EPÍLOGO

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Dedicado a KaterinaEverdeen7

(Elena Kortés)

- ¡Sorpresa!

Apenas me da tiempo a encender la luz antes de que el pequeño piso que comparto con Kathya estalle en serpentinas de papel maché. Una lluvia de globos multicolores cae sobre mí.

- ¡Muchas gracias, chicos, sois los mejores! - exclamo, soltando una risita.

Al fondo, junto a un enorme pastel de chocolate y crema batida, Kathya le resta importancia al asunto con un gesto de la mano.

- Te lo mereces. Llevas un año muy duro.

- Menos hablar y más comer. Me imagino que quieres esquina con mucho glaseado, ¿no, veinteañera?

- Me haces sentir vieja, Arsinoe.

Dos segundos después, me doy cuenta de lo que he dicho. Trago saliva y parpadeo, evitando que mis ojos se humedezcan.

Creía haberlo superado mucho tiempo atrás. Ya veo lo equivocada que estaba.

- ¿Elena? - tantea Jose suavemente - ¿Estás bien?

- S-Sí. Yo... - carraspeo - He olvidado el abrigo en el coche. E-Enseguida vuelvo.

Antes de que alguien pueda detenerme, entro al ascensor y aprieto el botón del garaje con mucha fuerza. Apoyo la espalda en el espejo y ralentizo mi respiración. Inspira, espira. Dos o tres pisos más abajo (vivo en el séptimo), el ascensor da una sacudida y se detiene.

- Por supuesto - mascullo - Bueno, al menos no estoy a oscuras.

La cabeza me da vueltas. Me froto los ojos con fuerza para ahuyentar el mareo. O de eso quiero convencerme.

- ¿Qué mierda me pasa? - le pregunto al aire - Debería ser capaz de recordar lo que pasó hace seis años sin ponerme tan...

- ¿Histérica? - sugiere una voz femenina.

- Exacto... Espera. - bajo los brazos y me quedo quieta - ¿Qué...?

- Relájate, Kortés, no te estás volviendo loca.

Las comisuras de mis labios se curvan hacia arriba.

- Borra esa expresión bobalicona, creadora - me espeta Andy - Pareces una niña pequeña.

Mi sonrisa se ensancha todavía más. Me doy la vuelta y, allí donde debería estar mi reflejo, están los hermanos Jackson, mirándome con cierta diversión en el rostro.

- ¿Cómo...?

- Es un portal-espejo - aclara Percy, dándole un golpecito a la superficie transparente - Comunica dos puntos remotos actuando como una pared de cristal. Puedes vernos y oírnos, y nosotros a ti, pero es imposible atravesarlo.

- Genial - suspiro - Porque lo último que necesito ahora mismo en mi vida es otro apocalipsis.

- ¡No digas eso! - me regaña Andy.

- Obviando los escepticismos... - su hermano levanta un cupcake azul con una pequeña vela - ¡Feliz cumpleaños!

Parpadeo.

- ¿Cómo...?

- Kane y tú sois la misma persona. Y, por tanto, cumplís años el mismo día.

- Touché...

Silencio. Los examino en silencio, intentando asimilar lo mucho que han crecido. Percy debe rondar ya los veintitrés, los vestigios de una barba recién afeitada tiñen sus mejillas. Andy, por el contrario, sigue teniendo la cara redonda y perfecta de una muñeca de porcelana.

- ¿C-Cómo están los demás?

- Tranquilos. De momento, no hay profecías. Un descanso de vez en cuando viene bien...

- Aunque estamos muy aburridos sin ti. ¿No podrías...?

- ¿Escribir algo? - asienten - ¿Después de lo que pasó? Yo me creo que no - suspiro - De todos modos, tengo el síndrome de la hoja en blanco desde entonces.

- Es decir... Que no tienes ideas.

- Ni una. Y estoy empezando a desesperarme...

- ¿Por qué no seguir con la mitología griega?

- No voy hacer otro fanfic, chicos. Y mucho menos sobre vosotros. Ni siquiera lo intentéis.

- Creo que lo que Percy quiere decir... Es que cojas un mito clásico... Y lo cambies. O lo continúes.

Frunzo el ceño, repentinamente interesada.

- ¿Por ejemplo?

- Por ejemplo... - repite Percy, pensativo - Cuando Ícaro cayó al mar por acercarse demasiado al sol, ¿estabas allí?

Río.

- Eso fue hace cosa de... ¿tres mil años? Así que... No.

- Es decir, - continúa Andy - que no tienes la certeza visual de que muriera entonces.

Se me iluminan los ojos, tal y como solían hacerlo tiempo atrás.

- S-Supongo que no - farfullo, con la cabeza bullendo de actividad.

- Pues ya sabes - la imagen empieza a difuminarse, sus voces se oyen lejanas - Empieza a trabajar ahora mismo.

- Voy - sonrío - Gracias otra vez.

- Un placer...

El ascensor se puso de nuevo en marcha con una nueva sacudida. Pero, en vez de bajar al aparcamiento, subió de nuevo a mi piso.

- ¡Hey! - Carina me abraza - Estás... ¿bien?

- Sí, tranquila. Yo... Tengo que hacer una cosa.

Corro hacia mi escritorio, enciendo el portátil y abro un nuevo documento de texto. Relajo los hombros. Tengo un buen presentimiento sobre cómo acabará todo esto...

"Esta es la historia de un alma errante que aprendió a confiar en el destino. La idea misma puede resultar aterradora, es cierto. Pero, al dejarse llevar por primera vez, la aventura que resultó fue realmente emocionante. Esta historia es la mía. Me llamo Ícaro"

BUEENO, HAN SIDO TRES LAARGOS AÑOS, PERO POR FIN (Y AHORA LO DIGO EN SERIO) ¡"CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSA" ESTÁ TERMINADA!

COMO MI PRIMERA HISTORIA EN SERIO, HE VOLCADO EN ELLA TODO MI CARIÑO Y MI ESFUERZO. TODO PARA QUE VOSOTROS DISFRUTÉIS LEYENDO TANTO COMO YO LO HICE ESCRIBIENDO.

Y EN LO REFERENTE A LAS ÚLTIMAS LÍNEAS... ¡ES MI NUEVO PROYECTO! TODAVÍA NO TIENE TÍTULO OFICIAL, Y TAMPOCO SÉ DÓNDE ACABARÁ LA HISTORIA. DE TODOS MODOS, LAS IDEAS DE LOS LECTORES SIEMPRE SON BIENVENIDAS.
(*guiño guiño codo codo* )

GRACIAS A TODOS POR VOTAR, GRACIAS A TODOS POR COMENTAR, GRACIAS A TODOS POR LEER.

¡HASTA OTRA HISTORIA, WATTPAD!

CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSA #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora