¡No me Molestes! [707 x MC4] (MysticMessenger)

✝ Eight ✝

-¿Qué? ¿Es una mala idea?

-No es que lo sea- Comentó Yoosung agitando sus brazos nervioso y escondiéndose debajo de un a silla- Pero no le veo buen final a esto.

-Odio admitirlo, pero creo que Yoosung tiene razón- Agregó Jaehee sosteniendo unos documentos con una gota en su cabeza.

-Gracias, amigos de toda la vida que me tienen confianza- Reprochó Zen subido a una mesa enfrente de otras.

-¡Tampoco es que no la tengamos!-Gritó Yoosung desde abajo- Es sólo que ¿Ahora se te ocurre practicar un movimiento para tu próximo rol?

-¡Por supuesto! ¡Es un rol muy importante para mí y para mi carrera!

-P-pero Zen...-Trató de argumentar Jaehee, pero no encontraba palabras adecuadas para no molestar a su ídolo.

-Sin peros, lo haré ahora-Dijo Zen apunto de lanzarse a las mesas.

-¡No Zen!-Gritó Jaehee apunto de tirar los documentos.

-¡No lo hagas! ¡Te daré la última bolsa de HBC que tengo!

-¡Ni madre, eso yo no com--Aunque no terminó por quejarse ya que cayó mal en una de las mesas y tiró las demás causando un desastre completo en el lugar donde estaban los tres.

La escena terminó en un Yoosung temblando debajo de una silla, una Jaehee pegada a una pared y un Zen tirado entre el desastre probablemente con unos huesos rotos.

Un día normal para estos tres.

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En una habitación de invitados, MC dormía plácidamente sobre el colchón, nunca pensó que hasta una cama para invitados serias más cómoda que la de ella.

Dabria se asomó por la puerta con una mirada maligna, al parecer no pasó nada malo en haber estado junto a Jumin, su borrachera se había calmado y el sol había salido presentando un nuevo día ¿y qué mejor que despertar a tu mejor amiga de una manera peculiar?

La pelirroja ser acercó a la cama mirando a la morena dormir de espaldas a ella, carraspeó un poco y se acercó al oído de MC.

-¡¡DESPIERTA MC SON LAS 7:07 AM!!-Gritó haciendo énfasis en el número nombrado.

-¡Conchetu-

MC se tambaleó para luego caer de trasero de la cama enredada con las sábanas.

-¡Dabriaa~!-Chilló antes de darse cuenta de que la nombrada ya se había ido.

Dabria corrió hasta llegar a las espaldas de Jumin ocultándose en ella, el azabache la miró raro.

-¿Dabria? ¿Hay algún problema?-Preguntó acomodándose la manga por centésima vez a la mañana.

La ojiverde reía acurrucada a sus prendas, hasta que se escuchó unos golpes en la puerta, las risas cesaron.

-Pase- Habló Jumin dejando entrar a unos de sus guardias.

-Mr.Han, un chico está en la entrada, dice que es parte del RFA y su nombre es "Luciel".

Jumin agrandó un poco sus ojos por la sorpresa mientras que Dabria quedó de piedra al escuchar ese nombre.

-¡Dabria! ¡Dónde estás-

MC, saliendo de la habitación, no pudo terminar las palabras debido a que la nombrada corrió a taparle la boca y llevársela de vuelta a la habitación, al soltarla, la castaña la miró molesta.

-¡Dabria te voy a mata-

-¡Shhh! ¡No debes de hablar!-Le respondió- ¡Luciel está afuera del edificio y creo que va a entrar!

-¡¿QUÉ?!-Gritó MC aunque otra vez fue callada por la mano de la ojiverde.

-¡Que te calles!-Le reprochó.

-¡Hey JuJu, cómo te va!-Las dos mujeres escucharon una voz masculina además de la de Jumin.

-Escucha MC, yo saldré a saludarlo ¿Quieres quedarte?

-¡No pienso ni verlo! ¡Pero no me dejes!

-Quiero asegurarme de que no hable de ti, ahora déjame- Le dijo a la morena amarrada al brazo de Dabria.

Ésta la soltó molesta y le permitió salir del cuarto viendo a Luciel hablar con Jumin, sus ojos amarillos detrás de los lentes la presenciaron.

-¡Dabria! No pensé que estuvieras aquí ¿A qué vienes tú?-Habló colocando las manos en los bolsillos de su chaqueta negra y amarilla.

Dabria no se atrevió a poder responderle, aunque Jumin la salvó adelantándose.

-Vino a preguntarme cosas sobre la próxima fiesta ya que planea ir- Dijo con una mirada hacia ella y una pequeña sonrisa.

Dabria sonrió.

-¡Oh! ¡Genial!.....Pero Dabria ¿Puedo hablar contigo?-Su sonrisa se borró mientras la miraba un poco apenado.

-Uhm, claro- Contestó extrañada ante tal actitud inusual del pelirrojo según ella, nunca había visto su verdadero él, así que lo consideraba un tipo a alegre e hiperactivo sin saberlo.

-Bueno, me retiro a la cocina, ven Elizabeth- Dijo el azabache llevándose a la gata con él sabiendo que necesitaban privacidad aunque sea en su propio hogar.

Fue raro que Saeyoung no le haya dado ni la más mínima atención al animal que él tanto amaba, pero él estaba centrado en otra persona desde que vio a Dabria.

-¿Y bien? ¿Qué tienes que decirme?-Preguntó un poco nerviosa por la ausencia del azabache, el pelirrojo miró al suelo.

-Pues......¿Acaso.......tú......has visto a MC?-Terminó por decir. La ojiverde lo miró perpleja, no sabría responder a ello.

-.......Yo..........¿Por qué lo quieres saber? Se supone que ya no te interesa ella- Contestó cruzada de brazos.

-¡No! ¡No es nada de eso! ¡Dabria yo la amo, más de lo que crees!-Exclamó inmediatamente Luciel tomándola de los hombros- ¡Y por favor, necesito de tu ayuda para reconquistarla!

-P-pero ¿No la habías rechazado?

-Y-yo quería protegerla, querías alejarla de mí, pero fue un grave error, lo sé, y quiero recuperarla Dabria, recuperar su amor- Terminó por decir con una mirada melancólica.

Dabria no argumentaba palabra alguna, por lo que ella veía, Luciel no tenía intenciones de dejarla ir y parecía como si realmente estuviera enamorado de ella.

Miró hacia la habitación donde estaba la chica ¿Estaría bien ayudar a Luciel? ¿No la traicionaría?

Quedó un silencio en el ambiente, con una Dabria dudando y un Saeyoung desesperado apretándola de los hombros.

"¿Estaría bien ayudar a unir a una pareja tal vez dispareja?"

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Actualizaré los domingos a estas horas de ahora en adelante.