VI - ¡Olvide la fiesta!

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Mi hinchada pierna y la sorpresa, como era de esperarse, me impidieron moverme durante todo el ascenso del elevador.
El auténtico dueño del apartamento K - 306 estaba a mi lado, sujetándome fuertemente de la cintura para no caerme.
Él tenía razón, el mundo es bastante pequeño; Sin mencionar que el destino suele ser muy cruel, pues habiendo tantas formas agradables para idear un encuentro entre dos personas, a éste se le ocurre de la forma mas bochornosa.

De pronto, como un destello de luz, las palabras de Danna, la pelirroja vinieron a mi mente.

La fiesta sorpresa de Leo estaba programada para su llegada. !Demonios, la fiesta, lo había olvidado!
Ahora Leo me llevaría a su casa y probablemente todos los invitados se llevarían una sorpresa aun mas grande al verlo llegar con una extraña casi invalida. No pude evitar pensar en lo mal que ese día terminaría.  
Tenía ganas de darme de golpes contra la pared y quedar inconsciente para no tener que vivir un momento tan incómodo.

—Oye...—Dije dudosa al salir del elevador —¿No crees que sería mejor dejar las cosas así? Ya me siento mucho mejor.

—Ni te sientes mejor, ni podemos dejar las cosas así — Respondió — Ya dije que no te puedo dejar sin atención. Llamare al doctor y lo esperaras en mi apartamento mientras disfrutas de una rica cena que preparare ¿Que opinas?

—La cena no es necesaria —Respondí sonrojada

—Ah, claro que lo es. Espero así, aceptes nuevamente mis disculpas.

Se me hizo un detalle muy bello de su parte, un detalle que me hizo ilusiones por unos minutos, pero la fiesta sorpresa que lo esperaba en casa cambiaba radicalmente los planes.

Leo, estaba apunto de introducir la llave en la cerradura, pero se detuvo y después de mirarme con los ojos entrecerrados, dijo:

—Y bien, al menos ¿Puedo saber el nombre de la distraída joven que tendré por vecina?

 Baje la mirada esbozando una apenada sonrisa y tomando valor, respondí:

—Zoé Battle. Y ¿Yo puedo saber el nombre del asesino al volante que casi termina con mi corta vida? —Pregunte, aunque ya lo sabía de antemano. 

 —Leo Carlier, para servirte.—Respondió extendiendo su mano.

Yo correspondí a su saludo. Luego de aquella pequeña y extraña presentación, procedió a abrir la puerta y al lograrlo, de nuevo me tomo de la cintura.

Quise liberarme, pero pese a que su agarre era suave, su fuerza era superior a la mía.

—Sera un reto encontrar el apagador...—Comentó.

Ni bien termino la frase cuando las luces al estilo discoteca se encendieron y la palabra "Sorpresa" resonó por todo el apartamento.

Leo se aferro a mi cintura por un instante, supuse que por la impresión.

Sonrió ampliamente al ver a sus amigos, entre quienes por supuesto se hallaba Danna, su gemela y Adam, el hermano de Leo, el joven a quien había visto semidesnudo semanas atrás.

Danna se acerco y se sorprendió al vernos juntos. Abrazo a Leo con fuerza y el sin soltarme, la abrazo también.

—Leo, me alegra que estés de vuelta. Muchas felicidades... Hey, ¿Como es que se conocen?

—Es una larga y dolorosa historia —Dije inmediata, antes de que Leo pudiese decir algo. Él comprendió a la perfección que no debíamos hablar del tema, por lo que no dijo media palabra.

—Oh, Zoé... Que bueno que has venido —Me abrazó. Leo también se sorprendió un poco al ver la forma en la que Danna se dirigía a mi.

—¡Auch! —Exclame tras el abrazo de Danna. Sin querer, ligeramente había golpeado mi pierna.

Mi Nuevo VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora