~29. Más Falso y No Nace~

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Si había algo que Samuel definitivamente detestaba era la falsedad. La gente que actúa de diferente forma según le conviene, según la gente que tiene al rededor, las detestaba. Quería golpearlas para que de una vez dejen de ser como son.

~•~

Samuel estaba sentado junto a Frank, un asiento detrás de Camilo y Guillermo.

Veía como el de ojitos claros le mandaba millones de sonrisas que, a vista de Samuel, eran más falsas que otra cosa. Se notaba como estaba obligado a estirar su comisuras y, no sabía si era el odio que el tenía o que, pero desconfiaba totalmente de la felicidad que podría estar sintiendo al sonreír tanto.

Era una sonrisa forzada, de esas que pones cuando  te van a tomar una foto y estás con el mayor mal humor del mundo, pero no querés quedar mal.
Sonreía como si Guillermo fuese alguien molesto en su vida, pero que tiene que aguantarlo de todas formas.

-Créeme que no puedes matar a alguien con la mirada, yo ya lo he intentado.- le hablo bajito Frank, para que la profesora no escuche. Y es que en todo el tiempo de clase que pasó, Samuel sólo se podía fijar en ese par que tenía en frente. Admirando la sonrisa de Guillermo y odiando la de Camilo.

-A veces quiero creer que sí puedo- le respondió gracioso Samuel, haciendo que Frank suelte una suave risa. Raro, pero no quería que la profesora les llamara la atención. Su clase de historia parecía que iba muy como ella quería, pues estaba contándola feliz, y haciendo algunas actuaciones raras que a todos hacían reír.

-Si te sirve de algún consuelo, creo que no eres el único al que le cae mal Camilo- la conversación en susurro ya le estaba molestando mucho a Samuel, y comenzó a desear que ya de hiciera la hora del receso.

Samuel miró extrañado a Frank, dando a entender que no sabía a qué se refería. Él lo odiaba por Guillermo, ¿Y el resto?.

Frank tomó esa cara de confusión para seguir hablando.

-Antes de que llegaras, Rubius estaba parado en frente de todos contando chiste y tal. Sabés como es siempre quiere atención y bueno, se la damos. Los chistes no eran los mejores, pero nos hacían reír.- Frank rió al recordar un chiste que había contado que en realidad, le había causado demasiada gracia.- Es que contó uno buenísimo, bueno da igual. Entonces, llegó Camilo, Guillermo todavía no estaba, vio que Rubius estaba contando chistes y bueno... le sacó el protagonismo. Lo empujó un poco y comenzó él a contar sus chistes. No es la gran cosa, pero Rubius casi se le tira encima, Camilo lo esquivo un poco y después fui yo a detenerlo junto con Álex, pero Camilo no se ahorro sus amenazas. Después llegó Guille e hizo como si nada. - Samuel ya estaba sorprendido por todo lo que había contado. Es que Guillermo era muy ciego para darse cuenta de todo. Camilo era una mala persona. Una persona Falsa, que sólo estaba con él, y Samuel estaba seguro, por conveniencia.

Definitivamente, Camilo se habai ganado el odio del resto del curso y Guillermo tenía que darse cuenta de cómo eran las cosas.

-Y para colmo, sus chistes eran malísimos- Y Samuel no pudo aguantar la risa. Se carcajeo y recibió una mirada reprochadora de la profesora.

Tocó el timbre.

-Te salvó el timbre, De Luque, eh?- Comentó graciosa la profesora, recibiendo una sonrisa de parte de Samuel. Típica sonrisa de niño que hizo algo malo y sabe que lo hizo. La mujer se retiró del salón anunciando que al acabar el receso volvería para comenzar las clases de matemática.

Mangel y Rubius salieron tras ella y el resto se quedó en el salón.

Samuel miraba con odio como Camilo besaba al menor y como lo hacia reír de forma exagerada, mientras él solo sonreía. ¡Pero Dios! Era tan falso. Era una sonrisa forzada y asquerosa. Realmente Samuel le tenía mucho odio a Camilo.

. . .

Frank se encontraba sentado en su lugar, terminado de escribir lo que la profesora había puesto en el pizarrón. Si es que es un tonto, siempre dejaba aquello para el final, perdiendo tiempo de su receso.

Vio de reojo como Alex se levantaba de su asiento y se encaminaba hacia la salida. Rápidamente y antes de que salga del salón, lo tomó del brazo para detenerlo.

-¿Donde vas?- le preguntó al más pequeño haciendo que frunza el ceño. Frank no había notado que tan controlador había sonado aquello.

-Voy al baño, está bien? O te tengo que avisar?- Le preguntó Alex un poco cabreado por lo controlador que podía ser el pelinegro. Aunque mucho no le molestaba, le encantaba que Frank sea así con él. Solo con él.

-No, lo siento es que...- Frank tomó el brazo del menor nuevamente y lo encaminó acera del salón, un par de metros alejados de la puerta- te extraño si te vas- Le terminó de decir para besar sus labios suavemente.

Alex lo separó luego de unos segundos.

-Que pueden vernos, chaval- le dijo empujándolos un poco ganándose una risa del mayor. Frank hizo puchero. Sabía que ese gesto le podía al menor y no podía dejar de aprovecharse de eso.

-Solo un piquito y podrás irte al baño- Dijo Frank tomándolo de la cintura, acercándolo a él. En realidad, no le importaba si lo veían, ¿Por qué tendría vergüenza de su amorío con Alex?

El menor se subió a los pies del otro y se puso de puntillas para alcanzar la boca del mayor y dejar un casto beso en sus labios, que hizo a Frank delirar de dulzura. Amaba que Alex tenga que hacer aquello para besarlo, le parecía sumamente tierno y le encantaba sujetarlo de la cintura cuando lo hacía. Justo como ese momento.

Se separaron y vio como el menor se perdía entre la gente, y se volvió hacia el salón por otro de los pasillos. Un recorrido más largo para pasar el tiempo...

No se dió cuenta que otra persona... Estaba siguiendo a Alex hacia el baño.

~•~•~•~•~•~

¿Que tal? Espero que bien.

Bueno... PREPAREN SU ODIO PORQUE EN EL SIGUIENTE CAP LO VAN A NECESITAR!

Gracias por leer y espero que les haya gustado<3

Y GRACIAS POR LOS 700⭐!! Si es que no podía haber pedido mejores lectores! Muchas gracias de verdad. Ustedes son y de merecen todo<3

Luna

»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora