CAPITULO 3 " Platica entre amigos "

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Alemania salió de la casa temprano para hacer las compras que hacían falta.
Prusia estaba aún dormido pero fue despertado por Gilbird que hacía su familiar sonido.
- ¡Ugh! Que manera de despertar a las personas Gilbird- tomó su celular y le mando un mensaje a España.

~ Whatsapp ~

• Necesito hablar contigo, ven inmediatamente

° Para

• Te digo cuando vengas

° Solo me cambio y me voy

• Bien

~ ~
Gilbert que estaba aún adormilado, pero así se levantó del sillón y fue a su habitación a bañarse y cambiarse como todas las mañanas.
Después bajo a espera de que llegara España que no tardó mucho en llegar y tocó la puerta a la que el albino rápidamente abrió y le dejo pasar.

Los dos se fueron a la sala. El español tenía las ganas de saber que pasaba con el albino que le había llamado urgente, así que corto el silencio que estaba en ese momento.

- Gilbert, me puedes decir porque me hiciste venir

- Bien, te hice venir para que me ayudes en algo

- Depende de que

- Pues, te acuerdas que un día cuando estaba borracho descubriste que me gustaba Liz- bajo su cabeza un poco avergonzado.

- Si me acuerdo

- L-Lo que pasa es que el señorito podrido me dijo que debería cambiar para agradarle a ella

- ¿Y tú crees que necesitas cambiar?

- ¡Ja!, porque tal vez por eso Elizabeta siempre me trata mal- Movía la cabeza de arriba a abajo muchas veces.

- Y no has pensado que a lo mejor te trata así por juego.... Porque cuando se van a tomar o a otra parte te trata bien- dijo haciendo unas comillas con sus dedos.

Lo que había dicho el español tenía algo de sentido para el albino, pero aún así no le hizo caso y siguió escuchando su cabeza - No, no, no .... No creo - dijo con terquedad.

- Pues no creo que tengas que hacer eso

- Ya tomé una decisión- Aseguró el prusiano - Solo que quiero que me ayudes, ¿cómo se supone que me debo comportar?-

- Podrías empezar dejando de decirle marimacha y tratandola amablemente 

- ¿No hay algo más fácil?- rascó su cabeza.

El español rodó los ojos - No, eso es lo más fácil.... Yo te enseño - Al decir lo último los ojos del albino se iluminaron, le encantaba que el castaño le ayudara si lo necesitaba.

- Perfecto, cual es mi primera lección

- Imagina que soy ella....Que me dirías - Sonrió.

- Hola marimacha 

- En serio Gilbert - entre cerro los ojos, sería más difícil de lo que creyó- Te dije que tienes que ser amable...

- ¡Ugh!, Esto es extraño pero lo intentaré- Bufó y comenzó de nuevo- Hola Liz, qué maravilla volver a verte - Mencionó el albino con una sonrisa ¿tierna?. 

Esto le tomó por sorpresa al ojiverde, literalmente no se lo esperaba.
- Muy bien, eso estuvo mejor

- .....- se encogió de hombros. No le agradaba la idea de ser amable con la húngara pero si le quería agradar tenía que hacerlo. 

- Tranquilo.. mañana irás a verla y la vas a tratar como una señorita decente y sin decirle marimacha o cualquier otro insulto cada cinco segundos, ¿entendido?

Mein Kleine LiebeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora