Capitulo #8: "¿Bipolaridad? ¿Donde?"

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Luego de tomar un café, fuimos a una sala de videojuegos.

¡Esto es lo mio!

— ¿Estas lista para ser pateada por Alexis Le Brun?— Miro desafiante.

— Siento decir que el único que saldrá lastimado, seras tú.— Sonreí y comenzamos con los juegos en las maquinas.

Y claramente, pasar las 24 horas del día jugando me sirvió de algo.

¡Decían que no me serviría, pero le gane a Alexis!

Siento como si hubiese conseguido el respeto de "Black".

Jeje, se siente cool.

— ¿Ahora que hacemos?— Pregunto y vio la maquina de baile.

— No lo se.— Mire a su dirección obvia.

De repente, el teléfono de Alexis sonó y contesto. El se alejo un poco y yo observe el lugar incomoda.

¿Que hora es?

¿Qué? ¿Las 1 P.M?

¡¿Como paso todo tan rápido?!

En 30 minutos salimos del instituto...

Ñe, para que ir.

Y pensándolo bien, esto no a sido un castigo...

Bueno, al comienzo si pero de a poco, bajan la guardia...

— Hay que volver.— Dijo mientras guardaba su teléfono en su bolsillo.

— ¿Por qué?— Pregunte sorprendida.

— No debes preguntar, tu haces lo que yo quiero, sin peros. — Frunció su ceño y se fue a la salida, sin esperarme.

¿Que le pasa?

Le seguí con una distancia moderada y caminamos hasta el instituto en total silencio.

Que raro...

Paso lo mismo cuando queríamos venganza y armamos el plan con "G-F"...

De repente, el cambiaba de humor.

¿Bipolaridad? ¿Donde?

Llegamos y nos colocamos a un costado, mientras que esperábamos encontrar a "Black" entre la gran multitud que salía del instituto. Los vimos y nos acercamos a ellos.

— ¿A donde fuiste?— Pregunto Ean un poco enojado.

— Fui a cumplir el castigo.— Dijo serio y mirándolo fijamente.

Christopher lo miro sospechosamente y cruzando sus brazos.

El resto, estaban hablando entre ellos, sin importarles lo mas mínimo la conversación.

— ¡Miranda!— Megan grito y corrió a mi junto a las demás.— ¡¿Estás bien?!

— ¿Que te hizo este intento de homúnculo?— Aryana lo fulminó con la mirada.

— Nada, tranquilas.— Puse mi mano alejándolas un poco.

— Si intentas violarla otra vez, llamaré a mis abogados.— Catherine arrugó un poco su nariz y mostró los contactos en su celular.

— Y sufrirás las consecuencias.— Gigi levanto una ceja.

El revoleo sus ojos y ellos se fueron, ignorándolas completamente.

Abrieron sus bocas sorprendidas y bufaron.

— Bueno, ahora no acaba de pasar nada.— Aryana toció y acomodo la camisa de su uniforme.

Una chica tan invisible  (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora