North Valley

Capítulo 6: Soñando despierto

Hayden

Es ella, siempre ha sido ella. Ahora sé que es imposible que la conociera de antes. Lo que no entiendo es que cómo una chica que vivía tan lejos de North Valley puede aparecer en mis sueños cuando yo no he salido de este pueblo en mi vida. Alex Messer era la chica de mis sueños, literalmente. Algo que no podía saber nadie o me tomarían por loco.

—Hayden, Hayden ¿me oyes? —la voz de Alex me saca de mis pensamientos.

—Sí, sí. Dime—le respondo.

—Ha terminado la clase —me dice riéndose—. Has estado en tu mundo casi toda la hora.

—Yo, perdona. He de irme—me despido saliendo por la puerta.

Alex se queda parada observándome sin saber la cantidad de cosas que pasan por mi mente en estos momentos.

No puedo creerlo. Nunca he estado tanto tiempo pensando en algo. Pero literalmente parece que me he metido dentro de una película. No tengo ningún amigo en el instituto y ahora encima no sé qué narices decirle a la que será mi compañera el resto del curso.

—Hola Alex, ¿sabes qué? Llevas apareciendo en mis sueños desde hace dos meses, aunque ayer nos vimos por primera vez —me digo a mí mismo.

No, definitivamente será difícil volver a dirigirle la palabra.

Intento llegar a mi taquilla atravesando varios pasillos sin prestar atención a los miles de comentarios que salen de las bocas de los alumnos, hasta que distingo un comentario que trata de Alex, aunque no me sorprende que hablen de la chica nueva me paro y trato de escuchar lo que dicen-

—¿Has visto a la nueva? —le pregunta una chica a otra.

—No, que va, ¿quién es?

—La verdad es que no sé su nombre, pero estoy casi segura que era un nombre de chico. Bueno, pues se ve que esta mañana le ha tirado el café encima a Megan Carter.

Megan Carter, Megan Carter... la bruja de la película, la chica más conocida del instituto.

—¿Enserio? —exclama la otra— ¿Y ha salido viva después de eso?

—Parece que sí—dice en voz baja.

Sigo andando por los pasillos, cada comentario que escucho es sobre Alex y Megan, y cada versión es diferente. Megan es esa clase de chica que ha conseguido tener a todos los alumnos a sus pies, unos más que otros, pero todos. A pesar de ser una arpía de pies a cabeza, nadie puede resistirse a ella.

Disfruto de mi hora libre en la biblioteca leyendo el nuevo libro que me ha regalado Peter, que ha resultado ser un bestiario de criaturas sobrenaturales. Describe con letras y dibujos más seres de los que he oído en mi vida, más allá de los vampiros, las brujas y los hombres lobo hay un centenar de criaturas extraordinarias, pero son todo leyendas.

La voz del director a través de la megafonía del instituto me despierta de mis pensamientos.

—Atención a todos los alumnos y profesores. El instituto está siendo desalojado, recojan sus pertenencias y salgan del recinto. Repito, recojan sus pertenencias y salgan del recinto.

Sin pensarlo dos veces recojo todo lo que tengo en la mesa, que no era poca cosa, y me dispongo a irme. Cuando ya voy por los pasillos me parece escuchar un ruido proveniente de los baños, me acerco a la puerta para poder escucharlo mejor. Alguien estaba llorando dentro. Caigo en la cuenta de que la megafonía no se escucha en algunas partes del instituto ya que hay altavoces que no funcionan, así que decido entrar para tratar de sacar a quién esté ahí.

—¿Hola? ¿hay alguien ahí? —pregunto, nadie me responde— Te estoy escuchando, están desalojando el instituto, has de salir de aquí.