No digo ni una palabra mientras los monstruos me guían por los pasillos del hotel, entre burlas y risitas.
Memorizo cada recoveco y curva que tomamos antes de detenernos frente a una puerta más grande que las demás, y me meten dentro. Los oigo marcharse, jactándose de que la guerra está ganada antes de haber empezado si quiera la batalla. Sonrío para mis adentros. No saben lo que les espera.
Decido inspeccionar la habitación para pasar el rato. No me cuesta demasiado intuir que me encuentro en una suite.
Atravieso el pequeño recibidor, en el que están los armarios con puerta de espejo que reviso previamente. Nada. Al fondo está el baño, y en la única puerta restante, a la derecha, está la habitación en sí. Junto a la cama de matrimonio hay una mesilla de noche, una pequeña nevera repleta de aperitivos y un escritorio ocupa la pared contraria a la ventana.
Su localización en la azotea del edificio me permite abarcar de un solo vistazo la ciudad que nunca duerme. La salida a la terraza, equipada con un par de sillones, está sellada con barrotes.
Pasan quince minutos, en los que me dedico a mordisquear una chocolatina que he sacado de la nevera, antes de que oiga el chasquido de la cerradura al abrirse. Desde la puerta me contempla alguien muy parecido al mismo Luke que me animó a venir a Nueva York en auxilio de mis propias creaciones. Pero no es él. Los ojos dorados, brillantes de malicia, lo dejan bien claro.
- ¿Es de tu gusto? - pregunta, la voz limpia de sarcasmo.
- ¿A qué viene tanta amabilidad, Cronos? - alzo una ceja - Hace apenas un cuarto de hora queríais matarme.
- Oh, vamos. Eso ha sido un pequeño guión improvisado. Una bonita pantomima con la que asustar a tus acompañantes.
Palidezco.
- S-Se habían ido.
- ¿Cómo podías saberlo? Eran invisibles.
- ¿Y-Y tú los has vist...?
- No sería el Señor de los Titanes si estuviera ciego ante la Niebla, querida. Intentamos atraparlos, claro, aunque ha sido en vano - se sienta en la cama a mi lado, haciendo un mohín. Me aparto, reprimiendo una mueca de asco-. Pero no los necesitamos, ¿verdad? Ya estáis aquí. Y vais a ayudarnos a no perder esta batalla.
- Más quisieras, imbécil - gruño.
- Modula tus palabras, niña - su voz ha vuelto a ser grave y gutural y antigua. Pero no me inmuto.
- Te lo voy a dejar bien claro. No voy a "ayudaros a no perder esta batalla" - dibujo unas comillas en el aire.
Él suspira, negando con la cabeza.
- En tal caso, serán Percy y los demás los que paguen las consecuencias de tu lamentable cooperación.
- Oh, no dudo en que lo harán. Y serán unas consecuencias lentas y extremadamente dolorosas. Su sufrimiento inmerecido me cabreará hasta tal punto que descubriré un increíble poder que no sabía que tenía y lo usaré para derrotaros. Habrá acción y mucha magia, quizá alguna muerte, pero todo acabará bien para mi equipo.
Se me ilumina el rostro de golpe, como cada vez que encuentro la inspiración necesaria para seguir escribiendo
- Sí. Así es como transcurrirá esta historia. Y tú no podrás impedirlo.
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CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSA #3
Fanfiction(Puede contener spoilers de Percy Jackson, Los Héroes del Olimpo y las Crónicas de Kane) Después de casi tres años de lucha (tanto física como emocional) y constantes sacrificios, todas las piezas están dispuestas en el tablero. Listas para jugar...