Polonia, Varsovia, 19 de Noviembre del 2.002
Maldecía en latín, arameo, ruso e inglés. ¿Cómo lograron meterse un par de novatos en un lugar como este? Bueno, al menos la respuesta había sido veloz, dado que no tenían ningún tipo de armamento, pero aun así, sabíamos que eran un grupo de magos. Por ahora, sería yo quien me encargaría de interrogarlos... Me asegure de que estuviesen cómodos, una cadena fría con la cual colgarlos, nada de ropa con la que pudieran esconder algo y un buen encantamiento con el cual evitar que usarán magia dentro de la habitación. Di un fuerte golpe ala puerta para indicarle al guardia dentro que me abriera. Sorpresivamente tardo unos breves segundos antes de cumplir la orden, algo que por poco lograba enfurecerme.
Arregle mi túnica, para dirigirle la voz a aquel hombre. - ¿Nuestros invitados han dado algún problema? – El hombre hizo una expresión de disconformidad para contestarme. – Sus continuos parloteos me provocan dolor de cabeza amo... - Me agradaba que mis juguetes fueran tan sumisos, pero no encontraba manera de hacerlos permanentemente sumisos sin que cayeran en la locura. Me acerque al par de intrusos, observando primero al mayor de ambos. Tenía el cabello largo, además de que su expresión indicaba pocos amigos. En la oscuridad no podía distinguirme, siendo que ambos parecían continuar con incesante parloteo.
Una voz más aguda, como la de un joven hizo un comentario. – Amo Polonia, es la primera vez que me desnudan y me atan con cadenas sin tener que pagar un puto euro. ¿Quién dice que el trabajo no da placer? – El otro sujeto no tardó mucho en responder. – Agradezco tu buen humor, pero si aparece un hombre vestido completamente de cuero, sugiero que terminemos el día y vayamos a otro club. – Insolentes estúpidos, di un fuerte paso para levantar mi varita y apuntar al hombre mayor. - ¡Crucio! - Pude ver como su expresión cambiaba lentamente a una de dolor, pero por más que se extendía la tortura, no dio un grito o muestra de debilidad. Estas cucarachas me producían una ligera sensación de curiosidad. Detuve la maldición para esperar alguna respuesta.
Tras recuperarse, el hombre me miró fijamente. Sus ojos no mostraban algo diferente a la ira y sed de sangre, pero una bestia enjaulada solo era eso. – Vamos... Te detuviste antes de que se me pusiera dura... - Hice un gesto para que el guardia se acercara, comprendía muy bien mis órdenes, después de todo le entrene para que su función fuera cumplirlas al pie de la letra cual perro.
El sonido del cráneo de ese hombre siendo vapuleado por los puños de mi mascota, era emocionante. Luego de eso le indique que prosiguiera con el más joven, el cual hacía numerosos comentarios con respecto a cuándo sería su turno. Mientras les observaba, me decepcionaba de conocer tan pobres ejemplos de magos. – Exijo saber quién les revelo la información de este lugar o porque decidieron venir aquí. – Uno de ellos escupió la sangre al suelo, siendo que después de eso procedió a conquistarme. – Sin ofender, pero la mansión antigua y el lugar tenebroso me parece de cuento de niños. ¿Acaso tienes a Hanzel y Gretel por aquí? – Cada vez me preguntaba el cómo lograron eludir las defensas de este refugio.
Tras eso, nuevamente el hombre de mayor edad abrió la boca. – Tenemos una manera de hacerles entrar en el Ministerio de Magia... Le diremos, a cambio de un favor muy pequeño... - Un gruñido escapo de mi boca mientras apretaba la punta de mi varita contra el rostro. – Mientes... No hay manera mágica de ingresar ahí. – Antes de que pudiera decir algo más, la voz del joven dio un fuerte grito. – Gracias. ¡Maldita sea! Ahora le debo 100 Euros. Le pagaría ahora mismo, si no te da asco averiguar dónde guarde mi billetera... Empieza con "Mi" y termina en "Pantalones". ¡Ja! ¿Te engañe no? - Los balbuceos incoherentes no me importaban, la sonrisa idiota de ese hombre incordiaba. No estaba mintiendo, me hubiese gustado hacerle sufrir más dolor pero creo que vivo era más útil.
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The Legion Games [Harry Potter Fan Fic]
FantasyUna historia centrada en dos personajes incompatibles unidos por una meta en común. Sacudir las bases del mundo en el que viven. Poco a poco, a medida que avanza cada capitulo, se van descubriendo fragmentos de cada uno, desconocidos incluso para el...