capítulo 14.

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-Entiende que te queremos ayudar Dylan, estas mal, estas enferma. -sentí como puso su palma en mí espalda pero seguí ignorándolo como he estado acostumbrando los últimos días.- Tienes que comer, o mínimo hablanos.

Alce la mirada y me tope con los ojos de Cameron, ella negó y puso su dedo índice sobre sus labios dándome a a entender que callara. Asentí volviendo a bajar la mirada para seguir afilando mí cuchillo.

-Dylan, por favor.

La voz de Carl se escucho muy baja, o creo que era la de él. Gente que no conozco ha venido a tratar de convencerme a pesar de que ya tienen más que entendido que es inútil.

No estoy enferma como ellos dicen, si he dejado de hablarles es porque Cam me lo pidió, si ya no como es porque simplemente no tengo hambre, últimamente he imaginado el sabor de la carne humana y cada vez que masticó algo me regresa a la cabeza y es totalmente exasperante. No quiero pensar como un caminante, así que deje de comer por esa razón.

-Sólo come un bocado, nada más. Por favor.

Miré a la chica de cabello castaño que sostenía el plato de arroz con una especie de carne, unas inmensas ganas de saber a qué sabe la carne humana me invadió, un dolor en mí abdomen se presento e hice una mueca bastante notoria por la cara que pusieron las personas que me rodeaban. Me levanté y empujé a la chica Castaña para salir corriendo hacia los árboles nuevamente.

Mí respiración era agitada, ya no podía más, el dolor en mí abdomen era mayor y una repentina rama se puso en mi camino, caí a la tierra impactándome con mis brazos, respiré agitadamente observando la tierra que sobresalía de mis manos, mi cabello pelirrojo cayó a los lados de mi rostro pegándose a el por todo el sudor que recorría por mi rostro.

¿Qué esta pasando?.

¿Y Cameron?.

Alcé la mirada y observé a mis lados. Nada. No había nadie cerca; ni siquiera Cam. Tomé aire unas cuantas veces tratando de tranquilisarme. El dolor seguía en mi abdomen pero era soportable. Me senté y apoye mi cabeza en un árbol cerca.

Inhale. Uno.

Exhale. Dos.

Inhale. Tres.

Exhale. Cuatro.

¿Qué seguía?.

Un crujir se escuchó y me giré rápidamente hacia donde provenía. Un caminante salió detrás del árbol. Vi su caminar; cojeaba y se ladeaba por cada paso que daba. Su vestimenta: no traía algún tipo de camisa o algo parecido, unos pantalones, un arma.

Esta cargada.

Un arma cargada.

Rick ya no me permite tener armas de fuego. No se enteraría. No tendrá por qué. Nadie saldría lastimado, ¿O sí?.

-Hazlo.

Tomé impulso y derrumbe al caminante quedando encima de él. Me rasguñó y trató de morderme pero fui más rápida y de una sola le enterré el cuhillo en el cráneo sacándolo de un jalón; estaba lleno de sangre bastante negra, putrefacta. Esta muerto. O más muerto de lo que estaba.

-¿Dylan?. -Una voz se escuchó acercándose.

Carl.

Abrí los ojos y reaccioné en un segundo, si me veía con el arma sería mí perdición. La tomé y la guarde en la parte trasera de mí pantalón. Alce la mirada y sonreí en cuanto él llego a estar enfrente mío.

-Te estábamos buscando y...

Dejo la palabra en el aire, veía a un punto fijo pero no me atreví a mirar junto con él.

-¿Qué te sucede?. -Alce ambas cejas por su repentino cambio de tema. Me tomó despistada y se acerco más hasta el punto en el que nuestras narices se tocaban.

-Finge.

-Nada. No pasa nada.

Aumente mí sonrisa ladeando la cabeza mientras parpadeaba como una verdadera estúpida.

Tal vez. Y sólo tal vez. Comer carne humana no sea tan malo. Los caminantes lo hacen, ¿Por qué yo no?. Es normal, ¿No?.

Tengo hambre.

Carl se ve bien.

Apetitoso.

Me miró y alzo una ceja.

Sonreí.

Problem. [Carl Grimes].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora