Capítulo 1

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Selene

Observé el horizonte detenidamente, se podían apreciar un conjunto de múltiples edificios y paisajes de colores que se unían entre si formando una hermosa imagen, pero yo sabía que no era real. Casi nada lo era.

Él manipulaba el cielo para que solo lloviera cuando quisiera, para que los días y noches duraran lo que él necesitara, para poder controlar otra parte del mundo.

Limpié mi Zelk mientras seguía observando el atardecer, el pequeño cilindro de cristal en mis manos no parecía la gran cosa, definitivamente no parecía capaz de matar a nadie. Recordé que cuando lo conseguí ni siquiera pensé en quedármelo, mi plan había sido solo venderlo por un buen dinero después de haber asesinado a su dueño anterior. Pero justo cuando lo toqué por primera vez, lo sentí.
Una conexión inexplicable y la energía de mil soles oculta dentro del cristal.

Después de ese acontecimiento me puse a investigar más sobre el cilindro que ahora se había convertido en el único objeto que no dejaba fuera de mi vista. Descubrí que el Zelk, es un arma de energía, pero no la energía eléctrica como la de la mayoría de las armas, sino la energía del alma. Nadie utiliza un Zelk ya que normalmente prefieren las espadas o las pistolas, porque se necesita tener un alma de fuego para controlarla, un alma poderosa que después de ser destrozada, reviviera más fuerte que antes. Para la mala suerte de mis enemigos, yo logré dominarla.

Al ser un arma de energía, le podía dar la forma que quería y esa no era la mejor parte, también podía escoger el elemento del arma. Debo admitir que mi favorito es la electricidad pero el fuego está compitiendo por el segundo puesto. 

Terminé de limpiar la sangre y observé mi reflejo en el cilindro que se había vuelto a ser completamente transparente, luego lo guardé.

Miré a lo lejos e identifiqué la barrera circular de energía que dividía este reino en dos. Yo vivía fuera de la periferia donde todos sufrían en las sombras, pudriéndose con deseos de venganza y sueños que jamás llegaron a cumplir. Todo por culpa del rey, el mismo que le había asignado por nombre "basurero" al área en la que yo vivía, el mismo que creo una barrera para evitar que las personas pobres llegaran a molestarlo con problemas.

Gracias a la corona me volví asesina, para algún día matar al rey y devolverle a estas personas la vida que merecen. Para que él sintiera todo el sufrimiento que yo y los demás pobladores hemos llevado por años.

Me quité la capucha plateada que estaba manchada de sangre y la cambié por una color zafiro que había guardado en mi maletín, luego opte por dejar mi rostro cubierto, así nadie notaría mi existencia. Todos en el reino conocían a la asesina Selene Argent, quién con un arma de energía no te dejaba ni decir tus últimas palabras, quien se había vuelto una amenaza para todos quienes cometían injusticias; pero ahora yo no podía bajar mi guardia. No si iba a entrar al centro del reino.

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Mi plan es simple, solo iba a entrar a la periferia a comprar comida aprovechando que había ganado una gran suma de dinero en mi trabajo anterior. Toda la comida y recursos que lograba conseguir, los llevaba de vuelta al "basurero" y los repartía entre las familias más necesitadas. Se había vuelto parte de mi rutina semanal, es lo menos que podía hacer.

Los trabajos que me llegaban generalmente venían de personas dentro de la periferia que querían asesinar a su competencia o que querían callar a sus enemigos para ocultar sus secretos. No me gusta para nada trabajar para los servidores de la corona, pero necesito el dinero, además, aprovecho para obtener información del rey y de mis victimas personales. Claro que, cada vez se volvía más difícil infiltrarse debido a que aumentaba la seguridad a la vez que mi fama. Comencé a caminar entre las sombras, utilizando una ruta diferente que la vez pasada. Noté que a mi izquierda estaba situado un cartel con mi cara. Sonreí al ver que ofrecían 10 millones de quartz por mi captura, 5 si me traían muerta.

Trono de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora