Despues de duras investigaciones, el científico Ruffter Waller descubre lo que esta pasando en todo el mundo y lo que el gobierno, los militares y su mas fiel compañero le ocultan. Aparte de encontrar sus respuestas también encuentra un equipo el cu...
Pronto vi como mi familia biológica me dejaba aislada, mientras que ellos sentían su temor y tristeza por su cuerpo. Aunque yo fuera una niña pequeña observaba como mis padres pensaban que estaba muerta y que lo único que quería de ellos era atormentarlos por el accidente del meteorito en el cual supuestamente desaparecí, según ellos. Si, así empieza mi historia de la manera más triste y lamentable posible. Sintiendo como todos los que conoces y quieres te dejan sola, y sólo con la única intención de deshacerse de ti y dejar de sentirse culpables por el gran error que ellos piensan que cometieron. Lo peor es ver cómo tú madre llora, llora desolada en su habitación sentada sobre las colchas arrugadas de la cama en las cuales pase varias noches a su lado. Lo único que ahora mismo desea con tantas ganas es, que mi cuerpo descanse en paz y así sus almas no serán las homicidas de algo que nunca pasó.
Mi nombre ya lo conocéis, mi futuro está por venir y mi pasado empieza aquí. ------------------------------------------------------------------------------ Varios años después de aquello, mis padres desaparecieron. Mi madre acabo en el manicomio mientras que mi padre tubo un accidente de coche con mi madre del cual sólo salió uno con vida. Mi vida empezó de nuevo en el momento en el cual el me dio en adopción a una familia nueva, muy culta y con unos padres un poco pasotas de la vida de sus dos hijos genéticos. Ahora mismo me encontraba con la edad de 7 años, los cuales fueron los peores, ya que todos mis compañeros se burlaban de mi por ser hija de otra familia. Todo esto me influía de tal manera que adquiría pensamientos muy macabros, los cuales me hacían sentir rara y muy violenta. Mis padres adoptivos pasaban de los problemas de una niña pequeña ya que creían que eran problemas menores, mis hermanastros ,mayores que yo, también me ignoraban e incluso me excluían de sus juegos. Todo esto sucedió en una única semana la cual acabo con el abandono de mi asquerosa familia, saliendo por la ventana de mi cuarto gobernado por la humedad y las paredes grises gastadas por el tiempo y el abandono.
Volví de nuevo al mismo horfanato del que salí, para volver a entrar. Por suerte los que e me acogieron vivían a pocas manzanas de aquel lugar de mi procedencia. El tiempo pasó despacio, pero pasaba. Aquel lugar que me sirvió como mi casa, hasta que otra vez me convertí en el centro de atención de una nueva familia, la cual buscaba algún niño pequeño ,ya que su suerte no era especialmente buena. Adoptaron a un pequeño recién nacido llamado Arthur. Aquella mujer rubia de la edad de unos treinta y pocos años tenía cara de ser una buena madre la cual a mi me gustaría tener; mientras ella firmaba los papeles de adopción yo me resguardaba en una puerta a la derecha observando a aquella mujer y escuchando su conversación. Las voces de mis compañeros de habitación orbitaban alrededor de mi jugando de forma infantil, ya que yo ya obtuve los 15 y ellos aún tenían sus 9 años. De pronto me empujaron sin querer, provocando que cayera al suelo y se desvelará mi posición de observación. Aquella mujer se me quedó mirando fijamente, viendo mi pelo castaño corto y mi rostro juvenil el cual llamo su interés por mi, así fue como conseguí la aprobación de aquella señora que pronto empecé a llamarla con el nombre de mama. Esa pareja tan considerada y comprensiva hablo conmigo innumerables veces las cuales desvelaron mi verdadera personalidad. Un año después de seguir viviendo felizmente en medio del bosque, empecé a notar varias cosas raras en el exterior. Tales como sentirme observada, ver sombras de noche que se mueven o incluso oír ruidos de garras, que me provocaban ponerme en guardia y hacer lo que fuera por mí hermano y mi familia.
Esto fue en aumento, hasta llegó la noche que me desvelo mi verdadero talento. Aquella noche alguien entró en mi casa, mientras yo dormía, hasta que escuche el grito que pegó mi madre, el cual fue provocado por una criatura extraña, o eso es como lo describía. Mi hermano de 2 años acabo en manos de aquel hombre, mi padre con el rostro pálido marcaba el número de la policía en el teléfono fijo y madre lloraba desconsoladamente ante la ventana de la cocina por la que colgaban fragmentos rotos del cristal de la misma. No podía dejar que esto volviera a pasar, así con mucho miedo y valentía a la vez me puse en camino saliendo por la puerta corriendo tras las huellas que dejó, al alejarme unos metros y adentrarme al bosque la oscuridad se hacia reina de todo el lugar. Al momento del interior de las sombras salió el señor extraño y alto con Arthur entre sus grandes manos peludas. No espere ni un minuto y decidí entablar una conversación con el extraño ser.
- ¿Quien eres? - Un amigo tuyo, de hace mucho tiempo. - No te recuerdo... - Has cambiado mucho, desde la última vez que nos vimos, Nadia. - ¿Jhon?... ¿Jhonathan? Entre luces rojas y azules, se reconocía el antiguo rostro de lo que antes era una persona, una persona a la que hoy en día sigo apreciando, considerándola como parte de mi familia. Considerándolo como mi padre... Años después de aquello conseguí seguir con vida feliz y hermosa en la cual conocí a un amigo, un verdadero amigo de confianza, Lucas Gastter. Y de momento lo único raro que me sucedió fue hace unos días hiendo camino de la Universidad, me encontré con un hombre, un hombre de largas melenas y ropajes harapientos el cual me pregunto por un nombre. - Hola chiquilla, ¿sabes donde podría encontrar a un tal Ruffter? - Mm...no, no me suena. Lo siento señor. - Nada, tranquila, ( suenan sirenas de coches policía acercándose y el sujeto se pone nervioso y echa correr). ------------------------------------------------ - Esa, es mi historia ahora quiero que empieces a hablar si no te importa. - Un trato, es un trato así que, empecemos...
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