Capítulo 3.

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El día paso volando. Y con eso me refiero a TODO regresé a casa y mi madre me recibió abrazandome nerviosa.

— Que bueno que regresas hija mía. Bueno... yo te quería presentar a... Len. Len, ella es mi hija Ryler.

— Un gusto. —Vi a alguien levantarse del sofá, cuando lo vi bien, quede sorprendida, unos cabellos dorados aterrizaban en su frente mientras me miraba con esos ojos azules más profundos que los del chico de mi salón. Tomo mi mano y la estrecho, yo no podía dejar de mirar sus ojos, el tampoco dejaba de mirarme. Alto, Ryler, es un adulto, odias a los adultos tanto como a la miel. No te dejes llevar, es solo uno más, esto no debe cambiar tu vida. ¡NO PUEDE!

— ¿Otro? —Dije con la cabeza baja mientras soltaba una risa psicópata.

— ¿De que hablas hija? —Dijo mi madre, se sentía en el aire como estaba de asustada.

— ¿No recuerdas... lo que pasó la última vez? —Murmuré a lo bajo.

— Hija eso es el pasado.

— No. Eso... ¡¿COMO PUEDES DECIR ESO DESPUÉS DE QUE ESE MALDITO DESGRACIADO ME VIOLARA A MI Y A MI HERMANA?!

Pude ver el rostro de Len sorprendido. Mi madre se quedo callada y agacho la cabeza. De pronto pude oír como sollozaba.

— Mamá... perdona, es que yo...

— Tienes razón hija. —Levantó la cabeza y me miro, su rostro estaba cubierto de lágrimas y sus ojos enseguida se pusieron rojos a causa de las lágrimas que brotaban de estos.— Pero... pero solo dale una oportunidad. ¿Si? Estoy... estoy segura que... que esta vez todo será diferente. Todo cambiara... nuestras vidas... Ya... ya no dejarás que nadie más toque tu cuerpo. ¿Esta bien?

¿Cómo se atrevió a decir eso enfrente de Len? Lo mire, noté que el también me miro y me dedicó una sonrisa. Pero esta sonrisa era extraña, mire sus ojos y vi un pequeño brillo. ¿Qué significa?

Tengo unas ganas de saber lo que piensa, y yo se como conseguir que me hable, pero a ruegos y en la cama.

— Bueno, ¿recuerdas a Elizabeth? —Habló mi madre.

— ¿La tía Elizabeth? —Pregunte yo.

— Si esa misma. Le iré a ver, ¿bien? Tu hermana llega pronto, así que esperala, y si puedes, has la cena, Len se quedará esta noche aquí, prepara su habitación también, y si tu hermana pregunta, le dices que es mi novio, ¿entendido?

— ¿Alguna otra cosa? —Pregunté.

– No. Bueno, me alegra que lo hayas entendido. Me voy, así que estas a cargo.

Se acerco y beso a Len en los labios. Yo solo mire callada. Se fue y me quede sola con el.

Solos.

El Sueño De Un Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora