- ¿Me queda alguien por conocer? - resopla la creadora, con las manos en los bolsillos.
Tras un incómodo y breve saludo hacia Carter y Sadie, vuelve al despacho, seguida por Carlos y por mí. Los demás intercambian con los egipcios nombres y palabras de ánimo.
- Mi hermano... - musito, muy cortada - Y los demás.
Al oírme, la expresión de Elena se suaviza.
- Andy, yo... - decide cambiar la frase de rumbo - Mi prioridad ahora mismo es traer a Percy y al resto de vuelta. Pase lo que pase.
- Tu prioridad ahora mismo debería ser planificar el ataque y la defensa - opina Rick desde el escritorio - Deberías saberlo: Percy odia que las personas a las que quiere se arriesguen solamente para salvarle.
- Y sin embargo, él lo hace constantemente. ¿No es hora de devolverle el favor? - rebate ella con una sonrisa algo forzada.
- Únicamente se dignaran a "bajar la guardia" si vas tú sola. Y entonces te atraparán - el escritor cierra ambas manos como si fueran las fauces de alguna criatura de pesadilla - El último ratón caerá en la ratonera. Y entonces qué pasará, ¿eh? No, es mejor que te quedes aquí. Ya planearemos algo para rescatar a los Siete... bueno, a los Seis de la Profecía.
Elena lo mira de hito en hito.
- Son tus Seis de la Profecía, Rick. Ninguno de los míos está allí cautivo. Y sin embargo, me preocupo más que tú. A veces, me da la impresión de que no te importa lo que le pase a...
- No te atrevas a usar conmigo esa lógica - la señala con un dedo - Mataste a tu queridísima Elena varias veces. Y no de forma agradable.
- ¡Al menos la devuelvo a la vida! Pero, ¿qué me dices de Bianca? ¿O de Zôe?... Ah, y no me hagas mencionar siquiera a Charles y a Silena, entre los miles de mestizos a los que mataste durante ambas guerras. Añade también a la lista que le has arruinado la vida a Leo y a Hazel, incluso a Jason y a Thalia, al matar a su madre.
- Elena...
- ¿Acaso no soportas oír todo lo que les has provocado a tus chicos?
- Ya es suficiente - intenta detenerla él.
No lo consigue.
- Y ni siquiera me he metido en la sección de "Desgracias mayores/menores". Como el hecho de que la vida de Frank dependa de que un leño arda o no. O que...
- ¡He dicho que YA BASTA!
Me estremezco. El escritor me resulta bastante intimidante, al contrario que a la exo, que simplemente lo mira en silencio.
- Me da la sensación de que no es necesario que me adentre en los problemas de los egipcios, supongo. O de los nórdicos.
- ¿Nórd...?
Elena me dirige una mirada de advertencia. Ahora no.
- ¿He de recordarte que tengo tanta imaginación como tú, o incluso más?
- Si controlas de esa forma tan completa lo que sucede, no te importará arreglar esto.
- ¡No puedo! ¡Porque debes acabar la historia tú!
Me llevo la mano a la boca, sobresaltada. Su rostro se ensombre.
- Porque solo puedes acabar la historia tú - se rectifica Rick, muy a su pesar.
Elena suelta todo el aire que ha estado conteniendo en sus pulmones.
- Todo esto me sobrepasa - se derrumba en la silla que antes ocupaba él.
- No, no lo hace. Puedes hacerlo. La imposibilidad solo habita en la mente.
- Sí, ya. Si salimos vivos de esta guerra, me mereceré un año sabático. Como mínimo.
- Pues tienes que hacer el examen de Química - le recuerda Carlos.
- Mierda.
- ¿Vas en serio? - inquiere Carter desde la puerta - ¿Te preocupa un examen, pero eso de que el mundo se vaya a pique te da igual?
- Hum... Sí. Más o menos.
- Enhorabuena, eres igual que mi hermana: un caso perdido - se apoya en la pared, a mi lado - Si de verdad eres tan cabezota como mi prima, no tienen posibilidad de vencer.
- Mi hermano tiene razón, por una vez. Te preocupas demasiado.
- Noo, me preocupo lo justo - puntualiza ella - Nunca debes preocuparte demasiado.
- Vaale... ¿Y cuál es el plan?
- De momento, liberar a los Seis - le lanza a Rick una mirada significativa - Su colaboración es vital para que esto no acabe mal.
- Ajá. ¿Y cómo vas a hacerlo?
Al ver sus ojos carentes de brillo, sé lo que va a decir, incluso antes de que separe los labios.
- Fácil. Su plan maestro para ganar esta guerra es atraparme. Y eso harán. Eso sí, a cambio de soltar Percy y los demás. En el preciso instante en el que vuelvan a estar aquí sanos y salvos, volveré.
- No son más embusteros porque les resulta imposible, Elena - Sadie se sube a una de las mesas - ¿Qué pasará si no cumplen su parte del trato?
- Ya tengo hecho el plan B, Sad. Y el plan B del plan B. Al ser Kane y yo prácticamente idénticas, no tienen forma de distinguirnos si nos vestimos igual. Sólo tengo que hacerles creer a Setne y a los otros que no soy yo. Limitarán mis posibilidades a las suyas y podré actuar con mucha más libertad.
- ¿Y si te capturan? - la secunda Carter.
- De una forma u otra, nos reuniremos todos aquí al final del día. Lo juro por el río Estigio.
Al retumbar el trueno, el relámpago recorrió mi espalda en forma de escalofrío.
Tenía la inquietante sensación de que aquello iba a acabar mal. Muy, muy mal.
LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTOOO. LA GRAN MAYORÍA DE CAPÍTULOS SE BORRARON POR ERROR Y HE TENIDO QUE REESCRIBIRLO PRÁCTICAMENTE TODO. PARA EL JUEVES ESPERO HABERLA PUBLICADO ENTERA
¡¡¡ESPERO QUE OS GUSTEEE!!!
ESTÁS LEYENDO
CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSA #3
Fanfiction(Puede contener spoilers de Percy Jackson, Los Héroes del Olimpo y las Crónicas de Kane) Después de casi tres años de lucha (tanto física como emocional) y constantes sacrificios, todas las piezas están dispuestas en el tablero. Listas para jugar...