Mein Kleine Liebe

CAPÍTULO 10 "Paz" 1/2

El día estaba más que hermoso, podía sentir una tranquilidad enorme.

La castaña se levantó de la cama, aún con un poco de sueño fue a buscar ropa para meterse a bañar.
Una vez terminó bajó hacia la cocina encontrándose con un albino tomando tranquilamente café.

- Buenos días

- Buenos días Gil- sonrió y se puso a preparar un café para ella.

Hablaron un poco mientras tomaban aquellas tazas del líquido amargo y decidieron que irían a visitar a varias personas, todo con el fin de ponerle fin a todo el desastre que se había ocasionado en esos días.

Elizabeta tomó las tazas ya vacias y las lavó, después agarró su bolso y le dio señal a Gilbert de que ya podían irse.
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Por fin habían llegado a su destino, la húngara se acercó a la puerta y dando un largo suspiró toco lapuerta de aquella casa. El mayor le tomo de la mano para que se tranquilizara un poco, acción que funcionó.

Pudieron los dos escuchar los pasos de alguien acercándose y después abrir la puerta.

- ¿Qué hacen aquí? -

- Roderinch- sonrió la húngara de forma dulce - Creo que es momento de arreglar todo ¿no lo crees?, todo sin rencores.

- Pasen- a hizo a un lado para que la pareja pudiera pasar. Los guió hasta la sala y les indicó que se sentaran - Creo que antes de que alguno de los dos hablé yo debería disculparme por todo lo que hice, fue un gran error y lo acepto-

- No te preocupes, no venimos a reclamar nada.... Yo sólo quiero que volvamos a la amistad de antes, olvidemos todo lo que pasó - dijo la castaña.

- Si señorito, ni un rencor más.... por un momento creí que era una idea algo tonta pero creo que no tiene caso estar enojados por algo que ya se arregló - mencionó ahora el albino.

Por un momento se quedaron callados, hasta que el de cabellos negros habló.

- Tienen razón, es momento de que ya esté todo bien.... Yo no me meteré en su relación-

- Gracias Rode-

- Bien, creo que ya deberíamos irnos Liz... aún nos faltan otras casas a las que tenemos que ir - tomó la mano de la ojiverde.

- Si - asintió y se levantó para dirigirse a la puerta siendo seguida por el de ojos carmesí - Ah!, toma - sacó una tarjeta de su bolso - En la noche haremos una pequeña fiesta..... espero que vayas-

- Bien- sonrió y tomó la tarjeta. Después vio como la pareja se iba a su otro destino.

Elizabeta iba pensando en el plan su habían organizado antes de llegar al siguiente lugar, antes pasaron por un local de comida llamado "Mc. Donal's" en donde compraron un montón de hamburguesas, y después volvieron a su camino.

Una vez que llegaron el albino tocó la puerta cargando la caja donde estaba aquella grasosa comida. Al poco tiempo se abrió y salió un rubio con ojos azules, si, Alfred.

- ¿What happen? - levantó una ceja algo confundido, eran países a los que no les hablaba demasiado.

- Szia Alfred- saludo la castaña- mira, sólo queremos hacer un pequeño trato contigo -

- Exactamente como dice ella, así que si nos dejas pasar nos seria más fácil de hablar, además que está caja está demasiado pesada y mis asombrosos brazos no pueden resistir más -

- Come on, los llevaré al estudio a hablar entonces- extrañado dio la vuelta para que lo siguieran hasta aquella habitación. Y ya cuando entraron el de cabellera blanca colocó la caja en el suelo, ya cansado - Empecemos con esto rápido, ¿Cual trató quieren hacer conmigo? - a colocó bien sus anteojos y miro fijamente a aquel par.