En las Sombras - Parte II

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20 de Enero 2003 - 10 PM - Londres, Reino Unido

El sonido de la motocicleta era bastante rústico, causaba cierto temblor en mis oídos además de que el olor a humo no era para nada agradable. Era un medio sucio e ineficiente para transportarse, no se por que los muggles disfrutaban tanto de estas cosas. Para mi desgracia, Sean también lo hacía. Note la sonrisa que puso cuando me subía a esta cosa, además de que de manera premeditaba buscaba acelerar en los momentos más inoportunos para que me terminará aferrando a su chaqueta. Había pasado demasiado tiempo, ya no recordaba el momento en que simplemente cambio de ese muchacho problemático a un mago problemático. ¿A que se dedicaba realmente? Las palabras escaseaban mientras que nos deslizábamos con poca elegancia en las iluminadas calles de Londres, era diferente ver esta ciudad desde uno de estos vehículos, dado que Sean debía respetar las reglas de tránsito.

Nuevamente se detenía en uno de esos semáforos, siendo que levantaba su espalda para girar y hablarme. - Escúchame, no digas que eres un Auror o estaremos con la mierda hasta el cuello. A la gente que veremos no le gusta el Ministerio, así que cierra la boca y has lo que digo. - Mi ceño se frunció, siendo que moví mi diestra para darle un golpe en la parte posterior del casco, a pesar de que mi mano quedo enrojecida, valió la pena ver como su cabeza se bamboleo producto del impacto. Ciertamente. No era mi amigo de la infancia, parece que se hizo un bruto típico de cualquier ciudad. No podía evitar imaginármelo sentado en una esquina fumando un cigarro pensando en lo "malo" que debía verse. - ¿A donde vamos? Si nos dirigimos a un lugar peligroso no debiste obligarme a usar esto. - Mencione mientras bajaba la mirada para observar el vestido que cargaba. Por su "sugerencia" llevaba un vestido ceñido al cuerpo además de un color oscuro. Mi cabello de color castaño estaba un poco salvaje, siendo que no ayudaba mucho el viaje a alta velocidad pero al menos logre maquillarme de forma atractiva. A palabras de Sean era un "bombón" y eso, en definitiva. Me hacía enojar.

Él solo se limito a darme otro vistazo de arriba a abajo, uno que hizo que instintivamente me cubriera con la chaqueta que tome antes de salir. Comento, casi de manera sarcástica, en un tono de voz alto, algo que causo una extraña mezcla entre vergüenza y furia. - Mientras más tiempo miren tus tetas, mejor será para que nadie recuerde que estuvimos ahí. - Sin ser capaz de elevar una queja ante ello, volvíamos a acelerar, nuevamente apretando sus costillas con mis dedos. La vibración de la motocicleta causaba cierto aire de nerviosismo, uno que se incrementaba a medida que avanzábamos. Unos minutos después alcanzábamos nuestro destino, nos detuvimos a unos cuantos metros de la entrada, siendo que en lo alto del lugar había un enorme cartel. El nombre del Club era "Kabbalah". Un nombre bastante peculiar, me levante, aun algo incomoda por el viaje, me asegure de arreglar el vestido puesto que no quería mostrar algo más allá de lo que debería. El truco iba a ser simple, al menos Sean lo hizo parecer así. Inhale con fuerza, mientras pensaba, como si fuera un mantra para mi misma.

"Se bonita, sensual y tonta. Se bonita sensual y tonta. Se bonita, sensual y tonta"

Mi compañero no estaba tan al tanto del caso como lo estaba yo, así que eso era un punto a favor. La idea sería convertir en "curiosidad" mi investigación. Por eso llevaba tacones, un bolso y enseñaba más piel de la que me gustaría con lo helada de las noches londinenses. Como buen caballero, Sean se colocaba a mi lado para hacer que le tomara del brazo, caminando lentamente hasta la entrada, el "Gorila" nos observo de arriba a abajo, siendo que sin mediar palabras, solo nos dejo ingresar. - Es un amigo... - Comento en respuesta a mi mirada inquisidora. No quise saber que clase de amigo era, pero no me sorprendería si Sean tenía una especie de descuento en este lugar. Era todo lo que podías esperar de un club muggle, todo lo que hacía tan... Detestable algunas de sus características. Música a todo volumen, mujeres en fachas incluso más tentadoras que las mías y un montón de alcohol. Era como una especie de festival pagano en el cual las personas parecían desinhibirse por completo. Sentí como apretaban mi brazo, indicándome que debíamos caminar a la zona "VIP".

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2017 ⏰

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