10 años después...
Ya tengo 26 años, fue muy difícil mantenerme en pie luego de que Helena se fue, pero siempre tuve presente la promesa, es mas cuando Helena se fue quise ser mejor de lo que era, así que me puse a estudiar para entrar a la universidad y así poder estudiar la carrera que más me gusta, arquitectura. Elegí arquitectura por el bello arte que se utiliza al crear edificios y es que con mucha imaginación, tienes muchas posibilidades de crear y diseñar los edificios más hermosos y lujosos, yo tenía esa imaginación y es por eso que elegí arquitectura.
Fueron retos muy difíciles pero pude entrar a la universidad y aún mejor... logré terminar la carrera. Agradezco mucho a mis abuelos que me apoyaron y a mis tíos que me ayudaron en todo y es que yo vengo de una familia de arquitectos y se sintieron orgullosos al saber que su sobrino quería estudiar esa carrera.
Hoy en día mis abuelos ya no están conmigo, fue difícil de superar pero sé que ellos querían que yo esté feliz, ellos me apoyaron cuando más lo necesitaba y eso nunca lo olvidaré. Gracias a las influencias de mis tíos, no me costó nada encontrar un trabajo de lo que había estudiado y es que tener una mente joven, con lleno de ideas, sería muy bueno para la empresa. No me iba mal, no habían quejas y es que lo de ser arquitecto era lo mío, remodele un poco la casa de mis abuelos donde ahora era mi casa, pero aún me sentía vacío, en ratos extrañaba a Helena y es que gracias a ella pude ser la persona que soy ahora, si no hubiera sido por ella... No se que hubiera pasado con mi vida, veo que existen personas que pueden cambiarte la vida de un día para otro.
Un día cuando estaba visitando la tumba de Mamá, papá y de mis abuelos... me llaman al celular, era mi Tío Fernando, quería que vaya de inmediato a la empresa, que una arquitecta quería trabajar con nosotros y todos teníamos que estar ahí. Luego de terminar la llamada, me fui de inmediato a la empresa y al llegar presentan a la nueva chica, decían que había venido desde España y que teníamos la dicha de que ella haya aceptado trabajar con nosotros, pero lo que más me sorprendió fue cuando dijeron su nombre y es que la chica que había venido de España, se llamaba Helena... Helena Ruiz.
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Todo puede cambiar en un día
Teen FictionEsta historia nos relata la vida de Esteban Martínez, que poco a poco fue superando la pérdida de sus padres a tan temprana edad. Espero les sea de su agrado.