capítulo 20 - obediencia -

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Chaerin sintió la leve caricia en su brazo, no sabía si había sido debido a esta o por sentir que el cuerpo que le abrazaba no era el de su amiga, que levantó la mirada de una forma sigilosa. Creyó que podría ser Soohyuk que había recapacitado, o quizás, al menos se había apiadado de ella pero para su sorpresa la persona que la abrazaba era la que menos esperaba. Su cuerpo tembló al contemplar los ojos marrones que le miraban ambiguos, en su interior tuvo ganas de volver a abrazarlo, pero su mente reprocho estas ganas por la simple razón de que aquel hombre era el causante de su dolor.

-¿Qué...qué haces tú aquí?

Su corazón dio un vuelco, al sentir como él se alejaba de su cuerpo, y aceleró las palpitaciones cuando la miro sin respuesta a su pregunta. Era imposible que él estuviera allí, sin embargo, estaba, estaba delante de ella y sin hablar. Tuvo ganas de devolver por la revolución que inducía en su estómago el solo hecho de verlo, pero envés de eso lo único que hizo fue expresar toda su rabia hacia él.

- ¡maldito! ¡Vete de aquí! ¡Estúpido! ¡Imbécil! ¡Vete!

Tenía ganas de pegarle hasta desfallecer. Por culpa de él había perdido todo lo que había logrado conseguir después de que su abuelo la localizara en el sistema de adopciones, por culpa de él su mejor amiga le había dado la espalda. La expresión facial de él cambio, el rostro sin expresión se puso seco, sus ojos parecían destellar rabia mientras ella seguía gritándole todo lo que le pasaba por la cabeza de tal forma que él no tuvo más opciones que levantarla voz, ya que pegarla sería la segunda opción, pero aun era un caballero para hacer tal cosa.

- ¡cállate de una puta vez!

La voz femenina se contuvo por unos segundos y cuando él creyó que salía victorioso Chaerin volvió a gritarle.

- no me voy a callar ¡vete de aquí! Te odio ¡ve…

No pudo seguir gritando las manos masculinas cubrieron su boca presionando tan fuerte que le hizo gemir de dolor. Jiyong apretó la mandíbula, odiaba que le gritasen y mucho mas una persona tan banal como era aquella chica. Miró serio al rostro de Chaerin viendo como se crispaba por intentar librarse, era patética, pero de alguna forma mirar la desafiante mirada de esa chica le gustaba. Agito la mano que tenía en la boca de ella para que esta le prestase atención y pudo ver toda la rabia que tenia dentro en sus ojos pero le daba igual, aquello era un negocio y nuca salía perdiendo cuando hacia negocios.

- voy a ser claro ¿entendido? – Chaerin se removió, podía sentir el gusto a sangre en su boca por la forma en que él apretaba esta, pero él no hizo caso, al contrario, apretó con más fuerza para que le atendiera- el bebe que llevas dentro es mío, lo sé, y lo quiero. Te pagaré, te daré lo que quieras pero me darás este bebe cuando nazca. ¿Entendido?

Pregunto sin interesarle mucho la respuesta, pues sabia cual era, una puta no se quedaba embarazada sin pensar en la cartea del padre del bebe. La soltó con brusquedad empujándola sobre la cama y girándose para salir, la conversación había finalizado, o al menos esto pensó.

- no te daré nada, este bebe no está en venta.

La voz de Chaerin era poco audible pero la rudeza con que dijo y las llamas de los ojos de ella, demostraba la determinación que tenia. Jiyong giro sobre sus pies y, por segundos, solo la miro hasta que una sarcástica sonrisa se dibujó en sus labios.

- no te lo estoy pidiendo, estúpida. Te digo lo que harás, no me importa lo que digas – se aproximo a ella quedando a escasos centímetros de sus rostros, con el fin de intimidarla- yo soy el que dicta las normas.

- yo no voy a tener a este bebe. Nadie me da órdenes, principalmente tú

Lo desafío como él lo hacía, aproximándose más para demostrar que no tenía miedo. Jiyong se quedo en silencio admirando la determinación en las palabras de ella, además que estar tan próximo a su rostro que lo hacía recordar lo determinados que eran, también, los rojos labios con lo cual se atormentaba cada noche mientras soñaba con ella. Por unos segundos tuvo ganas de besarla como en la noche que compartirán, pero en este momento no venia al caso sus deseos corporales, ahora mismo lo importante era su hijo y nada, ni nadie más. Con fuerza agarro el cuello de la chica como si la fuera a estrangular, y no faltaba mucho para ello pues ella ni podía vocifera.

Girl Woman ~Skydragon~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora