Eres Mío [Deercone/Westia] |EDITANDO|

Capítulo 1

Bueno antes de comenzar quiero decir que esta historia estará fuera de la serie, se desarrollará en un colegio.

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Era un frío día de invierno en Inglaterra, las calles estaban blanqueadas y escarchadas por la fina nieve que caía del cielo, entre esas calles se podía apreciar a un joven de aparentes veinticinco años, cabellos negros como la noche y ojos grises como nubes de lluvia, este caminaba por las frías calles con un ramo de rosas en sus manos.

Paró en una puerta y la tocó con suavidad, una joven de cabellos castaños abrió la puerta mirando a su prometido con un ramo de rosas.

— Jack, ¡Que hermosas! – Exclamó recibiendo gustosa el ramo de rosas en colores rojos y blancos, aunque claro, al poco tiempo dejó ver una sonrisa nerviosa.– N-No debiste tomarte la molestia, Jack...

— No es ninguna molestia complacer a tan bella dama –Sonrió galante besando la mano de aquella joven.– Te extrañaba, Lorna.

— Yo igual... –Dijo ella ahora con una sonrisa fingida.– No quiero sonar grosera, pero, ¿Ya te vas?

— ¿Acaso te incomoda mi presencia? –Preguntó un tanto molesto al ver la actitud de su prometida.–

¿Por qué preguntaba aquello con ese claro nerviosismo en su rostro? Era lo que pensaba Jack, eso hasta que escucho la voz de un hombre dentro de la casa llamando a su prometida.

— ¡Lorna! ¡Amor!, ya tengo hambre muñeca...

— ¿Quién es él, Lorna? –Le cuestionó Jack enojado al escuchar la forma tan familiar en la que le llamaba.– ¿Acaso no piensas responderme?

— No te interesa... –Contestó ella a la defensiva frunciendo el entrecejo.– Será mejor que te vayas, Jack, no estas en condiciones de hablar ahora...

Ella estaba por cerrar la puerta, hasta que aquel hombre se hizo presente, miro a Jack con desconcierto por un momento y abrazo a la joven por la cintura.

— ¿Quién es el preciosa? –Hizo aquella pregunta mientras la acercaba un poco más en su dirección.–

— Soy su prometido... –Contesto tajante ya perdiendo la poca paciencia que tenía.– ¿Quién mierdas eres tú?

— Tú no puedes ser su prometido –Aquel hombre cambio su mirar a uno más serio.– Porque yo soy su novio...

Jack abrió sus ojos con sorpresa y una fuerte irá se posó en su ser. Miro a quien era su prometida con una expresión de completo repudió, conteniendo las ganas que tenía de matar a alguno de los dos. Pero no, él era más civilizado que eso.

No valía la pena manchar sus manos por una mujer así.

— Vaya, Lorna... –Sonrió dando un corto bufido.– Yo creía que eras una buena mujer, que eras perfecta, pero veo que me eh equivocado... –Se dio la vuelta dispuesto a seguir su camino y solo añadió.– Lo nuestro se terminó. Y olvídate del compromiso, eso se cancela...

Y asi avanzó a paso tranquilo sin ver atrás, no le daría el gusto a esa mujer de verlo dolido y derrotado. Jamás le daría ese gusto a nadie, ya no más.

(...)

Al llegar a su casa, se quito la gabardina que llevaba puesta y camino hasta su despacho, sacando así una botella de ron del mini-bar comenzando a beberla, la mujer que mas amo en su vida, había resultado una vil y despreciable traidora.