El albino llegó a su casa después de una hora de haber salido de la casa de Austria, se sentó rápidamente en el sillón y prendió la televisión.
-¡Gilbird, tu adorado amo ya esta en casa!- No hizo falta hablarle dos veces cuando vio que el pajarito voló hacia su cabeza despeinando aquel cabello blanco.
-Dime algo,¿Crees que molesto mucho?
-Pio- contestó el pajarito.
-A quien estas apoyando ¿eh?- menciono moviendo la cabeza haciendo que Gilbird volará arriba del televisor.
-Pio, Pio
-Yo soy tu amo, ¡deberías apoyarme a mi!- gruñó - Ya van dos que me quieren cambiar.
De repente se escucho un rechinido, era la puerta que se abría y dejaba ver a dos personas: Alemania e Italia.
-West, que bueno que llegas tengo hambre, le trajiste comida a tu asombroso hermano, ¿verdad?- Volteo a ver a la pareja.
-Nein- se cruzó de brazos el alemán que tenía la mirada matadora de siempre - Si quieres comer tendrás que cocinar algo tu, yo saldré con Feliciano a cenar- menciono el rubio. Gilbert empezó a hacer pucheros y se levantó del sillón para dirigirse a la cocina.
- Ay si, yo me voy a cenar con mi tierno italiano, mientras dejo hambriento a mi asombroso hermano- gruñía el albino haciendo varios ademanes con las manos.
- En ningún momento dije eso.... Es solo por hoy
- Ve~ Gilbert, solo iremos a cenar - dijo el tierno castaño para que el prusiano ya los dejara.
- Te juro que si no fueras tan adorable no te creería ni una palabra, aunque sigo sin creerles nada a los dos
- No iremos a otra parte más, ve~ te lo prometo
-Eso me dijiste 3 veces y esas 3 veces west llegó al día siguiente
- ¡Lu-Ludwig me insistió que fuéramos a un motel!- el ojimiel estaba más que sonrojado al decir eso.
- ¡West! No te conocía esas mañas keseseses- empezó a reír casi cayendo al suelo - Entonces Feli, mi hermano es todo tuyo vayan a donde se les pegue la gana, ya fue mucha información para mí kesesese- gracias a la información que se supone que Italia no debió haber dicho Prusia molestaría a su querido hermano por un buen tiempo.
- ¡Italia!, vamos- algo enojado salió el ojiazul de la casa esperando ahí al italiano.
- ¡A-Alemania! Espera, no quise decirle .....No fue intencional ¡Doitsu!- El joven estaba asustado, Alemania siempre que se enojaba le daba miedo, si de por si ya da miedo.
-Tranquilo pequeño Feli, mi hermano está afuera, no sería capaz de dejarte por mas enojado que esté- guiñó un ojo.
- ¿T-tu crees q-que aún siga ahí?
- Ve y checa - apunto a la puerta.
Feliciano salió y si, efectivamente ahí estaba el ojiazul esperando a que saliera el castaño. El menor se lanzó hacia el rubio dándole un abrazo.
- Lo siento, lo siento, lo siento, no quería decirle a Gilbert eso- escondía su cara en el pecho del alemán que correspondió al abrazo.
- Tranquilo, solo vámonos
- Está bien- Alemania lo agarro de la cintura y se fueron. ¿A donde?....Solo ellos saben.
Gilbert que veía todo desde la ventana, casi muriendo de ternura y risa.- Kesesese, ese hermanito que tengo - de repente en medio de su risa paró repentinamente, volvió a ponerse triste al ve irse en su mente una imagen creada por el estando con la húngara.
Se puso a pensar un buen rato y por un buen rato me refiero a casi 2 horas sentado en el sillón con su mirada pérdida, el ave amarilla que le miraba desde su la cabeza albina, se movía haber si llamaba la atención de su amo, pero no resultó.
De nuevo se escucho un rachinido, el ojirojo miró y era solo su hermano.
- ¿Donde dejaste a tu tierno Feli?
-En su casa, Lovino le marco a su celular y lo regaño por estar llegando tan tarde
- Ese Lovino, ha de ser porque Antonio no está con el
- Puede ser - sonrió un poco - Ahora me vas a decir porque le gritabas a tu pollo- dijo sentándose a lado del albino.
-Primero no es un pollo, es un pájaro y segundo, ¿como sabes que le estaba gritando?- Alzó una ceja.
- Por que estaba afuera y escuché
- No le gritaba
- Claro que sí
- Tal vez, fue porque no me apoya- cruzó sus manos y miró a otro lado.
- ¿Apoyarte en que?
- Le pregunté si creía que molestaba- suspiró- y me dijo que si
- No comprendo como puedes entender a un pájaro- llevo una mano a su frente.
- ¡Yo solo lo entendí y punto!
- Pero, tú nunca te cuestionas- miró a su hermano que trataba de no mirarlo.
El prusiano estaba a punto de llorar, aunque trató de calmarse un poco no consigo mucho ya que un poco de lágrimas salían de sus ojos carmesíes.
- West, tomé una decisión y es que ahora dejaré de lado lo asombroso y seré otro Gilbert
- De donde sacas todo eso- lo tomo de su hombro- No puedes dejar de ser tú, porque.....Simplemente no eres tú- Ni el mismo puede explicarse.
- De eso se trata, de ser otro
-Primero dime el porque- ya no entendía nada, todo era muy confuso.
- Bien, te diré- respiro profundamente - Fuí a hablar con el señorito, el ahora sabe que la loca del sartén me gusta, lo único que me dijo fue que con esta actitud molesta no lograría nada.... Y pensándolo bien, puede que sea verdad- Dijo acariciando el pajarito amarillo.
- Bruder, no creo que debas cambiar
-Ya está decidido, no seré el mismo ya, se acabó la asombrosidad- hizo unos ademanes con las manos sin dejar de ver al suelo.
-Bueno es tu decisión- El alemán se puso de pie y se fue a su cuarto a descansar porque tendría que levantarse temprano e ir a hacer algunas compras necesarias.
En cambio el mayor se quedó en el sillón sollozando, con la mirada más que pérdida. La pequeña ave volaba a su alrededor para ver si le ponía una poca de atención pero no resultó, así que decidió ponerse en el cabello ajeno.
"Adiós a mi asombrosidad" fue lo último que dijo Prusia antes de caer en el sillón dormido o desmayado. Tal vez sea lo segundo ya que no comió nada en todo el día.
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Y el segundo capítulo terminó.
Espero y sea de su agrado, y esperen el siguiente capítulo con emoción~~
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Mein Kleine Liebe
FanfictionUn amor que tiene muchos obstáculos en su camino. ¿Lograra derribarlos?. // ¤ Historia PruHun ¤ Los personajes pertenecen a Himaruya. ¤ No copiar ni adaptar. ¤ Mención del Gerita ¤ Mención del UsUk