No siempre las decisiones que tomamos son las correctas, ni tienen que ser lo que queremos, aveces nos equivocamos por actuar demasiado rápido, y luego cuando nos damos cuenta ya es tarde, pero si hay algo que e aprendido es que de todo tiempo pasado se puede aprender, pero si se quiere, el presente siempre puede ser mucho mejor.
- Oh espera! Dijo alguien quien en vano intento amortiguar mi caída, pues no resulto del todo ya que si bien no golpee mi cabeza, si me di un buen golpe en el trasero.
- Estas bien?- dijo el chico número 2 que no tenía idea de donde había salido
- Sí, gracias- pronuncie mientras él estiraba la mano para ayudarme a levantarme al mismo tiempo que franco, marcos y el chico numero 1 saltaban.
- Hola, soy esteban!- dijo el chico número uno tendiéndole la mano a marcos, franco y luego a mí, era alto, delgado, el cabello liso un poco largo y oscuro con ojos grises que a decir verdad no estaba tan segura, puesto que solo nos iluminaban unos cuantos focos de luz.
- Yo soy Felipe, hermano mayor de esteban, es un gusto conocerlos, puedo preguntar que hacen aquí?- dijo el encantador chico numero dos rubio, atractivo, ojos grises y que aun sostenía mi mano, les insinué que era realmente encantador?, bien pues, realmente lo era.
- Yo soy marcos, él es franco y ella mi hermana Lili – al pronunciar mi nombre Felipe se me quedo mirando y acto seguido soltó mi mano – venimos de Oregon –
- Jajajaja , Sí puedo darme cuenta de eso pero mi pregunta es , que hacen cruzando el norte y aquí, creí que tenían reglas muy estrictas sobre la visita a California.-
- California!- dijimos los tres al unísono
- Si, están en lo que llamamos la frontera entre Oregon y al norte de California.
- Increíble- pensé en voz alta mientras los 4 se giraban a mirarme
- Y bien?- pregunto Felipe- que hacen aquí
- Hemos huido – explique mientras veía como a esteban se le iluminaba la cara y embozaba una amplia sonrisa
- Excelente! , amigos nuevos! Te dije que venía a ver la muralla un rato sería interesante Felipe.
- Y valla que lo fue – respondió a su hermano, quienes se sentaron en el pasto para escuchar como a grandes rasgos le contábamos todo lo sucedido
- Déjenme ver si entendí.- dijo esteban- tu eres una pequeña rebelde a quien iban a obligar a casarse con alguien a quien no conocía hasta hoy que era precisamente el día de tu boda, y ustedes ocultaron su romance gay porque su padre es el alcalde y sus principios son lo suficientemente estrictos como para quemarlos en la hoguera si se les ocurre hacerlo público?, esa si es una historia digna de la creación de un libro- dijo burlándose de algo a lo que jamás le entendí lo gracioso
-Pues sí, más o menos así- dijo marcos
-Y no esperaron hasta hoy que precisamente tendrían toda la atención de su pueblo para escapar, menuda ocurrencia- dijo Felipe un poco molesto, aunque no sabía hasta ahora muy bien porque
-Hay cosas a las que no le tomas el peso, hasta que ya estás en el límite – interrumpí, pensando otra vez en voz alta.
-bueno ahí tienes el resultado-respondió irritado el
-bueno, bueno ya que han llegado hasta aquí, supongo que no tienen donde quedarse, deberían vivir con nosotros por un tiempo, hasta que tengan donde vivir y como sustentarse o no Felipe?- dijo alegremente esteban.
-supongo.-respondió secamente su hermano poniendo los ojos en blanco.
-serían muy amables, como ven no tenemos muchas opciones- dijo franco mirando a marcos quien asentía con la cabeza
-no se diga más, vámonos.-yo estaba tan concentrada mirándolos que no me percate sino hasta recoger mi bolso que del otro lado se podían escuchar los perros ladran y las voces de hombres hablando con mi padre quien por primera vez sentía llorar, estaba nostálgica y quería decirle muchas cosas, pero Felipe tenía razón, esperamos hasta ultimo momento, las cartas ya estaban barajadas, pero una tranquilidad invadió mi mente y mi cuerpo, sabía que ya todo estaría mejor, a medida que caminábamos los mareos y dolores estomacales producto de la atención durante las últimas horas comenzaba a disiparse, miraba aturdida todo lo que nos rodeaba, franco y marcos se veían muy a gusto charlando y riendo con esteban quien apuntaba distintos lugares para mostrarle donde quedaban los sitios, Felipe en cambio caminaba serio con la mandíbula apretada y los puños apretados, era incomodo si me lo preguntan, pero nada podía hacer, así que apresure el paso para caminar a su lado e intentar averiguar que le molestaba tanto.
-será nuestra presencia?.- le pregunte sin más.
-disculpa?-me miro extrañado.
-tu evidente molestia?, es por nuestra presencia?, porqué nos ayudas entonces?- y esta vez lo mire a los ojos mientras se lo preguntaba.
-no se preocupe señorita, él siempre es así de irritante, ya se acostumbrara lo mejor es ignorarlo o hablarle de casas, construcciones o autos, así se le va el mal humor- dijo divertido esteban que caminaba tras nosotros.
Mire hacia atrás embozando una sonrisa y volviendo la mirada a Felipe quien intentaba disimular una leve sonrisa.
-deberías hacerle caso-me miro fugazmente Felipe quien se detuvo tras un enrejado gigante.-además, ya hemos llegado - dijo sacando una llave color dorada del bolsillo, abriendo una puerta justo al lado del gran portal de fierro que tenía frente a mi, me acerqué a mirar entre las rejas, como un prisionero mirando hacia su libertad.
-piensan entrar?- pregunto esteban ladeando la cabeza.
-sí, claro.- dijo marcos que estiraba su brazo en dirección a la puerta insinuando a que avanzara primero que él y atrás de franco quien ya caminaba en dirección a la puerta. Seguimos en silesio a esteban y Felipe por un camino de gravilla, pude escuchar entre la oscuridad un chorrito de agua caer, así que supuse que se trataba de alguna fuente para toparnos con una preciosa puerta rustica de madera maciza. Abrieron la puerta y una gran casa estaba ante mis ojos, con gusto exquisito en todo lo que nos rodeaba, sillones tallados a juego con sitiales a cada lado, al medio una gran escala que prometía la llegada hacia unas habitaciones igual de espectaculares.... Y así lo era, Esteban nos mostró lo que serían nuestras habitaciones y mientras recorríamos el segundo piso, me preguntaba cuál de las puertas seria la habitación de Felipe << detente ahora>> me dije a mi misma.
Esteban me guio hacia una habitación preciosa, era la única puerta blanca a diferencia de las demás color marrón, estaba pintada con un rosa pálido con muebles color blanco me sentía una invitada la mansión Barbie y entonces gire hacia Esteban.
-Es preciosa, muchas gracias – le dije sonriendo
- me alegro que te guste, es bueno contar con más gente en esta casa- me dijo devolviéndome la sonrisa
- puedo preguntarte algo Esteban? – le dije un poco temerosa
- claro Lili, dime
- con quienes más viven? , si llegan tus padres se pueden molestar al tener invitados en casa, quizá deberías llamarle- y como vi que su mirada poco a poco parecía triste me detuve- lo siento, ¿dije algo malo?.
- No Lili, tu no, es solo que..... Felipe y yo vivimos solos desde hace unos años, nuestros padres no están, ellos....
- Esta habitación no se puede ocupar, sal de aquí ahora niña...! – dijo una voz furiosa desde el umbral, era Felipe.
- ey!, yo le dije que podía quedarse aquí, es perfecta para ella filiph – dijo Esteban a su hermano.
- Dije que no! – estaba realmente molesto.
- D...d.....d...disculpa, me voy, puedo quedarme con marcos, dudo que tenga problemas con dormir con su hermana. – tome mi pequeño bolso y camine por delante de los dos hermanos que se miraban a los ojos fulminándose.
- Lili espera, no hagas eso, no es necesario, puedes usar mi cuarto por esta noche, mañana mandaré a amoblar la otra habitación, la hemos tenido un poco abandonada pero para mañana estará bien, solo será esta noche- dijo esteban mirándome con dulzura – es la cuarta puerta pasando esta.
- Gracias, eres muy amable, y disculpa las molestias- camine fuera sin mirar a Felipe, que rayos había ocurrido para que reaccionara así.
- ¿A que estás jugando?, sabes que en esta habitación están prohibida para las visitas Esteban, nadie entra aquí – escuche a Felipe decirle a su hermano, era tanta mi curiosidad que mi paso era aún más despacio del que debería.
- visitas!, ¿enserio Felipe?, ¿a quienes te refieres? ,¿A tus amigos o a los míos?, porque te recuerdo que no tenemos amigos, con tus fantasmagóricas novias que aparecen justo antes de tus grandes viajes y desaparecen al llegar, no hay nadie más!, y ya por fin podemos tener compañía, gente que puede aprender y nos puede enseñar, ver qué hay del otro lado , alegrar los días, tener compañía, Julietta ya no está, ella ni los papas no volverán más ... hemos pasado tanto tiempo encerrados en nuestra propia burbuja de sufrimiento que hemos perdido todo lo que realmente es importante, quiero una vida filiph – dijo esteban
- la tienes – contesto Felipe – una con muchas comodidades.
- una de verdad, con sentimientos, con amores, una que valga la pena vivir, deberías saberlo ya a tus 29 años, y no dejare que la arruines, no que por fin hay alegría en esta casa, esa chica no tenía la culpa, no debiste hablar así, me pareció correcto que le diera vida a esta habitación.
- Lili ¿qué haces?. Jajajaja ¿caminas por la luna? – dijo divertido franco que no sabía de donde había salido ni cuánto tiempo llevaba mirándome.
- No, buscaba la habitación de Esteban, dormiré ahí esta noche- dije avergonzada
- Es esa que está ahí- dijo apuntando la puerta de al frente – nos la mostro cuando subimos
- gracias – miraba mis manos, no podía mirarlo a los ojos, estaba avergonzada por pillarme escuchando una conversación ajena.
- Solo deja tus técnicas de seducción lejos de sus pertenencias- dijo Felipe saliendo de la habitación y sobresaltándonos a mí y Franco, camino por el pasillo y nos piro a ambos.
- Leticia tendrá la cena servida en 20 minutos, puedes alistarse por mientras- y diciendo esto, bajo deprisa por la escalera.Entre a la habitación que franco me había apuntado, no fue necesario prender luces, pues estaba toda iluminada por los fotos de afuera, Salí hacia el balcón que tenia las cortinas y ventanas abiertas, daba había un patio precioso, una piscina gigante con luces en el fondo, mucho pasto por todos lados , a un lado una pequeña cancha de basquetbol y de tenis aunque tenía dos arcos así que supuse que también la ocupaban para el futbol, flores por todos lados era precioso, me quede un momento ahí observando hasta que un ligero escalofrió recorrió mi espalda, estaba haciendo frio y tenía que arreglarme para bajar.
Camine hacia la puerta y prendí la luz que estaba a un lado para mostrarme una pieza con más tecnología de la que podía pensar, una gran pantalla de televisión, una radio gigante con parlantes por todos lados, una cama exagerada para una sola persona, no pude aguantar y corriendo hacia ella me lance dejándome abrazar por ese cómodo colchón... ¿Dónde estaban? ¿Quiénes eran?, ¿Quién era Julietta? Y que había sucedido, mis pensamientos y mi mente me avisaban de algo pero no lo quería creer.
- ¿Lili estas lista? – era marcos quien tocaba la puerta.
- Si!, salgo en un minuto – una mentirita piadosa, me evante a toda prisa y di vueltas mi bolso, un pantalón blanco, una blusa turquesa palida y botines blancos deberían ser suficiente, asi que ordenando todo corri hacia el baño para darme una ducha.
Baje las escaleras para seguir las voces de Franco y Marcos que hablaban bastante fluido con un nuevo Felipe bastante más comunicativo <<sínico>> pensé por un momento.
-Lili puedo hablar un momento contigo- era Esteban que me esperaba a un lado de la escalera.
- por supuesto Esteban- le dije preocupada.
- Lo siento, no pensé que Felipe se molestaría así, no debió comportarse de ese modo- dijo el, era tan agradable, tan preocupado << solo deja tus planes de conquista fuera de sus pertenencias>> recordé y me pregunte vagamente si era cierto lo que él había dicho, y solo se comportaba así por sus "planes de conquista", aunque el no solo había sido así conmigo, también se mostraba muy atento con Marcos y Franco, así que borre mis pensamientos enseguida.
- No te preocupes, espero no causarte más problemas- le dije para tranquilizarlo
- Tú no podrías causar problemas niña, sino todo lo contrario.- dijo guiñándome un ojo.
- ¿Que hacen ahí ustedes dos?, vengan a cenar.- dijo Felipe detrás de mí, ¿es que siempre estará atrás mío como una sombra?, gire sobre mis talones y solo le mire los hombros, con lo que había pasado no tenía cara para mirarlo, sonreí bajando la mirada y caminando hacia el comedor seguida por los dos.
La cena fue animada, Esteban ya estaba más relajado y hablaba con Franco y marcos, Felipe por el contrario había vuelto a caer en el silencio, solo hablaba solo lo justo más por cortesía o para corregir alguna historia de Esteban, resultaba ser que esteban tenía 26 años, era abogado y uno muy reconocido por lo que contaba, pero se dedicaba a llevar las empresas de su hermano de 32 años, Felipe era dueño de varias y diferentes, inmobiliarias, consultoras y venta de vehículos, yo lo miraba y parecía preso en sus pensamientos, mirando su plato vacío, tenía una mandíbula perfecta, la camisa que usaba hacía notar sus brazos marcados, dedos largos que jugaban con el tenedor, y ahí estaba, mi respiración se detuvo, en su dedo anular brillaba una gran argolla de plata, que brillaba al mismo tiempo que movía su mano, que como si nada se detuvo , subí mi mirada hacia su rostro y estaba mirándome directamente a los ojos, me había pillado mirándolo, y eso era vergonzoso, mucho, pero no quite mis ojos de los suyos, frunció levemente las cejas como preguntándose que estaba pensando, pero solo opte por volver la vista a mi plato para comer el ultimo trozo de pollo que me quedaba.- ¿Te sucede algo Liliana?- pregunto secamente Felipe desde su puesto, levante mi vista y ahí estaba, aun clavándome con sus ojos.
- No, Felipe, estoy un poco cansada eso es todo- dije mirándolo de la misma forma a los ojos, como es posible que alguien casado lleve a una chica a vivir a su casa, <<una chica sin hogar, junto a su hermano y su amigo>> me dijo mi entrometido yo interior.
- Puedes ir a descansar si deseas Lili, no te preocupes – dijo Esteban rompiendo el contacto entre yo y Felipe.
Gracias Esteban, eres muy gentil, buenas noches a todos- y levantándome de la mesa subí a la habitación.

YOU ARE READING
Si fuera por mi.
Novela Juvenil*Si Fuera Por Mi* "¿Dejarías tu vida por conseguir una diferente?" Lili, una chica guapa e inteligente, que a pasado toda su vida en un pequeño pueblo alejado de las grandes tecnologías, donde se rige por lo tradicional , a cumplido veintiún año...