Dos corazones nuevamente unidos por el destino

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Al terminar la presentación, me acerqué a ella y me presenté diciéndole mi nombre con la curiosidad de como reaccionaria y así comprobar si era Helena. Las manos me sudaban, nunca había estado tan nervioso en mi vida, cuando le dije mi nombre ella se sorprendió, me preguntó si era el chico que conoció a mediados de 5to de secundaria, yo le respondí que si y de inmediato Helena me abrazó.

Estaba tan sorprendido, no podía creerlo, después de unos 10 largos años me reencuentro con ella, nunca hubiera imaginado que pasaría esto y es que siento que la vida me vuelve a sonreír. No tenía palabras de como me sentía, es que al saber que era ella tuve una explosión de sentimientos que sólo atinaba a preguntarle como le fue en todos estos años, como fue que volvió y vino a parar aquí... Muchas preguntas pasaban por mi cabeza, preguntas que serían respondidas invitándola a comer.

Ya en el restaurante empezamos a charlar, ella me dijo que cuando llegó a España empezó a estudiar mucho para entrar a la universidad y estudiar arquitectura, me sorprendí porque ella había estudiado lo mismo que yo estudié, me empezó a decir también que fue muy complicado, que logró entrar a la universidad al segundo intento, luego de eso fue una lucha inmensa pero que pudo con eso y logró terminar la carrera.

Mi curiosidad me ganó y le pregunté porque regresó a Perú y cómo acabo acá. Ella me dijo que en España hubo una crisis muy fuerte económicamente, tanto que hicieron que su madre y ella regresaran otra vez a Perú a probar suerte, fue aquí donde ella al regresar a Perú empezó a buscar una empresa para poder seguir trabajando como arquitecta y es que en España tenía una buena reputación y fue así que llegó a parar en la empresa donde yo estaba... casualidades de la vida.

Luego de que me contó su parte de su historia, me tocó a mi contar la mía, le empecé a contar todo lo que me había pasado y luego cuando terminamos de charlar, la acompañé hasta su casa y antes de irme le dije que yo seguía viviendo en el mismo lugar de siempre, luego me despedí de ella y me fui a mi casa... un día inolvidable.

Luego de eso, Helena y yo empezábamos a salir cuando teníamos tiempo, pasaban los días y en una de las salidas le pregunté a ella si quería ser mi enamorada, ella se rió porque la primera vez fue ella quien me había dicho para ser enamorados, con risas en nuestras caras, aceptó ser mi enamorada y con un beso... regresó nuestra relación.

Todo puede cambiar en un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora