Capítulo 13.

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- Diablos. – dijo él al sentir en gran dolor de cabeza que tenía ahora. Toco su frente con su mano izquierda para después subir hasta su cabello y después abrir los ojos. Joder, no estaba en su habitación ¿Dónde estaba? Miro más alrededor y se encontró con una ______________ profundamente dormida a su lado, ella tenía solo ropa interior, y él, estaba completamente vestido, ¿Qué había pasado? Su mirada se poso en el pecho de ___________ que subía y bajaba relajadamente gracias a su respiración. Dormía como un ángel, de eso estaba seguro. Luego, él subió su mirada hasta su rostro y se quedó mirándole por tanto tiempo...Se veía tan hermosa durmiendo. De pronto ella comenzó a despertar y al hacerlo por completo lo primero que hizo fue sonreírle como una chica enamorada. No...

- ¿Has dormido bien? – pregunto ella en un tono amable que lo cautivo por completo.

- Mhh, ¿Cómo mierda acabé en tu habitación?

La pregunta fue directa, él no se acordaba de nada de lo que había pasado la noche anterior allí, su último recuerdo fue él, estando en su estudio, dando tragos a la última botella de vodka que tenía...tendría que mandar a traer más. Pero, no se acordaba para nada de lo que había pasado en esa habitación y tampoco de cómo había llegado allí.

- Simplemente llegaste y dijiste que me harías compañía...

- Maldita sea. – dijo sin más y se perdió en sus pensamientos. – Disculpa si te causé alguna molestia... - dijo y salió de aquella habitación sin decirle nada más a ella. Vaya comportamiento, se habían comportado demasiado raro...lo peor era que no le había causado ninguna molestia, a ella le había gustado que hubiera llegado a altas horas de la madrugada a su habitación, borracho, diciendo que quería dormir con ella...para ella había sido maravilloso. Porque le gustaba. Pero estaba segura de que si se enamoraba de él, todo sería imposible, por eso no debía hacerlo, por eso no debía seguir acostándose con él, ella debía tomar un gran distancia con él, solo debía concentrar en su entrenamiento y en hacer bien el trabajo que ellos le pedían.

(*)

El sonido de un disparo lleno toda la enorme habitación en la que ella ahora se encontraba, había estado allí dos horas, proponiéndose hacer bien su entrenamiento del día jueves, era demasiado duro para ella poder darle en el blanco a tres objetivos que aparecían uno detrás del otro. Lo había estado intentando desde que había llegado allí, y había podido darles a todos, pero no donde necesitaba darles.

Era más difícil de lo que parecía.

Intento número diez.

Esta vez tenía que lograrlo, no más, tenía que darle justo a los tres objetivos.

Se preparo y tomo su pistola de entrenamiento, se paró justo en el lugar donde aparecía el primero, el lugar se lo había grabado ya, lo que no podía hacer era grabarse los otros dos lugares, porque esos dos eran una sorpresa...

El primero y un disparo. En el blanco.

Después apareció el segundo, que fue disparo de inmediato, casi en el blanco.

- El segundo siempre aparecerá cinco metros de distancia a izquierda o derecha de donde ha aparecido el primero. – hablo una voz masculina cerca de ella. De inmediato ella poso su atención en el hombre que había allí. – Es un dato que te será de mucha ayuda...entonces, si aparece a la distancia de cinco metros, debes estar preparada en donde darle...inténtalo de nuevo.

Y así lo hizo, intento de nuevo.

Al primer objetivo le dio justo en el blanco como las otras veces, entonces, había llegado la parte difícil, pero lo había logrado con el segundo objetivo también, tal y como lo había dicho el hombre, ella había calculado cinco metros después de que le diera al primero a izquierda y derecha, había aparecido por la derecha, entonces el tercero lo haría por la izquierda...o eso supuso ella.

- Suponer no está bien, cariño. – dijo el mismo hombre              que le había dado el truco anterior. – No porque uno aparezca a la derecha el otro lo hará por la izquierda, ¿entiendes? Tienes que estar preparada para todo, porque dos pueden aparecer en el mismo lugar.

Ella sonrió ante su amable explicación, ella sabía eso, pero siempre, en las diez veces que lo había intentado había sido así, ¿por qué en la última vez no? Oh, claro, para hacerla quedar mal.

- ¿Me dejas intentarlo? – pregunto el hombre. Ella asintió sin decir nada y se aparto para que él lo hiciera.

Justo, como un maestro, le dio a los tres objetivos en veinte segundos. Un acto para aplaudir. Y así lo había hecho ella.

El se había inclinado como dando las gracias a semejante aplauso que le había dado ella, ____________ había reído junto con él.

- Ahora hazlo tú.

Onceava vez en intentarlo y esta vez ella estaba segura de poder lograrlo.

Se paró y apunto con el arma al primer objetivo, un disparo. En el blanco. El segundo objetivo a cinco metros a la derecha del otro, un disparo. Había dado en el maldito blanco. Tercer objetivo, en el mismo lugar, otro disparo. Otro blanco.

Lo había logrado.

Una enorme sonrisa apareció en su rostro cuando escucho los aplausos del hombre, iguales como ella lo había hecho. _____________ imitó la misma acción que él había hecho y se inclinó para darle las gracias...

______________ se acerco a él y dejo el arma en el lugar donde la había cogido.

- ¿Cuál es tu nombre, preciosa? – pregunto él cuando ella poso su mirada en él.

- _________________. – sonrió y él hizo lo mismo.

- Un hermoso nombre, para una hermosa chica. – dijo intentando hacerla sonreír de nuevo. – Mi nombre es Joseph...Joseph Lewis.

- Un bonito nombre, para un hombre tan coqueto... mucho gusto.

Él sonrió tan y como ___________ lo había hecho.

- Nos vemos luego. – dijo ella y comenzó a caminar hacia la salida de aquel lugar. Lo había dejado mirándola y pensando en ella. Tal y como él lo había hecho con ella.

(*)

- Así que se ha quedado en tu mente...umh. – dijo Daniela en un tono de burla que hizo que _______________ pusiera sus ojos en blanco. Ella siempre le encontraba una maldita broma a algo. – Dime como es.

- Pues el chico de verdad es apuesto, pero me ha parecido un poco raro, nunca antes lo había visto allí.

- Será porque llevas yendo a entrenar allí poco tiempo, ______________. – dijo ella tratando de que su amiga no fuera tan dramática. – Si conocieras la lista de los empleados de Justin Bieber te sorprenderías.

- ¿Tu la conoces?

- No, pero sé el número exacto, algo que si él no te ha dicho, yo tampoco puedo hacerlo.

- Entiendo. – Dijo haciendo una media sonrisa mostrando su inconformidad.- Oye, nunca me dijiste que pasó con el niño de...Justin y...

- ¡No te preocupes! – grito aclarando un poco las cosas. - _____________, yo tuve el bebé, pero lo di en adopción, en niño ahora debe tener más o menos seis años. Fue en tan poco tiempo que pasó todo, yo quedé en embarazo de Justin tres o cuatro meses después de conocerlo, que fue en la fiesta de su cumpleaños, sí, lo conocí en la fiesta de su cumpleaños número diecisiete. Así que tuve el bebé cuando él tenía ya dieciocho, o cuando los iba a cumplir...Algo que debes saber es que él cree que yo aborté ese bebé, yo nunca le dije nada sobre mi embarazo, pero él se dio cuenta.

- ¿Nunca te has puesto a pensar que si le hubieras dicho tal vez la vida que él tiene sería distinta?

- Nada hubiera cambiado _______________. – sonrió ante el comentario de su mejor amiga, porque si, se lo había imaginado un millón de veces, pero luego acababa pensando que así había sido mejor. – Él y el mundo entero sabe que él ha nacido para esa vida, y nada ni nadie lo harpa cambiar. Menos una mujer. 

Princess of the mafia. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora