Capitulo 13
Miriam miró los ojos cristalizados de Abdiel con ternura, y sin pensarlo se abalanzó a sus brazos. Abdiel sintió el choque de sus cuerpos y se estremeció, le besó la frente, la miró fijamente y finalmente la besó con una verdadera pasión. Se miraron un par de segundos, de los ojos de Abdiel salieron un par de lágrimas, Miriam las limpió con delicadeza y lo volvió a abrazar fuertemente.
-Pensé que lo nuestro ya había terminado- Abdiel lo dijo bastante triste aún con lágrimas en los ojos –Pensé que ya no querías verme más y me sentí tan estúpido por perderte- Se dijo con rabia.
Miriam acarició su hombro, le sonrió delicadamente.
-Eres un ser maravilloso, no podría dejarte tan fácilmente-Se recargó sobre él.
-Mi error es querer tenerte siempre a mi lado- Le acarició el largo y castaño cabello con ternura.
Miriam lo miró y le tomó el rostro con ambas manos, se veía bastante descuidado, con ojeras, se había dejado crecer un poco la barba.
-Yo también quiero estar a tu lado- Y le dio un ligero beso sobre sus labios.
Abdiel esbozó una ancha sonrisa, se sintió el hombre más afortunado y feliz al escuchar esas palabras de su amada Miriam.
-¿De verdad?- Lo dijo bastante alegre.
Miriam asintió con la cabeza, también tenía una hermosa sonrisa en su rostro.
-Prometo amarte hasta la muerte- Abdiel le dijo mirándole a los ojos.
-¿Me lo prometes?- Miriam se lo preguntó tiernamente.
-Te lo juro-
Y finalmente se abrazaron, en medio de esa tarde lluviosa, Miriam había tomado la mejor decisión mientras que Abdiel sentía que Dios le estaba cumpliendo sus sueños. Ahora todo era felicidad y amor... Sólo por ahora.
{II}
Después de aquella decisión que la linda pareja había tomado, estaban en medio de los preparativos pero tenían que avisar a sus padres de tal matrimonio; Abdiel organizó tal cena para pedir la mano de su amada, donde asistirían sus suegros y su padre. Esta cena había sido cuidadosamente planeada para convencer por completo a los padre des Miriam de que él la amada de verdad, dicha cena se iba a realizar en una de sus lujosas casas que su madre le había heredado, contrató meseros, un par de músicos para tocar en vivo, mandó a hacer un tipo banquete muy fino y había decorado su casa lujosamente. Miriam y Abdiel se encontraban muy nerviosos de lo que podría pasar aquella noche.
Miriam ya estaba lista para enfrentarse, se había vestido adecuadamente para la situación, con un vestido largo, entallado color azul marino y con pedrería fina en cambio Abdiel había sacado a lucir uno de sus tantos smokings azul, de igual manera.
Se encontraban sentados juntos en el comedor acompañados de los padres de Miriam, a ellos les agradaba la relación de Abdiel con su hija pues nunca la habían visto tan feliz. Conversaban agradablemente, con risas pero guardaron silencio cuando se escuchó el timbre. Abdiel sintió escalofríos en todo su cuerpo al saber que podría ser su padre y tenía miedo de su reacción ante tal noticia, no quería que esa noche tan especial fuera arruinada como la última discusión que tuvieron cuando presentó a Miriam como su novia. Abdiel se levantó de su asiento respirando profundo, caminó hacia la puerta y la abrió, era Alfredo, su padre. Se miraron y sonrieron fingidamente, su padre pasó como todo hombre soberbio sin saludarlo bien.
-¿A qué se debe todo este chiste?- Alfredo observó su alrededor y se sintió un tanto molesto por asistir a "eventos" de su hijo sin importancia (o al menos eso pensaba).
Abdiel no le contestó y lo dirigió hacía el comedor donde estaban los otros invitados, Alfredo se quedó pasmado antes de entrar por completo al comedor, miró detenidamente el panorama y se dirigió hacía Abdiel bastante molesto.
-Me quieres decir ¡¿QUÉ RAYOS ES ESTÓ?- Se lo dijo bastante exaltada con los ojos fuera de su órbita.
Eso llamó la atención de los padre de Miriam y miraron confundidos la escena, Abdiel se sonrojo.
-Papá, podría tomar asiento y guardar la calma- Abdiel le susurró un poco avergonzado.
Alfredo exhalo escandalosamente y haciendo bastante ruido se sentó. Se sentía bastante molestó porqué él había pensado que la relación entre Miriam y su hijo había acabado después de aquella última charla que tuvieron, incluso había imaginado que esa cena era con motivo de presentación de otra novia.
Los meseros empezaron a servir el banquete, y los músicos a tocar agradables melodías, los padres de Miriam de sentían muy cómodos y conversaban de todo con Abdiel, mientras que Alfredo se hundía cada vez más en su asiento refunfuñando en sus adentros, analizando la situación y aumento su ira hacía su hijo. Abdiel decidió hablar sobre el motivo de aquella lujosa cena.
-Quiero decirles que esta cena tiene un motivo- Abdiel habló mirando a los padres de Miriam, evitaba mirar a su padre pues lo ponía más nervioso.
Alfredo se enderezó y empezó a tomar atención.
-Esta noche...- Abdiel respiró y miró a Miriam con una hermosa sonrisa –Quiero pedirles la mano de Miriam para amarla, respetarla y hacerla feliz el resto de su vida- Abdiel tomó la delicada mano de Miriam, ambos sonrieron irradiando amor desde la mirada.
Los padres de Miriam se miraron alegremente, a la madre de Miriam se le cristalizaron los ojos al saber que su hija por fin sería feliz a lado de un buen hombre mientras que su padre los miró con aprobación. Alfredo estaba totalmente sorprendido, ya no era molestia ni ira, ahora era rencor lo que salía de su obscuro corazón.
Abdiel sacó el anillo de compromiso y lo colocó cuidadosamente en el dedo de Miriam, la madre ha pegado un pequeño gritó, abalanzándose sobre su hija y abrazándola orgullosamente.
Alfredo no podía estar un instante más ahí, contemplando cómo su hijo se robaba aquella mujer que tanto deseaba.
-¡Esto no puede estar pasando!- Alfredo lo dijo con rabia.
Los padres de Miriam lo miraron extrañamente, Abdiel quería desaparecer.
-No ahora, por favor- Abdiel le susurró suplicantemente.
-¡No Abdiel! ¡No!- Alfredo se levantó de un salto bastante exaltado –Ya no puedo aguantar más tus estupideces- Le grito frente a todos
Abdiel se sonrojó, y cabizbajo se le cristalizaron sus ojos.
-¡ESTO ES A LO MÁS BAJO QUE HAZ LLEGADO!- Y sin más que decir, se retiró hecho una fiera de tal cena.
Los padres de Miriam se asombraron ante la actitud del padre de Abdiel.
-No se preocupen, ya les había contado que mi suegro es bastante arrogante- Miriam intentó excusar la actitud de Alfredo para que Abdiel no se sintiera tan mal.
-No te preocupes Abdiel, tú eres un excelente hombre- La madre de Miriam intentó animar a Abdiel con tal comentario.
-Y bueno... ¿Cuán será la bosa?- Cambia de tema el padre Miriam para olvidar el mal rato y vivir el motivo de tal cena.
-Muy pronto- Contestó Miriam alegremente, besando a su prometido en la mejilla.
El padre de Miriam tomó de un hombro a Adbiel.
-Le damos gracias a Dios que Miriam este a lado de un hombre que la ama y la respete, te lo agradecemos mucho y te damos lo más valioso que tenemos en nuestras vidas-
-Al contrario señor,- Abdiel miró a Miriam con amor –Yo le doy gracias a Dios por tener a mi lado a la mujer más maravillosa del planeta-
Se besaron.
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LO IMPOSIBLE DE UN DESTINO TAN DESEADO
RomanceMiriam, una chica de diesciseis años se enamora perdidamente de un joven de veinte años, lo amó por más de diez años y al reencontrase, tal vez el destino quiera unirlos... NO TE PIERDAS ESTA NOVELA ROMANTICA LLENA DE FANTASÍA. ¡ATREVETE A ENTRAR Y...