Contigo tengo todo lo que necesito.

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La chica llevaba echa un ovillo en la cama varios minutos, a su alrededor desparramadas habían cartas, fotografías, una botella de perfume, flores secas, tickets de cines, parques, unas llaves, la chica se abrazaba a una camisa blanca y raída, estaba anocheciendo y los pocos que se acercaron a darle el pésame ya se habían marchado, cerro los ojos y cayo dormida.



-Mierda- Exclamo la rubia mientras una chica en bicicleta chocaba de frente con ella, dándole vuelta el café encima sobre la blusa blanca.



-OH por dios perdona- la chica se acomodaba el caso con sus manos enguantadas, saco un pañuelo de su bolsillo y se lo ofreció- perdona, lo siento, se me ha cortado el freno de la bicicleta y no alcancé a frenar.



-¿Y tienes que andar sobre la acera?- la rubia tiro el vaso al basurero y luego recibió el pañuelo con el cual intentaba limpiarse la camisa sin éxito alguno- ¡Genial!- dijo enojadísima- A la mierda la entrevista, no puedo aparecer así.



-Lo siento mucho- respondió compungida la ciclista, la rubia le devolvió el pañuelo.



-No te preocupes no era la gran entrevista- se acomodo el bolso en el hombro y le dio una ultima mirada a su camisa, luego miro a la chica- Cuidado con ese freno.



Dicho esto comenzó a caminar a la parada de buses, la chica de la bicicleta seguía en ese lugar, observando la taza de café ahora vacía y desechada, se bajo de la bicicleta y camino donde la chica.



-¿Puedo invitarte un café?- le dijo poniéndose a su lado.



-No es necesario- respondió la rubia.



-Si lo es por favor- la chica junta sus manos- es lo menos que puedo hacer, luego de haberte saboteado una entrevista que no es la gran cosa- dicho esto le sonrío



-De acuerdo- respondió la rubia poniendo los ojos en blanco- Vamos.- la ciclista le sonrío y comenzaron a caminar de vuelta a la cafetería.



-A todo esto- la ciclista extendió la mano- Me llamo Lexa.



-Clarke- respondió la rubia tomando su mano.



Cuando Lexa despertó ya era de noche, volvió a mirar la pila de recuerdos que tenia, se paro frente a la cama y se restregó los ojos, mientras miraba las flores sobre la cama se quitaba la ropa del funeral.



-Hola- Lexa se acerco por detrás a la rubia y puso un ramo de flores delante de sus ojos.



-¡Hola!- respondió la rubia con la misma animosidad, se dio vuelta y le dio un beso en la mejilla- ¿por que las flores?



-Bueno solo para felicitarte por tu nuevo empleo- Lexa continuaba con las manos extendidas, Clarke recibió el ramo no sin antes pasar a llevar los dedos de Lexa, ambas se sonrieron para luego correr la mirada sonrojada.



-Gracias Lexa, son hermosas- Clarke olio las flores y cerro los ojos, Lexa sonrío con ese gesto-¿Vamos?

Clexa One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora