Princess of the mafia. [EDITANDO]

Capítulo 0 {Extra}

Miré a Ryan de nuevo. Se encontraba sentado al frente de mí con un vaso lleno de Whisky en la mano. Esperaba mi respuesta a la pregunta que me había hecho.

Tragué en seco y cerré los ojos. Apreté mis labios formando con ellos una línea recta.

- ¿Y bien? – preguntó de nuevo. Negué con mi cabeza, el dio un suspiro al notar que yo no tenía ni la mínima idea. – Joder. Justin, ¿aún no sabes cómo hacerlo?

Negué con mi cabeza nuevamente. Joder. No. No sabía cómo hacerlo.

Chaz se echó a reír cuando vio el nerviosismo en mi cara. Maldita sea, odiaba que estos dos cabrones se burlaran de mí.

- Te explicaré. – Dijo Chaz. Lo miré atentamente mientras él comenzaba a hablar. – Sólo tienes que prepararlo muy bien. Prepara una cena, has que sienta que ella es la única, hermano, ¿entiendes? – Asentí con mi cabeza y ahora fui yo quién me eché a reír.

- Son consejos de novelas, hermano. Necesito que sea impresionante.

- Tú la conoces más que nadie, debes saber qué es lo que más le gustaría a ____________.

- Está bien chicos, he decidido que ustedes dos no me ayudarán con nada. Tal vez vaya en busca de Daniela. – me paré de mi asiento y comencé a caminar hacia la puerta, abrí esta y salí, dejando a Chaz y a Ryan solos allí.

Hoy después de cinco meses de no poder ver a _______________, la tendría en mis brazos de nuevo. Podría volver a abrazarla, besarla y hacerle el amor.

Joder, cinco malditos meses que ella estuvo encerrada en una cárcel, alejada de mí, por un maldito error que cometí al dejarla participar en el asesinato de Richard.

Ryan y yo habíamos tenido que hacer un montón de mierda para sacar a ______________ de aquel lugar espantoso y no pudimos hacerlo hasta cinco meses después, sin contar las semanas que estuvo en una cama de hospital, custodiada por varios policías. No habíamos podido hacer nada, hasta ahora.

Hoy la volvería a ver y tal vez...le pediría matrimonio.

Si, maldita sea, estaba completamente decidido. Eso era lo que yo quería. Una vida larga junto a ella, sin preocupaciones. Quería que ella fuera mía por siempre...claro, si ella quería.

Debo aceptar que los pensamientos negativos no salen de mi cabeza y me atormentan diciendo que ella no aceptará mi propuesta. Pero, vamos, no podemos ser negativos.

Ahora lo que importaba era que hoy la volvería a ver después de mucho tiempo.

Me acerqué a la sala de tv y allí estaba Daniela sentada al frente del televisor con las hermanas menores de ______________.

Daniela alzó la mirada y me miró atentamente. Sabía que faltaba poco tiempo y lastimosamente, yo no podría ir por ella. Ahora era cuando más alejado de la sociedad tenía que estar.

- Estaré allí en unos treinta minutos. – dijo Daniela en voz baja. Asentí con mi cabeza. – Pero creo que tardaremos en venir.

- ¿Por qué?

- Joder, Justin, ella estuvo cinco meses encerrada en una maldita prisión. A ella le encantará estar fuera por un tiempo, debe recobrar la libertad en el sentido completo.

Bufé ante sus palabras, pero sabía que era cierto. No podía pretender que ella saliera de la maldita cárcel y de inmediato se encerraría conmigo en una casa todo el maldito día. Pero conocía a mi nena, ella vendría de inmediato hacia mí.

- Está bien. – acepté finalmente. – Jackson te estará esperando afuera para llevarte.

Daniela asintió y apagó la tv con el control remoto. Las hermanas de ______________ se habían dormido, lo que significaba que no le rogarían a Daniela ir con ella por ___________. La hermana menor de las dos entendía perfectamente donde estaba ___________ y nunca había dicho una palabra respecto a eso, era muy valiente.

Daniela salió de la casa y yo me concentré en no pensar cuanto tiempo faltaba para volver a verla.

(*)

La carcajada de dos chicas resonó por toda la casa. Sonreí inmediatamente y dejé lo que estaba haciendo para ir a recibir a _______________.

Lo primero que hice cuando la vi, fue abrazarla fuerte para demostrarle lo mucho que la había extrañado.

- Oh, cariño, me hiciste tanta falta.

La reparé un poco más cuando nos separamos. El rubio que se había aplicado ya casi no se notaba en su cabello oscuro, estaba un poco menos morena y un poco más musculosa.

Ella sonrió y yo sonreír también. Me acerqué para besarla. Y juro que ha sido el mejor beso de toda mi maldita vida.

- También te extrañé. – susurro _____________ después de separarnos. – Joder, no sabes como ha sido estar allí cinco meses.

- Siento no haberte sacado antes. Tuvimos que hacer demasiada mierda.

- Entiendo. – dijo asintiendo con su cabeza. La enorme sonrisa que formaban sus labios no deprecia de su rostro y me encantaba.

- Al fin te tengo a mi lado, ______________. – le dije. Ella me miró con ternura y sonrió sin mostrar sus dientes. – No sabes el infierno que ha sido estar sin ti todo este tiempo. – la tomé por la cintura y la acerqué más a mí. – No pienso desaprovechar casa momento junto a ti desde ahora.

En sus ojos había un brillo especial que me encantaba.

- Está bien para mí, porque siempre estaré junto a ti.

- ¿Siempre?

- Siempre.

La besé de nuevo y lo supe, ella estaría junto a mí el resto de tiempo de vida que nos faltaba.