With You ©

Prologo.

Arder.

Corro lo más rápido que mis pies me lo permiten, siento mi corazón palpitar fuerte, pero eso no me importa, solo quiero llegar a donde los carros de bomberos van, y aunque no quiera admitirlo, sé a donde se dirigen. 

Mis músculos arden, pero no me importa, quiero llegar y solo ver que lo que he escuchado de boca de la gente ha sido una maldita broma. 

Por favor, que sea así.

Cuando entro en el camino que se dirige a mi casa, siento el olor a cenizas y mis ojos se llenan de lagrimas, por favor, por favor no. Corro más rápido y de pronto estoy llegando a mi casa a la velocidad de la luz. Y ahí lo veo, está pasando, esto es real. 

Mi casa esta en llamas, los bomberos han sacado las mangueras grandes y tratan de controlar las llamas que se alzan por encima de los arboles, me aproximo a la casa y trato de entrar en ella, pero alguien me detiene, no me importa quien sea, lo empujo con fuerza y corro hacia la entrada, pero de nuevo, alguien me atrapa, y luego alguien más y otro mas y otro, y de pronto son cinco personas las que intentan detenerme.

—¡POR FAVOR! ¡DÉJENME ENTRAR! MI FAMILIA ESTA ADENTRO— Pero nadie me lo permite, las lagrimas se derraman por mis mejillas y grito a mi madre, pero no hay respuesta, solo la gente tratando de detenerme. 

Mi garganta arde por gritar fuerte, pero no le presto atención, solo quiero ver a mi mamá y que me diga que todo está bien, que nada malo ha sucedido, pero la opresión y el dolor en mi pecho me indican que eso no va a pasar. Siento una aguja en mi brazo y sigo luchando para que me suelten, pero mis músculos comienzan a fallar, y ya no siento las piernas y de pronto, la oscuridad me consume.

•••

Me despierto sobresaltado, y me toco el pecho mientras siento mi cuerpo bañado en sudor, estoy en un hospital, ¿qué ha pasado? No recuerdo nada, miro para los pies de la cama esperando ver a mi madre, o a mi padre, pero no están y de repente los recuerdos llueven, y me vienen a la cabeza imágenes de mi casa estando prendida en llamas, mientras los bomberos trataban de controlar la situación.

El grito me sube desde los pies y me pasa por todo el cuerpo hasta terminar en mi boca, las enfermeras vienen y tratan de calmarme, pero no quiero hacerlo. Mi familia, toda mi mi familia atrapada dentro de la casa, toda mi familia quemándose mientras yo no podía hacer nada más que gritar porque no me dejaban entrar.

Y en medio de mis días de dolor y sufrimiento, me prometo a mí mismo que encontraré a los responsables de esto, y yo mismo los haré pagar.