La misión parte 2

409 27 1
                                    

NARRA SANS

Los vi a ellos acercarse lentamente, lo hacían de manera como si ellos trataran de intimidarme y hacerme retroceder, ya había visto estas estrategias antes, con suerte mi habilidad de tele transporte me ayudaría en esto, cerré los ojos para poder decirles como ''vengan por mí, gema fresca recién salida del horno'', saltaron confiados para poder aplastarme y hacerme POOF, y antes de que me tocaran, logré desaparecer para luego estar unos metros detrás de ellos donde no me veían, me fijé si tenia una oportunidad de atacar y sí, la había, me fijé que dos de las bestias no saltaron y solo estaban contemplando lo sucedido, ambos eran bajos, uno medía como medio metro, no tenía cabeza, su pecho tenia sus dos piernas y un ojo, sin contar con un brazo encima de el cuerpo. El otro..... solo eran dos piernas pegadas entre si como siameses, invoqué un Gaster Blaster y al instante, lancé un rayo que terminó haciéndolos gemas, al fijarme en sus gemas, estas eran muy raras además de ser únicas y deformes, también me fijé que tenían partes que se veían familiares, el ruido del Gaster Blaster captó la atención del resto de las bestias por lo que dieron media vuelta y empezaron a correr hacia mí, antes de que ellos me lograran alcanzarme, salté demasiado alto como para poder ver una gran cantidad del la zona que no se podía ver desde el suelo, al mantenerme demasiado tiempo en el aire, las bestias se quedaron debajo de mi alzando sus manos o ¨extremidades¨para poder alcanzarme, logré aprovechar la oportunidad para atacar con un Gaster Blaster mas grande que yo y lograr matar ¨mas de dos pájaros de un tiro¨, el disparo fue certero pero no logro derrotar la mayoría, los monstruos que sobrevivieron al ataque, retrocedieron alertados, cuando volví a tocar tierra, me fijé en las gemas que logre dar en el disparo, solo vi 7 gemas en el suelo, mas las otras dos, serían 9 gemas, ahora solo me faltan 13 más.

Sans: Vaya, creí que esto sería mas agotador.

Las gemas restantes al se veían furiosas, al parecer no les gustó lo que dije, comenzaron a gritar de una manera descontrolada en la que mis odios empezaban a doler y de pronto se abalanzaron hacia mí, rápidamente, saqué un montón de huesos que me rodearon en forma de cono para evitar que me dañaran, las bestias al chocar con mi escudo, empezaron a golpearlo para intentar destruirlo, cada golpe que le hacían al escudo, provocaba que los huesos empezaran a a romperse, dejando cada vez mas difícil mantener estable el escudo, después de intentar defenderme por un rato, logran destruirlo dejándome indefenso, ellos rodeándome completamente, terminan abalanzándose encima de mi, cansado y enfurecido, me tele transporté mucho mas lejos de lo normal, me subo encima de un hueso que me expone por todo el lugar, las bestias confusas me miraban esperando a que yo haga algo.

Sans: No quería hacer esto, pero me obligan a usar mi ATAQUE ESPECIAL que me termina agotando ¨hasta los huesos¨.

Me habían aburrido esas bestias en la que no sabía que hacían aquí o porqué hacían esto, pero a decir verdad, no me importó ni en lo absoluto, quise terminar con esto invocando cientos de Gaster Blaster que miraron fijamente a las gemas, solo cerré mi mano y todos atacaron a las bestias, el ataque duro mas de 10 segundos, 10 segundos que me recordaban algo que no se si lo que he hecho era lo mas apropiado, los Gaster Blaster terminaron su trabajo y al lograr ver lo que quedo de los monstruos, solo vi gemas, 22 gemas, me bajé del hueso y al tocar tierra sentía como si mis piernas estuvieran a punto de ¨desprenderse¨ y me quedé en el suelo acostado contemplando la destrucción que provoqué, dejé una gran marca negra en el suelo como si un meteorito hubiera caído y haya dejado rastro, también 3 inyectores que estaban pegados a la pared se habían caído provocando que se destruyeran, con suerte Steven no estaba en ninguno de ellos, me levanté para poder buscarlo pero no lo encontré.

 Sans: !Oye chico¡, ¿!Donde estas¡?.

No me respondió, recordé donde lo dejé y al buscar por un corto rato, lo encontré, estaba quieto mirándome con la boca abierta, los ojos en forma de plato y con las pupilas en forma de estrella.

Una inesperada compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora