Nostalgia

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NARRA SANS.

Me sentía cansado, bastante por así decirlo, pero tampoco es gran cosa, solo es que lo único que podía sentir era eso y nada mas, todo estaba oscuro como lo era cuando estaba inconsciente y para empeorar, también me sentía incapaz de hablar.

Presentí que algo me estaba torturando.

Luego de unos 10 minutos, por fin pude hablar y ver, estaba acostado en un suelo en el que al levantarme, me doy cuenta que esta repleto de nieve, veo alrededor y estaba de nuevo en ese bosque que me había visto en mi anterior ¨sueño¨ por así decirlo.

Sans: Ha, ha ha ha, bueno, está bien.

Dije mientras me relajaba felizmente cayéndome directamente al suelo estando en una posición sentada, suspiré y trate de hablar para calmar los nervios.

Sans: Adivino, he vuelto al mismo sitio de antes, o no......

No pude terminar la frase ya que alguien o algo me agarro desde la gorrilla de la chaqueta, tironeándome con mucha fuerza y arrastrándome si mal no recuerdo hacia la dirección que no quise ir anteriormente, sentí que me ahogaba, y eso que era mas gema que humano, traté de liberarme de tal acto de todas las maneras posibles, pero era imposible, mientras me tiraba me empezaba a sentir completamente mal hasta tal punto de quedarme completamente inconsciente, deseaba poder despertar y desear terminar esta pesadilla, pero no era fácil, solo me bastó sentir un golpe fuerte en mi cuerpo para despertarme y saber que aun seguía en la misma pesadilla pero en un lugar distinto, cuando me desperté, sentí un dolor en mi espalda la cual estaba apoyada a una puerta, vi al lado contrario, mas bien decir por donde me arrastraron y solo un camino completamente largo, era de color oscuro y lo único que iluminaba el lugar eran dos luces que iluminaban desde el techo, pero al verlas, no parecían ampolletas, mas bien........ parecían diamantes que emitían luz.

Sans: que extrañas ampolletas son esas.

Me levanté ya que estaba apoyado sobre la puerta estando sentado, traté de acercarme a tal luz que iluminaba el lugar, pero bastó moverme menos de medio metro para sentir mi brazo izquierdo siendo agarrado por algo, cuando me doy la vuelta para poder ver que es lo que me agarraba, no vi nada, solo mi mano agarrando la manilla de la puerta, traté de retroceder, no funcionó, traté de tirar con fuerza, pero fue inútil.

Sans: M-m-mi mano, está....... !PEGADA¡.

Seguí intentado tirar de mi mano para poder soltarme, pero nada ocurrió, estuve así por varios minutos de cansancio y esfuerzo por liberarme, pero solo pensaba en despertar y poder ver a Steven y las chicas.

Sans: ¿que es lo que está pasando aquí?.

Me tranquilicé y pensé en el deseo de despertar pesando de que ocurriría si tan solo lo pienso, pero nada pasaba, parado miraba la puerta donde estaba mi mano adherida a su manilla con los ojos algo cerrados por la aburrida espera, pero derrepente siento mi mano moverse, mas bien, era la manilla la que se movía, empezó a girar y terminó abriendo la puerta, cuando hizo eso mi peso en la puerta la hizo abrir haciendo me caer a mi al suelo sin entender bien, estaba en el suelo adentro del lugar que me llevaba tal puerta, me trato de levantar y veo mi mano completamente libre, estuve en posición algo agachada solo por contemplar mi libertad hasta que una voz que estaba al frente mío rompió mis pensamientos.

??????: oh, Sans, eres tú.

Esa voz, no sé porqué pero me resultaba muy familiar, levanté la mirada solo para ver a alguien que me estaba mirando, llevaba una capa blanca y pantalones negros, su cabeza al igual que su rostro eran blancos excepto sus ojos que eran todo lo contrario.

Una inesperada compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora