001

3.3K 268 55
                                    


Beatrix suspiro de manera muy leve mirando los ojos rojos de la niña que le observaba curiosa y cada cierto tiempo miraba hacia otra dirección no sabiendo a donde se dirigirían. Lucia un sencillo vestido negro con encaje blanco algo pomposo y de estilo victoriano, mientras en su cabeza sobre su corto cabello rubio cenizo había una diadema negra.

La mujer inhaló un poco al ver a sus hijos sentados donde ella solía tomar el té. Mientras su adorado Shû miraba tranquilo en todas las direcciones -seguramente en busca de algo con que entretenerse-, Reiji leía atentamente un libro de buen tamaño.

— Shû — Llamo la atención de su hijo mayor en cuanto estuvo lo suficientemente cerca. El aludido se levanto con una leve sonrisa esperando que así su madre hablase. —... Reiji — Ocultando la sorpresa que sintió al ser llamado, el menor alzo su rostro con un porte relajado y observo atentamente a su madre.

— ¿Si, madre? — Shû se aproximo con tranquilidad hacia su progenitora mientras Reiji se mantenía inmóvil en su lugar, no quería que por algún motivo alguna acción de su parte molestase a su madre y perder así la atención que por primera vez le estaba dedicando.

Ambos niños entonces parecieron notar al infante femenino en brazos de su progenitora. Reiji se mantuvo impasible al tener conocimiento de la situación.

— Quiero que la conozcan — Esa fue una señal para Reiji que al notar como con aquello se refería a ambos se levanto con elegancia de su lugar y con pasos lentos y ágiles se acerco a su progenitora. — De ahora en adelante me haré cargo de ella — Informo con un semblante serio.

En silencio evaluó la reacción de ambos niños. Mientras su adorado Shû mostraba leve sorpresa en sus ojos, Reiji se mantenía impasible y observaba tranquilo a la niña en sus brazos, estudiándola ahora que podía verle más de cerca. Admitía que esperaba esa reacción en su hijo mayor.

— ¿Como se llama? — Una muy leve sonrisa tiro en los labios de la mujer al notar como su hijo mayor mostraba curiosidad hacia la pequeña niña, era más de lo que necesitaba. Mientras Reiji se mostró atento, era conocedor de la niña y que representaba, más no sabía cómo era nombrada.

— Su nombre es Obsidiana y tiene un año — Eso si logro sorprender al menor, sin embargo no dejó que se notara. Hizo cálculos de la edad que se llevaba su hermano mayor y aquella infante, cosa que le hizo sentir confuso.

— ¿Puedo saber la razón, madre? — Se atrevió a hablar el menor demostrando toda la educación posible en cada palabra y en el porte que mantenía, era su oportunidad de ser notado.

Beatrix poso su mirada en el, era cierto que deseaba que su hijo mayor preguntase aquello, sin embargo la pregunta era oportuna y notando que su pequeño orgullo no parecía dispuesto a cuestionar sobre eso suspiro muy levemente.

Sera la prometida de Shû — Informo con un semblante tranquilo. Los hermosos ojos azules del rubio, tan parecidos a los suyos se expandieron a toda su capacidad y por instinto el niño retrocedió un pequeño paso observando a su progenitora y a la niña simultáneamente.

¿Mía? — Shû se mostró confuso e inevitablemente hizo una mueca al notar como su madre asentía. Reiji observaba ese comportamiento con indiferencia. — Pero madre... — Quiso renegar a aquello, el contaba con ocho años y aquella infante era tan joven que no lo veía posible ni a futuro.

Reiji se contuvo de hacer una mueca mientras observaba a su hermano mayor. Si fuese él a quien se le informaba eso, con gusto abría aceptado la voluntad que imponía su madre sobre el sin siquiera dudarlo un solo segundo.

No cuestiones Shû — Beatrix le observo con una expresión dura y luego relajo nuevamente su semblante a uno inexpresivo pero relajado. — No solo necesitas convertirte en un hombre ejemplar — Acoto con firmeza mientras el rubio solo le escuchaba atentamente y cabizbajo. — Si no también tener a tu lado a una mujer ejemplar — Musito de manera final.

Aun cuando esas palabras no iban dirigidas a él, Reiji les escucho con absoluta atención grabándose cada detalle de aquella información, sintiendo que ahora tenía otro punto más para en un futuro ser notado por su madre; Conseguir una mujer ejemplar como lo sería la prometida de su hermano.

... Si, madre — Shû finalmente aceptó rendido lo que su madre imponía, y la mujer satisfecha tiro con levedad la comisura de sus labios en una sonrisa.

Ten, sujétala — Beatrix se inclino para dejar con cuidado a la infante en los brazos de su hijo, indicándole como debía sujetarla. — ¿No es linda tu prometida? — Obsidiana miraba atenta y con la curiosidad de todo niño al rubio, quien solo sonrió a medias observando a la pequeña.

Reiji sintiéndose acostumbrado a ser excluido por su madre se permitió mirara atento desde su lugar el infantil rostro de la niña. Realmente era linda como una muñeca de porcelana, sobre todo con esas prendas. Notaba cada rasgo de la pequeña y hasta como esta al sonreír permitió que un pequeño par de colmillos fuesen apreciados. Reiji pensó que su hermano mayor era afortunado por su prometida.

Reiji observo atento el rostro dormido de la actual novia sacrificio que tenia la mansión, Yui. La rubia de ojos rosas estaba inconsciente en uno de los sofás de la sala mientras el pelinegro le observaba con desaprobación luego de haberle examinado.

—... — Observo meticulosamente los rasgos de la rubia, comparándolos con los de cierta rubia ceniza de su pasado. Luego su entrecejo se arrugo y con elegancia ajusto sus anteojos — Tonterías — Suspiro irritado.

— Nfu~ ¿Que le sucedió a Bitch-chan? — Siquiera se mostró sorprendido de que el mayor de los hijos de Cordelia estuviese observando sentado en el respaldo del sofá. Solo alzo la mirada y le analizo cortos segundos.

— Otro desmayo por anemia — Respondió con indiferencia mientras ajustaba sus guantes regresando su atención a la débil chica.

— Tiene el olor de Shû — Raito miro curioso a la rubia y Reiji asintió con indiferencia observando aquellas marcas en el pálido cuello de la joven — A Ayato-kun no le gustara esto~ — Canturreo sonriendo travieso.

— Es la novia sacrificio de todos — Reiji se mostró inmune ante aquel comentario y dijo aquellos de manera seca.

— ¿No crees que últimamente Shû busca mucho a Bitch-chan? — Raito le observo empleando un gran mueca de curiosidad, Reiji le miro de reojo ante esto — Yo creo que le interesa~ — Sonrió juguetón mientras sus ojos brillaban seguro planeando alguna travesura.

Reiji le observó con indiferencia antes de observar a la chica rubia y chasquear su lengua.

«Es bueno para nada ya tiene a alguien.»

Toda una dama ▶Reiji SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora