La Verdad Incómoda

1.3K 81 46
                                    

Parte 4 – La Verdad incómoda

Mikey y Leonardo habían sido los primeros en llegar a la alcantarilla, confiados en que Donatello y Raphael devolverían a Casey a su casa y sin saber que estaban allá arriba intercambiando besos por información... o algo así.

Y aunque alguno de los dos lo hubiese sabido, por lo menos en el caso de Mikey no habría alcanzado para distraerlo del nerviosismo que tenía. El más joven de los hermanos caminaba junto al de bandana azul en silencio, aferrando su patineta bajo el brazo, y dispuesto a escabullirse de él en cuanto tuviera oportunidad.

Leonardo se dio cuenta de lo tenso que estaba el ambiente entre ellos y trató de alivianarlo un poco:

_ ¿Vamos a entrenar juntos mañana? _preguntó, como quien no quiere la cosa.

_ Qué opción tenemos... _gruñó el de ojos claros, alejándose un poco del mayor al divisar la puerta de su habitación.

"¡Libertad...!" celebró, estirando la mano hasta casi tocar el picaporte. Pero a Leonardo no se le escapó el intento de huida de Miguel Ángel...

_ ¿Adónde vas? _quiso saber, apoyando una de sus enormes manos en su hombro con pecas_ Aún tenemos que hablar...

_ ¡No eres mi Leo! _el de ojos claros se retorció, dejando bien claro que no quería que Leo lo tocara.

_ Mikey...

_ ¡No puedes darme órdenes y no quiero hablar contigo de nada! _insistió el menor, abriendo la puerta de su cuarto.

Lo único que el de pecas deseaba con todas sus fuerzas era deshacerse de Leonardo, y casi parecía que lo iba a conseguir... hasta que escuchó esa pregunta:

_ ¿Por qué me odias, Mikey...? _Leonardo lo había dicho sin ánimos de acusar a nadie. Aquella pregunta sólo había sido un suspiro triste y preocupado, que sirvió para dejar al menor de los dos en silencio un momento.

_ N-no te odio... es sólo que no te conozco. _trató de explicarse el de bandana naranja, comenzando a sentir unas punzadas de culpa.

_ No te has molestado en conocerme... No soy ciego, se nota a la distancia que no quieres saber nada conmigo... _respondió el más alto_ ¿Es porque Splinter me pateó el trasero en el entrenamiento de hoy...?

_ ¿Qué? ¡No! _Mikey se alejó de la puerta de su cuarto_ ¡Es porque te negaste a pelear conmigo! _explicó_ ¡Crees que soy un bebito indefenso al que no debes lastimar, igual que mi propio Leonardo!

Leonardo pestañeó confundido por un momento:

_ Yo no creo que seas un bebito indefenso... _aseguró_ No quise pelear contigo porque... trataba de impresionarte. _admitió, bajando la mirada_ He tratado de impresionarte desde que llegué.

_ ¿Por qué...?

_ Porque quería ser tu amigo... _de no haber estado oscuro, se habría notado que Leonardo estaba levemente ruborizado_ Extraño tanto a mi propio Mikey... He pasado algunas cosas complicadas últimamente y necesitaba hablar con alguien... _suspiró, tristemente_ Me hace falta hablar con un amigo...

Mikey se quedó sin habla, sintiéndose cada vez peor a cada segundo que pasaba. Ese Leonardo se veía tan triste y necesitado... ¿Qué sería aquello que pudo hacerlo sentir de ésa forma?

_ Mi propio Michelangelo suele hacer de confidente... es tan dulce y amistoso. _Leonardo suspiró y se enderezó, ya resignado a que ésa versión de Mikey no quería hacer las pases con él_ No importa... Me iré a dormir.

TMNT al CuadradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora