— Nosotras tenemos nombres secretos, ya que cuando necesitamos hablar de un plan y hay muros en la costa, los necesitamos.— Explico Aryana rascando su pierna.

— Por ejemplo, Aryana es "La Gallina", Gigi es "El zorro", Megan es "La tortuga", tu eres "El conejillo de Indias" y, yo soy "El delfín".— Dijo Catherine señalando a cada una.

Me gustaría saber la razón de esos nombres, pero tengo tantas cosas en mi cabeza que la flojera se apodera de mi.

Me perdí de la conversación que platicaban y al levantar la vista, el hermano de Megan abrió la puerta lentamente y se asomó.

Nadie notó su presencia, menos yo, que obviamente estaba en las nubes.

— Chicas...- Interrumpí mirando hacia la puerta.

— ¿Que necesitas Leo?— Volteo Megan levantándose de la cama.

— Mamá dijo que les trajera bocadillos...— Entró sigilosamente con una bandeja, que sobre ella había snacks combinados y unas latas de soda.

— ¡Gracias Leo!— Aryana se levanto de la cama y recibió la bandeja.

— No hay de que.— Dio una pequeña sonrisa de costado.

El se fue y nosotras seguimos hablando, mientras comíamos.

— ¡Oh, no saben lo que encontré!— Grito Aryana cogiendo su teléfono y buscando desesperada.

Al abrir sus ojos, nos mostró riendo. En él, se encontraba Gigi a los 12 años, llena de granos junto a sus gafas estilo Harry Potter y sus brackets, haciendo una pose de espía.

Nosotras tratamos de aguantar la risa, pero no pudimos. Las carcajadas y los dolores en el estomago se hacían cada vez mas fuertes.

— ¡DEJEN DE REÍRSE!— Gigi se volvió un tomate vivo y comenzó a gritar.

— ¡Es que, es que!— Dijo Megan entre respiraciones y risas.

— ¡Eso vale oro!— Agregue divertida.

— Gigi, la mini espía.— Catherine aplaudió como foca.

Ella luego comenzó a reír y asi estuvimos todo el día.

— Bueno...creo que debo irme. Se me esta haciendo tarde, tengo que preparar la cena.—Sonrió Gigi.

¿Que?

— Yo también debo irme.— Catherine se levanto de la cama, junto a un estirón.

— Bueno, no queda otra.— Aryana hizo lo mismo.

Megan nos llevó al garage y nos llevó hasta nuestras casas.

La primera en dejar fue a Gigi. Luego, a Catherine y a Aryana.

— Ok. Miranda, ¿Donde queda tu casa?— Dijo apoyando su antebrazo en el volante.

¡MIERDA! ¡¿QUE HAGO?! Oh no, si descubre mi secreto...estaré frita.

Una chica tan invisible  (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora