EL REENCUENTRO

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CAPITULO 1

En una tarde tan rutinaria aunque con un clima algo frío, esta chica ya convertida en una exitosa mujer de negocios, Miriam, se encontraba en aquella apenas remodelada oficina, tenía un estilo bastante moderno pues había colocado una gran pantalla al fondo justo frente al gran escritorio de cedro, al director general de aquella empresa contratista le gustaba sentarse en su gran y cómoda silla incogible de piel negra, por supuesto también gozaba mirar a Miriam morbosamente, a pesar de que mantenían una charla de negocios no podía evitar esos pensamientos tan burdos y asquerosos, tan sólo con mirarla se le erizaba la piel al imaginar cómo tocaba su cuerpo, Miriam sólo hablaba sin parar acerca de los nuevos contratos, siempre trataba de ignorar tal mirada perdida de aquel hombre mal afeitado pero muy refinado. Alfredo observaba el movimiento de los labios de esta mujer, deseando poder besarlos y con la mirada totalmente perdida no tuvo más alternativa que acosarla una vez más. Casi de un salto, este hombre se levantó de su cómoda silla para acercarse aún más a esta mujer e insinuársele.

-Miriam... ¿Cuándo me aceptarás una salida?-

-Creo que...- Miriam fingió pensarlo con un gesto "amable" -Nunca- Para responder con un tono realmente sarcástico y molesto a la vez.

Le molestaba cada vez más el tipo de miradas e insinuaciones de aquel hombre, además de asco le tenía profundo miedo. Este hombre atrevido sin más que pensarlo, la aprisionó por la cintura para finalmente abrazarla y sentir su trasero más cerca de su parte sexual, Miriam trataba de liberarse pero la fuerza de este hombre era notablemente mayor.

Casualmente, alguien abrió la puerta de tal oficina, haciendo que ambos saltasen del susto mientras que Miriam estaba completamente sonrojada y molesta, también el director estaba furioso por la invasión de su privacidad y más en ese momento en que estaba empezando a imaginar más cosas cochambrosas. Ambos miraron a la pobre recepcionista que también estaba completamente avergonzada al ver tal panorama. Miriam se alejó rápidamente mientras que Alfredo se acercó furioso hacía la trabajadora señalándola con un dedo.

-¡Magali! Primero se toca...- Alfredo se exaltó al tenerla de frente mientras que la pobre y avergonzada recepcionista estaba encogida de hombros pues no sabía si sentir vergüenza por lo que acababa de ver o temor ante el terrible carácter del director.

-Lo siento... es que están unos chicos aquí afuera tratando de hablar con usted pues están buscando un contrato musical- Magali aún con vergüenza y titubeando un poco trató con toda la paciencia del mundo de explicarle al director amargado, la razón por la cual tenía prisa para verle pues aquellos chicos llevaban ya varias horas insistiendo aquella cita con Alfredo.

Y tal como lo dijo la robusta pero simpática recepcionista, en la sala de espera donde cuatro muebles de piel café formaban como un cuadrado asimétrico rodeados de cuadros con flores sin color, se encontraban ya algo impaciente cuatro jóvenes de edad adulta, con un aspecto bastante urbano por su estilo musical. A pesar de las horas que el director les había hecho esperar, este no les quería acceder la entrada a la cita ya programada pues aquellos contratos musicales le parecían una gran pérdida de tiempo, pero Magali insistió pues a pesar de la incomparable paciencia con la que le explicaba a su jefe la situación, ella ya la había perdido pues uno de los cuatro chicos no paró de insistirle hasta que por fin se decidió ir a suplicarle al director. Finalmente sin más alternativa, Alfredo les accedió la entrada pero ya tenía un mejor plan para evitarse ese momento que le causaba furia y pereza a la vez.

-Diles que pasen- Lo dijo bastante molesto e incómodo, volvió a su cómoda silla y descaradamente encendió el televisor mientras que Magali salió casi corriendo de aquella oficina para hacer lo que su jefe mandó.

LO IMPOSIBLE DE UN DESTINO TAN DESEADOWhere stories live. Discover now