Llame a Alexia para contarle lo sucedido, en menos de 15 minutos estaba en mi departamento leyendo todo lo que estaba en la caja, tampoco se explicaba lo que sucedía y como estas cosas habían llegado a manos de alguien si todo absolutamente todo había sido quemado.
-Isa, mira yo creo que es momento debido a que saben dónde vives que vayamos a hacerle una visita a todos en el gimnasio, deben saber que, aunque hace años que estas inactiva, sigues siendo la misma, aunque no sea así- dijo lo más sería posible, puse mala cara a un sabiendo que era lo mejor, nadie sabía que me había retirado solo que había desaparecido.
-Yo también lo pienso, pero no sé si estoy preparada para revivir tanto mi pasado, han pasado 4 años, cuatro putos años-Dije seria enojada y todos los sinónimos posibles.
-Sabes que yo iré contigo, siempre apoyándote y que más temible que las dos volvamos juntas como en el pasado- Dijo esto con un brillo especial en los ojos, algo que no veía hace cuatro años.
Ese día planeamos todo, absolutamente todo, aunque lo incierto era quien estaba a cargo ahora que yo no estaba, quienes quedaban y que querían de mí, un pensamiento que se vino a mi cabeza era que, si yo estaba en peligro y sabían toda mi historia, también saben de ella, un temor horrible se apodero de mí, No había pensado en ella en 4 años.
Quedamos de ir el mañana sábado, día que estaría más repleto, claramente si todo seguía siendo como hace tiempo atrás, esperaba que si porque así no tenía que repetir la visita más de una vez.
Sábado en la mañana, nos vestimos con la ropa que estaba olvidada en la parte trasera del vestidor, jeans negros con orificios, top blanco y una linda y tierna chaqueta de cuero con tachas que daban la impresión de niña mala, y para terminar unos lindos tacones negros, se miraron al espejo y rieron, se veían exactamente igual que hace años atrás, solo un poco más maduras y con un título universitario.
Llegamos al edificio que se encontraba en el mismo lugar sin embargo ahora era más moderno, y como era de esperar muchos autos y motos estacionadas fuera, tomamos el aire necesario para darse ánimos, no sabíamos lo que nos esperaría dentro, atravesamos las puertas y todas las vistas se fijaron en nosotras, todo seguía igual, aunque algunas que otras máquinas nuevas sin embargo seguía siendo el mismo cuadrilátero.
-Volvieron-Dijo una voz sorprendido y con un aire de miedo.
-Solo diré una cosa, quién me busca me encuentra-Dije con ese tono de voz severa que no escuchaba desde mucho tiempo atrás.
-Quien quiera que se atreva a seguir tras mis pasos y amenazarme no dude un segundo que estará bajo 7 metros en menos de lo que piensa. -Dije mirando alrededor.
-Ahora nos dirán quien está a cargo-Dijo Alexia en el tono que tanto la caracterizaba en el pasado, Perra resentida.
-Niñitas, ustedes ya no dan miedo, no sé qué las trajo por estos lados, pero es mejor que se vayan por donde vinieron antes de que llegue León y sean ustedes las que estén bajo 7 metros- Dijo Albert lo recordaba era parte de mi círculo de confianza antes de que todo pasara.
-Albert querido solo venia a advertir, y como ya lo hice ahora me retiro y dile a ese tal Leon que si quiere seguir rugiendo será mejor que se aleje de mi-Di media vuelta dispuesta a alejarme encontrándome con unos ojos azules profundos que me miraban con el ceño fruncido, con unos brazos tatuados, una espalda de ensueño y con esa cara y cuerpo de ensueño no dude ni un minuto de que él era León por la forma despectiva que nos miraba.
- ¿Así que la famosa Isadora tuvo las agallas de venir a mi gimnasio, después de todo lo que hizo? -Pregunto con su voz dura y ronca que no hizo nada peor que despertar a mi fiera interna que estaba en modo siesta prolongada.
-León no? - Pregunté a lo que al asintió – Querido TU gimnasio, sigue siendo mío, si mis abogados no mal me recuerdan cada tres meses- Mentí, si seguía siendo mío, pero no tenía abogado- Que ahora tu estés a cargo es diferente, pero ahora eso es lo que menos me interesa, lo que venía a decir lo dije y ahora me retiro.
-Isa, será mejor que te vayas y no vuelvas por estos lados porque no respondo si sigues amenazando a mis muchachos- Dijo esto y nos abrió la puerta.
Llegamos al auto serias, sin embargo, ya dentro nos miramos y la risa que teníamos no la podíamos para, salió mejor de lo que pensábamos.
-Seguimos teniendo nuestro toque nena- dice Alex, yo asiento y seguimos nuestro recorrido a mi departamento.
Llegando había un sobre pegado a la puerta, nos miramos temerosas y lo abrí para saber que había en su interior y solo había una nota con una frase:
"Cuidado, ella no tiene protección"
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Hola hola denuevo
Gracias por leer y si tienen alguna sugerencia por favor decirme y yo la arreglo.
saludos
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Dueño de mis Demonios
Chick-LitÉl era quien podía salvar sus demonios. Ella era lo que necesitaba para calmar su agitada vida. ¿Cada uno será la salvación del otro? ¿Fuego + Fuego provocará más Fuego?