023

255 21 2
                                    

- ¡Si Young-ha! - grité a todo pulmón. - ¡Tu maldito baño está en tu habitación! ¡¿Por qué mierda estás en el mío?!

Hace seis minutos está allí dentro, no escucho nada más que su voz cantando Skit mientras el agua cae.

- ¡Carajo! - Mascullé. Me va a poner furiosa.

Anoche me fui a dormir muy tarde, no podía dejar de pensar en tantas cosas sobre mi pasado, en consecuencia hoy me desperté tardísimo. Si Young ya se había despierto HORAS antes que yo y justo cuando iba a darme una ducha se metió y me cerró la puerta en pleno rostro.

- Por el amor de Dios, quiero ir a ver a Youn Soo. - hace días que no la veo y ya la estoy imaginando hasta en el agua que bebo.

- Que te jodan. - Sonreí mientras caminaba hasta la habitación de Si Young. Me daré una ducha allí dentro antes de que me vuelva loca al esperar que él salga.

Y así lo hice, apenas terminé de darme una ducha me vestí y pasé a la cocina por un poco de jugo, no me importaba no desayunar, lo que quería era estar en el hospital YA.

- ¿No desayunarás? - Preguntó detrás de mi.

- No.

- ¿A dónde irás? - Volvió a preguntar. Estaba sentado en uno de los taburetes de la cocina.

- Al hospital.

- ¿Puedo ir? - Se puso de pie frente a mí.

- No.

- ¿Por qué no? - Inquirió. Lo hice a un lado como si fuera una maleza en el desierto y seguí mi camino hasta la sala de estar.

- ¡Vaaamos! - Canturró. - ¿Puedo ir contigo? No quiero quedarme aquí. ¿Te lo había dicho no? Soy claustrofóbico, no puedes dejarme aquí solo.

- No. - Él me miró e hizo un pequeñísimo puchero. De repente se dio media vuelta y se marchó. ¿A dónde? No lo sé.

Intenté ignorarlo pero... me fue imposible.

Fui hasta su habitación y él estaba tumbado en la cama -deshecha- tenía sus auriculares puestos y sus ojos cerrados, podía escuchar la música desde la distancia en la que me encontraba.
Me acerqué un poco y sentí algo un poco extraño, ¿Quieren saberlo?

Sentí que mi corazón se detuvo unos segundos, algo parecido a una persona a punto de competir, se alistó durante unos segundos y de repente comenzó a correr como nunca, corría fuertemente, nada podía detenerle. Mis manos en cambio temblaban y sudaban -extrañamente-. Mis mejillas... parecían estar en pleno verano, sentía como ardían, y hasta podía sentir como se tornaban de un color rojo.
¿Que qué sucede? Ni siquiera yo lo sé.

- S-Si Young-ha. - Pude articular finalmente pero él ni siquiera se movió. Decidí irme sin decirle nada puesto que me había arrepentido.

Me di vuelta pero de repente sus manos halaron las mías tumbándome en la cama junto a él. En ese momento creo que mi corazón... explotó.

- ¿Q-Qué crees que haces? - Susurré. Sus ojos estaban frente a mí, era extraño.

Él no respondía, sólo se quedó mirando mis ojos y... Mi boca.

- Yoon Eun. - Murmuró.

- ¿E-Eh? - Sus ojos me habían puesto nerviosa y no era capaz de moverme si quiera.

Esto está mal, está mal...

Pensé desde un microscópico lugar de mi cabeza ya que el resto pensaba en sus ojos, y cada rasgo de su rostro.

- Llévame contigo. - Pronunció en voz baja.

Se me erizó la piel, su voz era un poco ronca y era agradable escucharlo.

- ... Apresúrate entonces. - También susurré. Él no respondió y de repente... me abrazó.

- Me gusta mucho tu aroma... - Susurró cerca de mi oído.
Involuntariamente me arqueé  un poco debido a su respiración invadiéndo mi costado.

Su voz me hacía estremecer cada vez más. ¿Por qué?

- S-Sí, amm... Gracias. Y... Ya sueltame por favor, apresurate si quieres ir conmigo. - Él lentamente deshizo su abrazo y se levantó de la cama, se puso en frente y me miró, rápidamente me levanté sentándome en el borde.

- Sabes... Me gustaría que me ayudaras en algo. - Dijo serio.

- ¿Qué? ¿En qué?

- Hay una chica. - ¿U-Una chica? - La conocí el día que te perdiste y pues parecía ser fan de Nochang, de Sung Min y también mía. - ¿Mía? - Además me ayudó en varias ocasiones...

- ¿Y?

- Me gustaría agradecerle dándole un obsequio. - Sonrió.

- ¿Y?

- ... Necesito tu ayuda. - Me miró algo confundido.

- ¿Qué se supone que quieres que haga?

- Que me ayudes a escoger un regalo para ella.

- ¿Por qué debería ayudarte? - Pregunté poniéndome de pie.

- Porque eres una chica, se supone que debes saber mucho sobre ellas. - Empecé a aljarme de él pero continuó siguiéndome.

- Te equivocas. Además ¿Cuántos años tiene? Si es una mujer como la que "encontraste" - Me giré un momento e hice comillas con mis dedos. - En el hospital aquel día, mejor olvidalo.

- Es una estudiante. - Abrí mis ojos como platos y me detuve en seco.

- ¿U-Una estudiante? ¿Te has vuelto loco? ¿No te conformaste con la anciana del hospital ahora una niña? - Fruncí el ceño enojada. A decir verdad ni siquiera sabía por qué lo estaba.

- No te confundas. Con ninguna de las dos me gustaría salir, es sólo que el día que te perdiste... Ella te encontró.

Se me hizo un nudo en la garganta y sentí vergüenza por mi comportamiento. ¿Una estudiante me había encontrado?

- Estas... Estas bromeando ¿Cierto? - Quise escapar de la realidad.

- No, ya que te encontró aquel día en que sentí que jamás volvería a escucharte regañándome ella... Bueno, yo supongo que darle un obsequio es lo menos que puedo hacer.

- Pero... ¿Por qué se lo vas a dar tú? ¿No debería dárselo yo? - Se acercó un poco a mí y sonrió de lado.

- Porque... Porque me gustas Yoon Eun, y si esa estudiante no te hubiera encontrado aquel día no sabría qué habría sido de mí sin ti.

¿Q-Qué? ¿Escuché bien?

Lake On Fire. (Giriboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora