Lucía maduro y tenso, como si hubiera trabajado horas antes de entrar al club.
Tenía el cabello peinado hacia la izquierda y se podían notar pequeños rulos en su nuca, mientras la música sonaba pude ver cómo se aflojaba un poco la corbata y se disponía a beber algunos tragos con los que supongo, son sus amigos.
Todos visten traje y están apoyados en sus maletines mientras hablan animadamente."Lenn"
"¿Si?" Dejo de mirarlo y dirijo mi mirada a Maggie, una de las cuatro amigas que me habían prácticamente arrastrado hacia el club.
"No luce de 22" ella ríe mientras observa al tipo sentado al fondo del salón.
"Ya lo sé, no soy idiota."
Maggie le resta importancia a mi respuesta y continúa
"Tal vez deberías ir a hablar con él, puede ser que quiera adoptarte" Toma un sorbo de su margarita y comienza a reír.
La ignoro y sigo observándolo discretamente, sus largas manos sostienen el vaso que contiene su bebida y en el momento en que se lo lleva a los labios; me mira y sonríe, le indica algo al mesero que estaba situado justo detrás de él rápidamente, su mirada recorre mi rostro y lo poco que lograba observar de mi cuerpo para después dejar de observarme y adentrarse una vez más en la conversación en su mesa.
"Es sexy" reconoció la chica sentada a mi costado, como si yo no lo hubiera notado.
Seguí mirándolo discretamente hasta que algo obstruyó mi campo visual.
"Aquí tiene" se dirigió a mí el mesero educadamente mientras dejaba una bebida justo frente a mí. Yo no había ordenado nada, ni siquiera había estado en la barra.
"Disculpe, no ordené nada" logré decirle al joven que me había entregado el trago antes de que se fuera.
"El hombre de al fondo me pidió que se lo entregara" me sonrió y se dirigió de manera rápida a otra mesa que trataba de llamar su atención desde hace ya unos segundos.
Cuando verifique que mis amigas no se habían dado cuenta de lo que acababa de suceder, me dispuse a buscar con la mirada a la persona que había ordenado la bebida.
Y lo vi, mirándome fijamente con una sonrisa tímida en el rostro. Logré calcularle unos 35 años, era bastante creepy, pero no lucía como una persona con malas intenciones.
Algo que me dijo mi madre desde la primera vez que me vio alistarme para irme a un club fue "No aceptes bebidas de extraños, por más lindos o amables que sean" y, este día, no sería la excepción, dejé la bebida a un lado y me dediqué a entablar una conversación con mis amigas, no sin antes haber agradecido con la mirada al hombre en el fondo.
"No aceptaste el trago que ordené para ti"
•Aquí está el primer capítulo:) espero les haya agradado y comenten qué les pareció. Las amo muchísimo.
Gracias millones por leer y darle una oportunidad a esto.