- Si no respondes en este instante me tiraré. - Dijo de manera natural. Este hombre enserio está hartándome.
- ¡¿Estás loco?! - Protesté, creo que tendré un maldito problema si él llega tirarse desde aquí.
- No, pero tampoco puedo asegurarte estar c...
- ¡Espera! - De repente volvió a gritar. - ¿Tienes idea de dónde está la oficina del CEO de la empresa? - Preguntó.
- Sube al ascensor hasta el tercer piso y luego sigues por la derecha, allí encontrarás su oficina. - Respondí mientras me alejaba.
- Pero... ¿Dónde está el ascensor? - Preguntó siguiéndome.
- ¿Cómo se supone que llegaste aquí niño? - Me detuve un momento y lo miré. Tenía una pequeña sonrisa en su rostro.
- ¿Por qué sigues tratándome como si tú fueras la mayor aquí? - Preguntó.
- Porque te ves como un adolescente altanero y sin modales. - Respondí haciendo una cara de disgusto.
- Pues aunque te cueste creerlo, soy mayor que tú. - Sonrió.
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- Bien, terminemos esta absurda conversación. ¿Cuántos años tienes? - Le pregunté. Estaba empezando a perder la paciencia con esta persona de actitud extraña y además infantil.
- Im Yoon Eun... - Susurró. - Tengo 25 años. - Sonrió de oreja a oreja. - ¿Cuántos años tienes tú?
- Es simplemente imposible que tengas 25 años. - Le miré incrédula.
- Créelo, tengo 25 años. Ahora responde tú. - No puede ser...
- ... Tengo 23 años. - Respondí de mala gana.
- Lo ves, yo estaba en lo cierto.
- Si, claro. - Empecé a irme pero él volvió a seguirme.
- Espera, sólo quiero encontrar la oficina del CEO, por favor, ¿Podrías ayudarme?
- No. - Respondí firme.
- Anda, por favor... si no lo haces me perderé y luego cuando me encuentren después de días te culparé de todo a ti.
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- ¡¿Qué?! - Esta persona es muy molesta.
- Por favor. - Dijo con un tono aniñado.
- No. - Volví a responder.
- Hazlo. - Se sentó en el piso.
- ¿Qué demonios haces? levántate. - Le ordené al verlo sentando en el piso.
- Si no me ayudas a llegar a la oficina del CEO no me moveré de aquí aún si tengo que esperar días enteros. - Se puso en cuclillas.
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- Bien, ¿Si te ayudo a llegar a la oficina del CEO me dejarás en paz? - Le pregunté.
- Así es. - Respondió.
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- Bien, apresúrate. - Dije con tono autoritario. Él rápidamente se levantó y corrió a alcanzarme.
Era una persona realmente extraña...
Lamento que sea tan corto, mi tiempo está contado y mis ideas comprimidas en mi cabeza, luego de un rato o quizá mañana siga escribiendo la parte que sigue.
Esperemos una escena en el ascensor a lo Christian Grey 7u7 Ok no! :v
