4.

21 3 0
                                    

Entramos a la sala, no había nadie, sólo nosotros, esto es muy raro.

Me acerqué a su cuerpo, y el vidrio que nos separaba, era todo tan irreal.

—Wow. Nunca creí que iba a estar aquí, y menos por este motivo.—Liam me abrazó por atrás cuando vio que mis ojos se empezaban a humedecer.

—Oye, esto no te hará mejor, vamos a afuera, ¿Sí?

Sequé mis lágrimas.

—Bien, vamos.

(...)

—Liam, no lo sé, me siento rara.

—¿Por qué lo dices, Cat?

—Siento que me observan.

—No inventes, Cat.—Rodé los ojos.—Yo también me siento así.

—Esto es demasiado raro, joder.—

—Pero no pienses en eso.

  —Y, ¿Cómo no hacerlo?

 —Piensa en mí.—Alcé mi mirada con burla.

—Quiero olvidarme de todo esto, no enamorarme más.

Me detuve en seco. Cuando Liam vio mis mejillas, empecé a reír.

—Lo sabía, pero no te pongas así.

—¿Por qué?

—Porque yo también enamorado de ti.—Respondió con una sonrisa.

—Genial, tal vez eso haga que me sienta mejor.

Mire de reojo, Josh estaba asomado.

—¿Que se traen ustedes dos?—Dijo burlón.

—Oye, Josh.—Dijo Liam.—Cat me gusta.

El abrió sus ojos como platos.

—Espero que demuestres ser un bueno novio.

—Eso haré, Josh.—Respondió Liam y sonrió

—¿En serio son las nueve?—Pregunté viendo mi teléfono.

—Sip.—Respondió Josh y alcé mis cejas.

—Fue un día agotador, yo quiero dormir, ¿Vienes?—Le pregunté a Liam.

—Voy en cinco minutos.—Asentí y él dio un beso en mi frente.

—Adiós Josh.

Me abrazó y subí las escaleras, entré a mi habitación, dejé la puerta abierta para cuando Liam viniera.

Me acosté en la cama, y finalmente, me dormí.

(...)

Me sobresalto cuando escucho fuertes golpes en mi puerta.

Abrí los ojos, y vi la puerta cerrada, miré a mi lado, Liam no estaba ahí.

Yo no dejé la puerta cerrada.

Y pum, se escucha de nuevo, son golpes claros, pero muy, muy fuertes.

Me armé de valentía, y abrí la puerta, no había nada, ni nadie.

Bajé las escaleras y escuché a Liam hablando con Josh.

—Y cuéntame, ¿Qué tanto te gusta?—Preguntó Josh con burla.

—Ella es sensacional y genial, estoy enamorado.—Respondió él.

—Hey, chicos.—Me acerqué.

—Hola preciosa, ¿No ibas a dormir?

—Estaba durmiendo, pero escuché fuertes golpes en la puerta.

Ambos fruncieron el ceño.

—No digas mentiras, Cat.—Dijo Josh con molestia.

Claramente, se escucha como se rueda, y se cae un vaso de vidrio en la cocina.

Todos nos miramos, a juzgar la mirada de los chicos, estaban asustados.

Magical Power.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora