La Mente Del Campeón

MITOS SOBRE LA AUTOCONFIANZA

*Conversación con el instructor Armando*

Viernes, el último de entrenamiento en la semana. Una hora de drills y estoy exhausto, sentado en el piso. No he hecho muchos amigos, pero la gente es amable y relajada.

El coach Armando se acerca. Es un señor alto de no más de treinta y cinco años, pelón y es fanático de la disciplina. Tiene hombros grandes y sus manos podrían noquear a cualquiera.

— ¿Cómo te llamas?

Después de una semana no se ha aprendido mi nombre. No lo culpo, somos muchos y yo sólo sé el nombre de dos o tres personas. Estoy un poco intimidado y me gusta pasar desapercibido.

—Marcos.

—Mira, esto no es para todos. No a todo mundo le gusta estar golpeándose y sobre todo no muchos resisten.

Me pregunto si me lo dice por mi aspecto sumiso o es un discurso que le da a todos los que entran.

—Muchos vienen y van. La verdad es que las ganas de entrenar este tipo de deporte es algo que tienes que tener. No todos pueden ser entrenados.

Es firme en lo que dice, realmente lo cree. Es un poco intimidante y desalentador. ¿Por qué me dice esto? ¿Por qué a mí? ¿Está tratando de motivarme o qué? Si es así, no está funcionando.

Antes de poder decirle algo, se pone de pie y se va. Supongo que tiene que entrenar a los que SÍ lo tienen. Gritón.

Soy realista, no vine aquí para hacerme campeón mundial. Solo quiero aprender a defenderme. Agarrar un poco de confianza para comportarme como hombre.

Y en cuanto al comentario, he visto muchos peleadores que dicen haberlo "tenido". Mucha gente exitosa que no se considera talentosa. Solo tuvieron que trabajar duro para llegar a donde están, y eso sí lo puedo hacer.

Recuerdo que no era bueno para el ajedrez; y aunque no es lo mismo que ser golpeado, también me intimidaba competir. Y ahora, después de años de práctica, no sólo soy bueno, soy MUY bueno. Tal vez no le pueda ganar a Gary Kasparov, pero tengo seguridad que puedo darle una buena batalla a los mejores.

Mito #1: lo tienes o no

Lo que quiere decir el entrenador es que la seguridad es algo que tienes o no tienes, no puede ser aprendida y si no naciste con ella, nunca confiarás en ti. Algunas personas piensan de esta manera y este entrenador no podría estar más equivocado. La seguridad del atleta no es heredada y tampoco es un accidente que está fuera de su control.

La autoconfianza es determinada por un pensamiento constructivo que: 1) te permite mantener las experiencias de éxito y beneficiarse de ellas y 2) te deja ir o reestructurar experiencias negativas. Cualquiera de estas dos características pueden ser entrenadas. Con las técnicas y estrategias correctas puedes volverte tan seguro como los mejores.

Bad luck Abraham

Hay un compañero, gordito y chaparro, se llama Abraham. No tiene alcance, no tiene velocidad. Si pudieras construir el cuerpo perfecto para un boxeador (o cualquier atleta) sería lo opuesto al suyo.

Me han dicho que tiene meses entrenando y que tarda semanas en aprender una técnica. Si le dicen "tira la izquierda", él tira la derecha; si le dicen "mueve la cabeza", él mueve los pies; si le dicen "salta la cuerda", da maromas. Ese tipo de persona.

Les agrada a todos. Siempre lo molestan, y no le importa. Nunca se acobarda y les contesta de vuelta. No importa lo grandes que estén, no teme darse a respetar. Ojalá pudiera hacer lo mismo.

Es muy raro, porque no es bueno, ni siquiera está cerca de serlo, pero dice que va a ser campeón mundial. No importa qué tanto lo desanimen, qué tan mal le salgan las cosas, entrena duro todos los días, hace trabajo extra, le pega al saco, salta la cuerda, hace sombra. Siempre da más de lo que piden.

Es inspirador, me recuerda a mí mismo. No en lo gordo, sino en lo malo. Supongo que no necesitas tener un cuerpo atlético, ser veloz o fuerte para sentirte bien contigo mismo. Tal vez soy como él: no el más talentoso, pero entrenando en unos meses o unos años podré tener el nivel. De algo si estoy 100% seguro: puedo mejorar.

Mito #2: el éxito crea autoconfianza y viceversa

Como puedes ver, a pesar de tener sobrepeso y no ser el mejor del equipo, Abraham tiene confianza en sí mismo. Esto significa que el éxito y la autoconfianza no van de la mano, y aunque puede ayudar, no es necesario tener una gran lista de éxitos para sentirte seguro.

También puede suceder lo contrario: puedes tener momentos de éxito pero no percibirlos de esa manera. Puedes tener el mayor logro de tu vida y filtrar lo positivo; a eso se le conoce como un pensamiento distorsionado y hablaremos más de ellos en los siguientes capítulos.

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