Magical Power.

9.

 Miré a Bárbara.

—¡Maldita sea, Bárbara! ¡Me asustaste!—Coloqué una mano en mi pecho.— ¿Qué haces aquí? 

—Estaba en tus sueños, muuuuuuy interesantes por cierto.—Respondió flotando por el aire, ella no sufría de gravedad.

—¿¡Estabas en mis sueños!?—Susurré con asombro.

—Obvio.—Respondió volteando los ojos.—Soy una Holmes, los vampiros también pueden hacerlo.

Abrí mi boca con asombro.

—¡Enseñame! ¡Vamos!

Subí corriendo a la habitación de Liam.

—Bien, es sencillo, solo tienes que concentrarte, mirar su rostro, y todo ocurrirá.

—Muy bien.

Miré su rostro. 

Él estaba caminando a mi lado, y yo estaba sonriendo.

—¿Qué haces? No me sonrías.—Dijo 

—¿Por qué no? Eres lo único que me hace sonreír.—Le respondí.—Mentira, sabes que la unión no ocurrió, no eres mi alma gemela.

—Y es lo que más detesto en mi vida. Tu alma gemela llegará pronto, al igual que la guerra.

—¿Qué? ¿De qué hablas?—Pregunté con molestia.

—Los híbridos odian a muerte a un Holmes, porque ellos mataron a su familia, y si ven que estoy contigo, se armará una guerra entre híbridos, vampiros y Holmes.

—¿¡Por qué nunca me lo dijiste!?

—Quería protegerte...

Volví a mi mundo y miré a Bárbara.

—¿¡Tú lo sabías?!—Susurré, pues, aún estábamos en el cuarto de Liam.

—Ehm, adiós.

Estoy taaaaaaaan molesta.

Fui a mi habitación y me senté en la cama, revisé mi celular, era April.

''Hola, Catherin, espero que puedas responderme, creo que tenemos mucho de qué hablar, si lees ésto, no importa cuándo, por favor, llámame''-2:37am.

—¿Hola?—Respondió

—¿Ap?—Respondí al borde de lágrimas.

—Ay amor, ¿Qué te ocurrió?

—Tengo mucho que contarte.—Sollocé.—Pero no por aquí, ¿Podrías venir mañana? Te indicaré como llegar.

—Está bien, Cat, allá te veo

Colgué y finalmente me rendí, me dormí

(...)

Abrí los ojos y me levanté de la cama, miré el reloj ubicado en mi mesa de noche, son las 10:33

Busqué en la pequeña maleta que había traído, y busqué unos jeans pegados y una camisa color blanca, me cambié

Fui al baño y abrí el grifo y lavé mis dientes, bajé las escaleras

—Buenos días, esposa.—Me saludó Liam

—Buenos días, Liam.—Le di un beso corto y él sonrió

—Buenos días criaturas.—Saludó Taylor y nos sentamos en la mesa.

—Mmm, huele genial, ¿Qué cocinaste esta vez, Liam?—