Lake On Fire. (Giriboy)

029

- Calma... Vas a estar bien. - Susurraba en un intento por calmarme a mí mismo.
Había bebido ayer en la noche y no había terminado de componer la maldita canción. Supongo que estoy en un jodido problema.

- Un cigarrillo. Necesito fumar ahora mismo. - Busqué en los bolsillos de mi chaqueta pero no había nada.

Busqué en mi maleta y afortunadamente encontré una cajetilla. Encendí un cigarrillo y exhalé una bocanada de humo. Me sentía mejor ahora.

De repente tocaron la puerta asustándome.

- ¡Giriboy-ssi! - Llamaron mi nombre. - Dentro de 30 minutos comenzaremos a grabar, debe estar listo.

- Entendido. - Me acerqué hasta la puerta y contesté.

El cigarro comenzaba a terminarse cuando según yo, apenas lo había encendido.

- Si Young ¿Estás listo? - Youn Soo entró de repente.

- No, aún no estoy listo. - Respondí encendiendo otro cigarrillo.

- ¿Qué sucede? ¿Te sientes bien? - Tocó mi espalda. Quité el cigarro de mi boca y lo apagué dejándolo en un soporte de vasos.

- Lo lamento. - Me disculpé. Ella detesta verme fumando. Dice que si sigo fumando moriré, pero no me interesa en lo más mínimo el si muero o no. Ya una vez estuve a punto de morir y no vi diferencia alguna cuando me recuperé... Excepto por ella, Youn Soo que estuvo todo el tiempo junto a mí en la rehabilitación, pero me enteré de ello hace unos días.

- Dios santo... Estás temblando. - Murmuró.

- No me siento nada bien. - Contesté.

Sus manos se posaron en mis mejillas, una a cada lado... Se siente cálido.

Miré sus oscuros ojos y sentí un escalofrío, Dios... Después de todo me gusta mucho Youn Soo.

- Vamos no te pongas así. - Me calmó regalándome un casto beso... Debo admitir que se siente bien.

- No entiendo qué me sucede del todo. No debería estar así en absoluto. - Negué con la cabeza.

- No te preocupes, todo va a estar bien.

- Eso espero... - Musité.

- Vamos, respira lento y profundo. - Susurró.

- ¿Como si estuviéramos haciendo el amor? - Pregunté con un tono burlón. Parece que ahora que ella está aquí me siento mejor como para haber hecho tal comentario.

Youn Soo quitó su cálida sonrisa para abrir sus ojos como dos enormes platos y mostrar un rubor tan tierno en sus pómulos.

- Parece que estás mejor ahora. - Gruñó soltando mis mejillas y alejándose un poco.

- Contigo aquí, sí. - Sonreí. - ¿Qué es lo que tienes que me haces tanto bien?

- ... No lo sé. - Sonrió avergonzada.

- Me gustaría que te quedaras conmigo aquí, podrías hacerme sentir mucho mejor. - Sugerí pero ella negó con la cabeza.

- Tengo algo que hacer, pero descuida... Te voy a regalar algo más que estoy segura te hará sentir como en el cielo. - Se sentó en el sofá y palmeó el asiento libre junto a ella.

Me acerqué también y me senté. Con su mano derecha acarició mi cabello y la miré.

- Hacer el amor contigo es como crear poesía. Sentir cada palabra tan a fondo al igual que te siento a ti. Dime... ¿Qué debo hacer si siento tanto por ti? - Me miró directamente a los ojos.