Viernes 4 de Abril 2014. 8:00am.
Despierto una mañana del tranquilo abril. Me levanto de la cama para darme prisa y arreglar todo para ir a la escuela. Me acerco a mi puerta para observar el calendario. Una sonrisa se implanta en mi rostro al observar el punto rojo de lado del número 4 que solo puede significar una cosa… trabajo que hacer. Interrumpo mis pensamientos al ver de reojo el reloj que marcan las 8 de la mañana. Tengo solo 30 minutos para alistarme y llegar al colegio. Me adelanto al baño para tomar una ducha rápida y 5 minutos después salgo enrollada en la toalla para ir a mi closet y buscar mi uniforme. Una blusa manga corta color blanco y una falda azul marino en conjunto con su suéter y chaqueta era mi uniforme. Zapatos negros bien boleados que deslumbraban con un brillo anormal. Mis papas me obligaban a ser así de limpia y ordenada. Me preparé en diez y con 5 minutos extra ya estaba lista. Tomé mi celular como último y salí de mi habitación de prisa. Bajo las escaleras con calma para no tropezarme ya que es algo usual en mi debido a mi gran torpeza y me encuentro con mis padres en el comedor tomando su desayuno. Mi padre Thomas Voulter presidente de la mesa directiva de mi colegio. Hombre prestigiado por su puesto. Mi madre Elizabeth Voulter arquitecta de las mejores instalaciones en todo el estado. Ambos sonríen al verme y me acerco a cada uno rodeando la isla de la cocina para dejarles un beso en sus mejillas. Me despido tomando mi jugo de naranja que ya estaba previamente servido en mi termo como cada mañana de escuela y me dirijo a la cochera para encontrar las llaves y dirigirme a mi auto. Un Volkswagen Beetle 2014 color rojo. Nada mal para una adolescente de 18 años. Algo tranquilo y femenino. Me siento en el asiento del piloto y arranco con suavidad con dirección a mi colegio no sin antes encender la radio con música a nivel medio para no retumbar mis tímpanos a esta hora de la mañana aunque sabiendo mi humor no me vendría nada mal levantarme un poco. ‘‘UCLA’’. University of California, L.A en inglés. Una de las universidades más conocidas en todo el país. Que qué es lo que estudio?. Arquitectura. Sí. Igual que mi madre. Lamentablemente no es la carrera que en lo personal me gustaría estudiar pero no puedo deshonrar el honor familiar. Era eso o estudiar administración de empresas. Todo es bueno si no se trata de administrar. Creo que es la carrera más aburrida. En fin. No tardé mucho para llegar al cole y encontrarme con mi mejor amiga Meg, quien se encontraba con Luke. Ambos mis mejores amigos. Meg era una chica muy… liberal. Elocuente y aparentemente divertida. Mediana estatura, rubia, buen cuerpo, atractiva y aparentemente bien portada. Luke era un chico sencillo. Se podría decir que también es muy guapo. Inteligente y con un cierto grado de idiotez. Alto, ojos azules, buen cuerpo y pelo negro. Él siempre ha estado enamorado de Meg, quien siempre ha estado enamorada de John (un idiota sin importancia), John enamorado de Rebecca quien siempre me ha odiado porque su amor platónico resultó ser mi novio Nate con quien he andado desde que tengo memoria. Suena bastante complicado cierto?. Sí. Lo es. Y lo peor es tener que lidiar con ello todos los días de mi existencia.
-Buenos días corazón. Álgebra a primera hora. Creo que pasaré. Te veo en el descanso?.-Preguntó Meg recogiendo su mochila del brazo de Luke quien anteriormente sostenía sobre su hombro.
-Seguro. Vienes Luke?.- Pregunté a mi amigo ligeramente distraído por la llegada de Nate. Lo noté por su mirada agobiante hacia mi respaldo y de pronto sentí sus brazos alrededor de mi cintura inclinándonos a ambos hacia el frente besando mi mejilla derecha.
-A dónde vamos?.-Preguntó el castaño detrás de mí y yo solo me limité a sonreír sin ganas.
-Algebra cariño. Tú tienes historia, no te toca conmigo.- Dije cortante mirando hacia el suelo, sin siquiera tomarme la molestia de mirarlo directamente. Sentí un ahogado suspiro salir por sus fosas nasales en señal de cansancio y posiblemente era por mis pocas ganas de estar con él.
-Alguien se levantó de mal humor hoy… en fin… los veo luego chicos… Bye amor.- Dijo por último besando la comisura de mis labios. Por qué era tan lindo conmigo? Porqué fingir todo el tiempo?.