No es que la compañía de Ashton me hiciera sentir incómoda o me disgustara, en realidad me sentía feliz de estar con él, pero por otro lado, Audry y Aaron me hacían dudar de mi increíble capacidad de soportar malos modos, lo que me hizo sentir totalmente fuera de lugar durante las horas que llevaba en su casa incluyendo parte de la cena.
El sonido fuerte de los cubiertos contra los costosos platos aumentaba mientras la mirada burlona de Audry se dirigía a mí de vez en cuando, pareció notar lo mucho que este me causaba molestia, por lo que no paró de hacerlo hasta que Ashton que estaba sentado a mi derecha habló.
—Haces demasiado ruido, Audry.
—Lo siento—mordió el interior de su mejilla en el fracasado intento de ocultar una risa y se llevó un bocado de su cena a la boca en silencio.
Mi espalda fue cede de los escalofríos que me causaron el haber pensado en lo mucho que se parecía esta cena a la que habíamos tenido con Clarisse hace algunos meses, pero claro, con aún más silencio, comida menos apetitosa y sin ella.
Hubo en momento en el que Ashton habló con los niños acerca de la escuela, en ocasiones dirigía la mirada hacia a mí y sonreía, tomaba mi mano debajo de la mesa y pedía mi opinión frente a distintas cosas. Yo sonreía en su dirección y contestaba con un simple "sí" o "no" cuando lo ameritaba y si la respuesta requería de más palabras, formulaba la oración más simple en mi mente y hablaba mirando hacia el plato o alguna zona de la casa, temía que viendo mi semblante, me preguntara si algo andaba mal.
—Dijiste que estabas de acuerdo con venir y quedarte algunos días—habló Ashton de repente, después de que los niños se despidieran amablemente de él y de mi a regañadientes.
Acomodé la silla en la que estaba sentada y tomé los platos apoyados en la barra para poder llevarlos a la cocina.
—Y lo estoy.
—No hablaste cuando estábamos cenando
—No tenia nada interesante que decir
Él soltó una carcajada mientras guardaba los individuales en un pequeño cajón y se apoyó contra este, mirando cómo tiraba los restos de comida de los platos en el cesto de basura.
—Siempre tienes cosas interesantes que decir, Lenn.
—Hoy fue una excepción
Él me miró y frunció el ceño.
—Dime qué pasa—se quedó en silencio unos segundos, sabía que volvería a hablar, así que preferí quedarme callada.—¿Es por ellos?
Pasé saliva por la garganta, lo que pareció escucharse por toda la habitación debido al silencio tan abundante.
Ashton suspiró hacía el otro lado, lo suficientemente bajo como para que yo apenas pudiera escucharlo.
—Siento que no logramos...congeniar—hice un ademán con las manos entrelazándolas frente a mí y asintió mientras mordía el interior de su labio inferior.
—Nunca logran "congeniar"—susurró mientras con los dedos índice y medio hacía comillas.
—Ellos no son el problema, Ashton.—me acerqué a él con el propósito de acariciar su hombro, pero se alejó unos centímetros.— Tal vez no estén listos para que su padre tenga una novia...