Tome entre mis manos mi tan anhelado reconocimiento y acerque aquella nota a mis labios. Olía a ese perfume tan característico de hombre de negocios. Era un olor... interesante.
Cerré la puerta y coloque aquella estatuilla donde pertenecía y por supuesto, esa carta la guarde en un lugar especial como el mas preciado de mis tesoros.
Con una enorme sonrisa en el rostro me di una buena ducha, tan buena que después de un buen rato ahí adentro, me di cuenta de que faltaban casi 30 minutos para que empezara la primera clase.
Hice maniobras que parecían imposibles para llegar a la Universidad. Tuve que correr casi tres cuadras para alcanzar el autobús, pero desafortunadamente, este no abrió sus puertas.
Me hayaba molesta, pero no resolvería nada estando asi, entonces, decidí correr aún más.Mi desespero por llegar a la Universidad era tan grande que cruce la calle sin fijarme. Un automóvil rojo como el color de la cabellera de la chica que iba conduciendo casi me pasa por encima. De nuevo mi descuido casi me cuesta la vida.
La reconocí de inmediato y ella me invito a subir a su auto, parecía un ángel que venia a mi rescate en un ferrari.
—¿Siempre atraviesas asi las calles? —Me pregunto riendo
—Es una nueva moda entre los estudiantes.—Respondí sarcástica
—Pues vaya que ustedes si viven al filo del peligro.—Solto una carcajada y acelero.Llegamos a la Universidad en menos de 15 minutos. Crei que llegaria directamente al aula, pero aun nos dio tiempo para comprar un par de bocadillos.
—Zoe, antes de que te vayas... quiero pedirte perdon por haberte incomoadodo el dia de la fiesta. Hacia mucho que no bebia y se me pasaron las copas.—No me pidas perdon, Danna. Creo que hiciste bien de liberarte de esa carga interna y ten por seguro que todo lo que dijiste esta a salvo conmigo. Muchas gracias por traerme, tengo que irme. Tal vez nos veamos mañana en la pista.—Le sonrei y parti a mi aula.
Ya a lo lejos, escuche el motor del auto a gran velocidad.Mi dia iba de maravilla, desde la mañana con nota de Leo hasta esa tarde con Danna caida del cielo en esa veloz maquina.
Antes de entrar al aula, logre ver por la ventana a una multitud rodeando a una persona. No le tome tanta importancia pero, obviamente no era un profesor, pues supuse que el no permitiria eso.
Finalmente tome mi asiento y Lú, mi compañera de la facultad emergio de entre la multitud y corrio directo a mi para darme un gran abrazo.—¿Porque hay tanto alboroto alla? —Le pregunte
—Un muchacho nuevo, "muy guapo" segun todas las que estan a su alrededor, es la nueva sensacion.—Contesto intentando mostrar desinteres
—¿Y para ti es guapo? Digo, estabas entre esa multitud.
—Digamos que tiene lo suyo
Ambas reímos, aunque en el fondo yo sabía que a Lú le atraía aquel joven, algo raro en ella.
—¿Cómo es que logró entrar? Estamos en etapa de exámenes
—Según escuché, fue transferido porque se mudó. Y claro, con un poco de dinero y una gran demostración de sabiduría a la directora Rodríguez logró ocupar el asiento en el que está ahora.
—Me lo imaginaba, sólo así logran entrar esos "niños ricos" veremos si es tan listo como dice.
Lú estaba apunto de decirme algo cuando el profesor Reed entro al aula. Nos saludo con un caluroso "buenos días" y poco a poco la multitud comenzó a dispersarse.
No quise voltear hacia atrás para ver quién era el joven al que todos rodeaban, pues no quería mostrarme interesada, aunque admito que sí me llamaba la atención cómo alguien podía ingresar a una Universidad como esta a un par de meses de concluir el semestre.—Bien, me informaron que tenemos el honor de contar con la presencia de un nuevo estudiante.—Dijo el profesor Reed ante la clase.—Haga favor de venir al frente, señor Carlier.
Carlier ese apellido me era familiar.
La nota que Leo me había mandado tenía su nombre completo Leo Carlier.
Alcé la vista y lo ví. Era él, el hermano de Leo, Adam Carlier, mi nuevo compañero de facultad.
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Mi Nuevo Vecino
Teen FictionSólo es mi vecino ¡¿Porqué no puedo dejar de pensar en él?! Es hora de dejar a un lado la fantasía y poner los pies sobre la tierra. Él es mayor que yo, tiene la novia perfecta, los amigos perfectos, el empleo perfecto, la vida perfecta. No tiene...