Cambios en mi vida

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1 año después...

Helena y yo estamos viajando a Caraz, lugar donde la llevaban a ella cuando era niña, así que como estamos de vacaciones estamos yendo para allá. Al llegar empezamos a ver el lugar e ir por todos lados, era muy hermoso, Helena me había dicho que de niña cuando venía a Caraz se iba a un lugar donde era todo colorido por las flores que conformaba una pradera, así que no dudamos ni un segundo y fuimos a ese lugar.

Al llegar ella tenía razón, la hermosura de ese lugar era impresionante, fue ahí donde me arrodille frente a Helena y le dije:

Helena, gracias a ti soy quien soy ahora, por ti entendí que la frialdad y aislarme de las personas no me iba a llevar a ningún lado, me di cuenta que tu eres la única en mi vida por la cual puedo confiar, demostramos que con el tiempo nuestro amor a ido creciendo y no hubo barrera alguna que pudo destruir esto; y es que sin más rodeos y en este hermoso lugar te tengo que preguntar... ¿quisieras casarte conmigo?

Ella se quedó sorprendida y con lágrimas en los ojos me dijo que si, que si quería casarse conmigo.

Días después regresamos a Lima y le contamos todo esto a la madre de Helena y a mis tíos, se quedaron muy sorprendidos, nos felicitaron e hicimos una fiesta. En serio no creía que esto me estaba pasando, después de mucho pude decir que soy feliz otra vez, día tras día era preparación de la boda y es que este día tan maravilloso sólo se repite una vez y lo queríamos hacer a lo grande.

Meses después...

Ya es el gran día, estoy parado junto al padre con todos los ojos mirándome, estoy ansioso, ya quiero ver a mi bella esposa. Pasan sólo segundos y Helena aparece vestida de blanco, se le ve muy hermosa, ya estamos los dos frente al padre y empieza decir las palabras, al terminar el padre dice las palabras clásicas...

Esteban Martínez ¿quieres recibir a Helena Ruiz, como esposa, 
y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

Yo no dudé ni un segundo y acepté y lo mismo hizo Helena. Fue hermoso escuchar la palabra "y ahora son marido y mujer, puede besar a la novia" ese beso en el altar fue un pacto donde sabíamos los 2 que estaríamos por el resto de nuestras vidas.

No toda la felicidad terminó ahí, días después cuando llego de trabajar a la casa, Helena me abraza y me dice que está embarazada, que la prueba de embarazo salió positivo, me quedé muy sorprendido y empecé a besar el vientre de Helena.

Así fue que empezó este hermoso cambia de mi vida, poco a poco veía crecer el estómago de mi esposa Helena, hasta llegar a los 3 meses y fuimos a ver que sería mi bebé, al llegar luego de unos pequeños procedimientos llegó a la conclusión de qué sería mujercita, Helena y yo estábamos muy contentos, sería una bebita... sería Diana.

Luego de llegar a la casa, empezamos ha arreglar el cuarto de la bebita, fui a comprar pintura, peluches y muchas cosas más para que cuando mi futura hija nazca, se sienta muy cómoda.
Y así pasaron los 9 meses volando, esos meses eran de antojos y más antojos hasta que un día la madre de Helena me llama diciendo que la está llevando a la clínica... Diana ya quería nacer.

Todo puede cambiar en un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora