Magical Power.

3.

Le sigo el beso y sus vamos agarran mi cuello, luego me separo.

—Qué fue eso.

El agarró mi mano y la colocó en su pecho.

—¿Lo ves, como late tan rápido? Eso es lo que tu produces, Cat.

¿Está diciendo que le gusto? 

—Liam, tu, tú también me gustas.

Él sonrió y me abrazó, haciendo pequeñas caricias en mi brazo.

—Vamos a dormir.

Asentí y me acosté, no estuvo de más que Liam me abrazara después de quitarse el pantalón.

¿En serio le gusto a Liam? Esto debe ser un sueño.

Y no quiero despertar.

(...)

Sentí pequeñas cosquillas en mi cuello y reía constantemente.

—¿Qué haces, Liam?

—Te hago cosquillas, duh. ¿Algún problema?

—Sí, quiero dormir.

—Son las ocho, y tu hermano no está su habitación.

—Las ochos, ¿Qué podemos hacer a esta hora?

—No lo sé, ¿Ir a caminar?

—Bien, genial, pero déjame vestirme.

Me levanté de la chama y miré mi armario, saqué un pantalón negro y una camisa blanca con pequeñas calaveras, junto a unos vans negros.

—Ehm.—Miré a Liam, el cual observaba todo lo que hacía.—Debes salir, quiero cambiarme.

—Ah, pues no.—Se acercó a mí y me dio un beso, para luego ir bajando por mi cuello.

Después, sin decir nada, salió de la habitación y cerró la puerta.

Me quité la camisa y me coloqué la otra, hice lo mismo con el pantalón.

Salí de la habitación y Liam estaba de espaldas.

—Estoy lista.

—Te ves hermosa.

Bajamos las escaleras y abrí la puerta, y sentí un escalofrío, fue muy fuerte.

—Hey, estás bien? 

—Sí, vamos.—Se escuchó el sonido de un papel, miré en mis pies.—Hey, Liam, mira esto.

—¿Qué es?

Leí el papel. 

''¿Me extrañas?''

—¿Estás viendo lo mismo que yo? Esta es la letra de mi madre, Liam.

—Esto no es real, Cat, no puede ser real.

—¿Y si lo es? ¿Y si ella quiere decirme algo?

—Vamos a caminar.—Dijo evadiendo el tema.

(...)

Durante las dos horas que estuve con Liam, no paré de pensar en todo esto, no puede ser real. Y Liam, sólo quería pasar un rato conmigo.

Luego fuimos a casa de nuevo, para alistarnos y fuimos a la funeraria, no veía a Josh por ninguna parte.

—Josh, ¿Dónde demonios estás?

—Calmate, Cat, estoy llegando.

—Josh Ian Holmes Smith, más te vale estar aquí porque sí no.

—¿O qué?—Dijo atrás de mí.

Liam empezó a reír, y suspiré de alivio.

—Menos mal.—

Me abrazó y sonreí.

—¿Están listos para entrar?—Nos preguntó a Liam y a mí.

—Sí, lo estamos.—Respondió Liam.

—Genial, entonces, vamos.

Este será un largo día.