ME ENCUENTRO EN LA SALA DE MI CASA sentada sobre mi sofá preferido a un lado de la chimenea frente a la ventana. Respiro de manera profunda contrayendo todo el aire en mis pulmones y exhalo con lentitud. Observo la hora en el reloj frente a mí y dan las 11:24pm. De pronto me percato que hay un silencio abrumador en la habitación. Me pregunto en donde están todos?. Que hago aquí?. En cuestión de segundos luces rojas y azules se asoman por entre las cortinas de la ventana a un lado mío acompañadas de un sonido chillante que solo he escuchado en películas de acción y sé que algo anda mal. La policía está aquí. Mi padre atraviesa el pasillo saliendo de su despacho y me mira sorpresivo extrañado de tan inexplicable visita. Oh… No. Me levanto de mi asiento y me acerco a él de prisa antes de que abra la puerta pero mi madre me alcanza sin que yo la haya visto antes sosteniéndome de los hombros permitiendo a mi padre seguir. Mi respiración se acelera y me encuentro agitada. Asustada. Tengo miedo. Mucho, mucho miedo. Una vez abierta la puerta se introduce un oficial de no menos de 45 años. Canoso. Con sus lentes colgando sobre su pecho. Mira a mis padres con un gesto ligeramente áspero para después posar sus ojos en mí. "Llévensela." Dicta con un tono severo y seco. Dos hombres más jóvenes que él entran sin ser invitados a la casa alejándome de mi madre y mis padres gritan exigiendo una explicación del porqué irrumpen así a su casa llevándose a su hija. Nuevamente no escucho nada. Volteo hacia el automóvil que ilumina con sus luces sobre mi rostro y dentro de él está Tom sentado en el asiento trasero a un lado de la ventana. Me mira fijamente y sé que está decepcionado. Lágrimas comienzan a correr por mis mejillas y mis padres se encuentran ahora afuera aparentemente hablando con el oficial. Mi madre sigue observándolo con atención y de pronto lleva ambas de sus manos hacia su boca negando con la cabeza. Comienza a llorar desconsoladamente y regresa su mirada hacia mí. Mi padre en cambio no hace nada. Su expresión se mantiene estrictamente seria. Al parecer me ve pero parece más bien petrificado. Yo no dejo de llorar. Lo saben. Saben todo. Saben a lo que me dedico. Oh no. Todo acabo. Mierda NO!! Siento varios golpes sobre mi antebrazo y asustada levanto mi cabeza de sobre mis brazos entrelazados entre sí recargados sobre mi pupitre. Todo fue un mal sueño. Tallo mis ojos para aclarar temporalmente mis ideas y regresar al presente. Meg me despierta pues al parecer la clase había terminado. Busco con la mirada al profesor pero el salón ya está vacío salvo por Luke y Meg. "Vaya que tenías sueño." Siento la mano de Meg rosando por la parte superior de mi cara. Ante su tacto siento un leve ardor sobre él y al llevar mi mano a la misma área sé que se refiere a las marcas de mi suéter sobre mi rostro. Eso solo sucede cuando realmente me quedo dormida. Y vaya sueño ligero que tengo. Me pregunto por qué soñé eso?. Y de pronto una parte de mí se contesta a sí misma. "Es por el maldito y jodido profesor. Él lo sabe todo. Él te hundirá!." Mi subconsciente me hace aterrizar y estalla con rabia ante su impotencia. Donde carajo se encuentra ese tipo?. Necesito encontrarlo. Ahora. Me levanto de mi asiento y agarro mi bolso para después fingir que solo había tenido una mala noche en la que de seguro no había descansado lo suficiente. Al parecer Meg y Luke no me creían. Y era de esperarse pues soy de esas chicas que duermen sus 8 horas estrictamente programadas según mis padres. Otra gran mentira. Si tan solo supieran... Me dolía no poder decirles la verdad. Y ahora que la sentía tan cerca tenía miedo que al momento en que lo descubriesen me dejen para siempre. Tal vez ellos no forman parte de la vida en la que realmente me gusta vivir pero son parte fundamental de la vida mediocre que llevo desde que tengo memoria. Ellos son al razón del porque no me siento tan falsa del todo. Con ellos me siento bien.
LUKE, MEG Y YO NOS ENCOTRAMOS en el gran comedor terminando nuestro almuerzo. Son las 12:00pm y a esta hora a cada uno le toca una asignatura diferente. Es el único día en el que Luke y yo tenemos un horario casi distinto. Meg se dirige a Historia Universal. Luke a Ciencias Sociales y a mí me toca hora libre. Regreso sola hacia mi casillero para depositar dos de mis cuadernos. Una vez allí cierro mi locker para después soltar un leve grito al encontrarme con esos malditos ojos verdes viéndome expectante. Su anatomía recargada sobre mi casillero vecino. Me mira y sonríe al ver que claramente me tomó por sorpresa. Literalmente no quería volver a verlo en mi vida y ahora... Ahora tendría que afrontarlo todos los días de mi vida hasta terminar la universidad. Lo hubiera matado después de todo.
