Papá ¿Ya llegamos?

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Semanas después...

Estoy devastado, todo esto es mucho para soportar, mi cama se siente tan vacía desde que Helena falleció, lo único que me mantiene en pie es mi pequeña bebita que con cuidados especiales le ayudarán a crecer normal. Hace días fue el entierro de Helena, fue igual de doloroso como el entierro de mi madre, ahora tengo miedo... miedo de que un día la vida me arrebate a mi bebé, a la cosa que ahora más amo en el mundo.

No trato de estar triste cuando está conmigo, dicen que los sentimientos de uno puede pasar a los bebés y yo no quiero que mi Diana sienta tristeza, prometo que haré feliz a Diana y es que eso hubiera querido Helena... Pero me cuesta mucho mantener una sonrisa cuando ella ya no está a mi lado.

Mi suegra ahora me ayuda con Diana, ella se encarga de cuidar a la pequeña mientras yo estoy trabajando. No quiero recaer a como era antes, no quiero que cuando crezca tenga un padre odioso y sin sentimientos, Diana me necesita al 100% y eso es lo que tendrá... seré un buen padre para ella. Todas las noches Diana me despierta con sus llantos, suerte que la mamá de Helena me enseñó a cambiar el pañal y cómo tranquilizar a la bebé, sobre todos los retos que hay... Siempre pensaré que ser padre es una bendición y es que papá me quería tanto pero bueno... el destino al final decidió que era su fin, yo cuidaré a mi hija como papá me cuidó a mi, con mucho amor

5 años después...

Ya han pasado 5 años y Diana a crecido mucho, hace 2 años Diana empezó a enfermarse seguido y es que cuando fuimos al doctor había dicho que el cuerpo de Diana era muy débil, tenía malas defensas y eso hacía que se enfermera más de lo normal. Esta enfermedad es muy rara y el doctor me dijo qué cada vez que se enfermara teníamos que controlarla, ya que la enfermedad no se vuelve peligrosa, si es que se controla.

Ahora Diana va al jardín y la pasa muy bien, es muy inteligente, aprende muy rápido las cosas, pero por su enfermedad falta mucho al jardín, pero a ella no le importa eso, se esfuerza en todo cada vez que va al jardín y es que me ha demostrado que es una chica fuerte.

Le conté a Diana sobre Caraz, sobre la colorida pradera por las flores qué tanto le gustaba ir a mamá, desde que le dije eso... Diana insistía todos los días en que la lleve allá, yo solo le decía que en su momento y es que en realidad no podía por su enfermedad.

Algunas veces me preguntaba como era la actitud de su mamá, yo le decía que era muy amable, fuerte, la mujer más maravillosa del mundo, que era su viva imagen... a Diana le dije que su mamá se fue al cielo porque Dios quería que haga algo en su reino, algo que ella no podía negarse, pero que nunca lo dude... ella siempre cuida de nosotros.

Días después, Diana me insistía mas de lo normal para ir al lugar que Helena le gustaba ir, Diana estaba un poco caliente pero ella me decía que estaba bien, yo resignado le dije que iríamos hoy día pero que sólo iríamos a ver el lugar y luego irnos, ella feliz aceptó.

Ya estábamos listos para irnos, no alistamos casi nada ya que sólo serían pocos días, la abrigue muy bien a Diana ya que hacía mucho frío y nos fuimos caminando hasta la avenida, en el proceso que caminábamos, yo le dije si quería subir a mi espalda y Diana me dijo que quería caminar por su cuenta, así que no le insistí y la dejé caminar. Sentía que su respiración era muy forzada y yo le decía que si se sentía mal que me lo dijera, para poder ir de inmediato al doctor.

Mientras estábamos caminando, Diana se tropieza pero por suerte yo la tenía de la mano, le dije que creo que era suficiente, pero ella decía que estaba bien, le volví a insistir que se subiera a mi espalda pero me dijo que así estaba bien. El recorrido hacía la avenida se hacía mas larga y es que Diana respiraba de una manera muy rara, caminaba muy despacio y nuevamente pierde el equilibrio y vuelve a caer... Pero yo estaba tomándole de la mano, así que la abracé y le iba a decir que regresaríamos a la casa pero ella me empieza a preguntar si ya estábamos en el bus, si ya habíamos llegado... la abracé mas fuerte y le mentí diciéndole que si... Que ya habíamos llegado al bus, luego me dijo que estaba oscuro, me preguntó si era de noche y yo con lágrimas en los ojos le dije que si, aunque en realidad eran recién las 10 am.

Se sentía que hacía un esfuerzo en hablar, Diana me dijo que me quería y yo le dije que papá también te quiere... en ese momento se siente que su cuerpo de Diana no se mueve... la empiezo a mover gritando su nombre pero ella no respondía, tomé su pulso y no se sentía nada... empecé a decirle:

Diana, por favor, despierta... Helena... por favor... salva a Diana... ¡Helena!... Diana no puede irse... Diana es la única que hace que mi vida tenga sentido... Diana reacciona por favor... No debí hacerlo... No debí haberte hecho salir de la casa en este estado... soy un mal padre... Diana reacciona por favor... ¡Diana!... en ese momento me desmaye.

Me despierto en el hospital y lo único que hice fue preguntar ¡¿donde estaba Diana?!... ¡¿donde estaba mi hija?!... Mi suegra llorando me dijo que Diana... había muerto.

Todo puede cambiar en un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora