Capítulo 4

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- Te quiero mucho – miro la cara de mi pareja que está sonriente delante de mí. Me da un beso en la mejilla y yo se lo devuelvo.

- Yo a ti también. – estoy realmente enamorado, nunca había tenido esta sensación en mi vida, esta sensación de libertad y puro amor. Estamos abrazándonos tiernamente sentados en un banco en el parque. Llevamos aquí al menos una hora. El sol brilla en el cielo y de vez en cuando corre una brisa que refresca el caluroso ambiente de agosto.

- Podría pasarme el resto de mi vida aquí contigo, abrazados y enamorados sin ningún obstáculo entre nosotros. Ojalá esto no acabe nunca, porque no sé lo que haría yo sin ti mi amor.

- Esto no va a acabar nunca, ¿entiendes? Vamos a estar juntos para siempre, no voy a dejar que esto acabe ni una sola vez más, ya hemos pasado por demasiadas dificultades que han hecho nuestra relación cada vez más fuerte. Vamos a estar siempre unidos, te lo prometo. – me acerco y nos besamos dulcemente, estoy seguro de que esta vez es la definitiva, estoy seguro de que vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos porque es lo que los dos queremos. Y sobre todo porque estamos tan enamorados que...

- Axeeeel – escucho la voz de Emma, ¿qué está haciendo ella aquí? Tardo unos segundos en darme cuenta de que todo ha sido un sueño... Aunque mejor, dios que asco, no entiendo por qué he soñado eso de repente, espero no volver a soñarlo en mi vida.

- Qué pasa mama. Déjame dormir de una vez por todas. – estoy muy pero que muy cansado, daría lo que fuese por poder quedarme hoy en la cama en lugar de ir al instituto.

- Despierta ya Axel, vas a llegar otra vez tarde al insti, no puedes llegar dos veces seguidas tarde y encima en los dos primeros días de clase. Yo también estoy cansada y me he tenido que levantar temprano para ir a trabajar. – dice Emma con voz pausada, cosa que me sorprende.

- Ya voy.

- No, ya voy no, levántate ya, no quiero que vuelvas a llegar tarde. Hoy Natalie ha conseguido una entrevista de trabajo y yo me tengo que ir al bufete, así que no vamos a poder estar aquí para meterte prisa, debes fraccionar tu tiempo y salir pronto de casa, aunque vayas con la moto puedes pillar atasco.

Asiento y me levanto lentamente y perezoso. Emma sale de mi habitación y baja por las escaleras, mientras estoy cogiendo el móvil para poner música escucho un portazo que me indica que ya han salido de casa. Perfecto, hoy no empezaré estresado mi día. Cuando dejo el móvil con el sonido de Marvin Gaye saliendo por los altavoces, la música se interrumpe y el teléfono vibra. Me acerco y veo un mensaje de Ana dándome los buenos días, lo abro y contesto escribiendo lo mismo, pero con un emoticono de corazón añadido. Reanudo la música y me dirijo hacia el cuarto de baño para ducharme rápidamente. Al cabo de cinco minutos estoy listo y salgo del aseo, abro el armario y cojo lo mismo de siempre: vaqueros, camiseta básica y converse negras. Cuando termino de vestirme bajo a la cocina y me preparo un café y dos tostadas con aceite. No me lleva mucho tiempo desayunar, dejo el plato en el fregadero y me subo lo que me queda de café a la habitación para no perder más tiempo.

Cuando termino de lavarme los dientes y preparar la mochila, esta vez un poco más llena ya que ayer me entregaron los libros, cojo el móvil y bajo la taza vacía de café al fregadero, después cojo las llaves y mi casco de la entrada, abro la puerta y la cierro a mi espalda. Miro la hora en el móvil, todavía son las nueve menos cuarto, eso quiere decir que todavía tengo media hora libre hasta que empiecen las clases, así que saco un cigarro de la mochila y lo enciendo.

Tres minutos después tiro la colilla al suelo y la piso fuertemente girando el pie de un lado a otro para apagarla. Entro en el garaje, me subo a la moto, me pongo el casco y los guantes y arranco para poner rumbo a lo que será mi segundo día del último año de instituto. Sólo espero que el día de hoy sea mejor de lo que lo fue ayer.

Sé tú mismoWhere stories live. Discover now