El día de mañana

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De noche, con las luces de las pocas farolas del alrededor alumbrando la zona central de New York en ruinas. Todos los edificios de los alrededores estaban derruidos, como si ya no existiera nada. Lo peor de todo no es el estado de la zona urbana de los alrededores, sino la presencia de un ser alzándose por encima de los cadáveres de los héroes, conocidos hasta ahora como Ultra-Héroes, el sujeto situado sobre un montículo de escombros ríe al ver su obra... pero sobre todo ríe por la estremecedora cara de Ruffy. Su capucha negra tejida a las espaldas de su sudadera, impide ver el rostro del desconocido. Varios metros más allá de los escombros y su pila de muertos, Monkie trata de levantarse apoyando su peso sobre una de sus espadas; el presenta varias roturas en piernas y brazos, su rostro esta destrozado y se nota que el dolor fluye por su cuerpo.
El desconocido hombre alza sus brazos al cielo, en símbolo de victoria y pronuncia su dictadura con una voz grave y fuerte, asemejándose a un ser del inframundo. Ruffy, se retira hacia atrás lentamente. Retrocediendo ante el mayor enemigo que acabo con la vida de su equipo y de sus mejores amigos.
- El destino lo quiso así, y así a sido. Nadie puede hacer nada para detenerme, !!NADIE!!
El salto que hizo Ruffy al levantarse de la cama de golpe le provocó un dolor bastante incómodo en el cuello. Su cara estaba sudorosa y pálida, de pronto por la puerta de su cuarto de asomo su mejor amigo, Bob.
- Ruffy, ¿estas bien? Al parecer te has levantado muy angustiado, ¿has tenido alguna pesadilla?
Ruffy confuso y desorientado, mira a su amigo desde la cama con las mantas aún por encima de sus piernas y le contesta de una forma un tanto extraña e indecisa.
- Si. Si una pesadilla... eso es todo.
- Bueno, ¿entonces saldrás de la cama y te vendrás a comer unos churros con chocolate caliente a la pastelería de enfrente?
- Vale, vallamos a desayunar. Me voy a cambiar, te veo fuera.
- Esta bien, pero no tardes mucho.
Ruffy atravesó las puertas de su laboratorio llegando así a la acera de enfrente en la que estaba Bob esperándole. Cuando Bob vio a su compañero guardo su móvil de última generación en su bolsillo y juntos cruzaron la calle, entraron al interior de las instalaciones y se acercaron al mostrador. Tras acabar de comer el último trozo de churro, por el escaparate se pudo ver a un coche policial conduciendo de manera temeraria, Bob se levantó, saco su móvil y vio los mensajes que le llegaron de su sargento sobre un atraco a un banco.
- ¿Ruffy, te vienes? A habido un atraco al banco de aquí al lado.
- No... tengo cosas que hacer.
- Bueno, pues...luego te vere
- Vale.
 
Su amigo salió corriendo en la dirección a la que iban todos los coches, uno de ellos paro y le recogió y se lo llevó al suceso. Ruffy se levantó de su mesa, pago y se marchó de nuevo a su laboratorio. Cuando el entró a la zona de casa de sus instalaciones, se encontró con su amigo peludo paseándose en ropa interior por la cocina, como el no tenía casa se quedó con Ruffy en cambio Bob sólo estaba de visita.
- Eh, tu. ¿Has oído las sirenas? ¿podrías decirme que ha pasado esta vez?
- Nada, un atraco a un banco.
- ¿Como que sólo eso? Hay podrían morir personas, o es que ya te dan igual, como la última vez.
- No, Jhon, sólo que hoy estoy algo cansado y confuso.
- ¿Confuso? ¿confuso porqué?
- ...Por el nuevo proyecto en el que estoy trabajando de creación de moléculas espontáneas a través de un generador fotónico de radicación altamente poderosa y peligrosa con varios aspectos genéticos que podrían modificar tu ADN y volver al principio, pero supongo que eso no sería para ti. Sino para los Súper villanos con los que nos encontremos y eso.
- Esto... Vale... Me iré a por mis tostadas.
Ruffy consiguió evadir a su compañero y dirigirse a su habitación donde encima de la mesa aún tenía los frascos de Bacter Green que utilizo, agarró su mochila y se fue a su zona de trabajo cruzando unas puertas mecanizadas situadas en frente de las puertas de acceso a los laboratorios, bajo el único escalón que había y cruzando varias mesas de trabajo con montones de vidrios y sustancias químicas, llegó hasta una puerta de aluminio, en la que a la derecha se veía una pequeña pantalla con la forma de una huella; un acceso a través de su huella dactilar. La puerta se abrió tras analizar su huella y se introdujo en esa habitación extraña con la mochila repleta de aquella sustancia.

Las sirenas que resonaban por toda la ciudad hicieron que Lucas y Nadia se percatasen de lo que sucedía. Su limitación era evidente. Por otro lado, Bob y su grupo policial guardaron el perímetro y esperaron la ocasión ya que podían tener retenes en el interior. Tras media hora después, Bob optó por ir a la fuerza, agarró su pistola y apunto. De una patada abrió las puertas, y vio a todos las personas del lugar desperdigadas por el suelo. Movilizó a los demás agentes al interior del banco y registraron todo, lo raro fue que no encontraron a nadie intentando abrir la caja fuerte o disparando a los nuevos intrusos que atravesaron las puertas. Tras registrar todo lo único que lograron encontrar fue un guante de lana negra, muy suave y sin ningún ticket que dijera la talla o donde fue adquirido. Bob abandono la escena del delito tras cooperar con algunos interrogatorios de los cuales saco este fragmento escuchado por varias personas:

- Estábamos aquí todos nosotros formando una única cola para sacar el dinero, oímos que las puertas se abrieron pero no prestábamos atención, y de pronto, una voz que surgía desde la parte de arriba del piso nos dijo de forma amenazadora. " Será rápido, y simple. Ustedes sólo quedaros en el suelo y no volare la cabeza a nadie con mi francotirador. Mi amigo el contable de la taquilla en la que formáis cola sacara todo lo que tenga en la caja fuerte de su derecha y no llamará a la policía... De eso ya me encargo yo. Bueno sigamos, cuando usted tenga la bolsa dejela sobre la mesa de su puesto. ¿Es fácil,  verdad?". Lo más curioso de todo, es que aún sigue hay la bolsa del dinero ( decía aquel buen señor mayor mientras la señalaba).

Mientras tanto en los laboratorios Waller:
- ....Que haré contigo, no puedo dejarte salir, no puedo matarte, no puedo dejar que te descubran... ( Decía Ruffy mientras lanzaba los tubos de luz verde de su mochila, de uno en uno al interior de una fosa oscura con una caída de unos 20 metros y recubierta por los lados de lo plomo).

                                                         ¿El supuesto atracador del banco?

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                                                         ¿El supuesto atracador del banco?

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